BAJO EL MISMO TECHO [MOONSUN ADAPTACIÓN]

XIX. RETOMAR

—¿Byulie? —sonó la voz de Xiumin—, ¿qué haces levantada a estas horas?

—Hola abuelo, te estaba esperando —contestó su nieta.

—¿Ha pasado algo? —el señor Moon mostró preocupación.

—Sí… que me he dado cuenta de lo idiota que he sido estos dos últimos años —Byul se levantó del sofá y caminó hasta su abuelo—, de lo mucho que te he hecho sufrir con mi comportamiento… —Su voz empezó a temblar, y sus ojos grisáceos se humedecían, al igual que los de su abuelo— y espero que puedas perdonarme.

—Ven aquí, mi niña —dijo Xiumin, y Byul se echó a sus brazos, llorando como cuando era más pequeña. Él también derramaba lágrimas, pero en silencio. Pensó que nunca volvería a sentir a su nieta tan cerca, pero el milagro había sucedido, no podía sentirse más feliz.

Byul se echó un poco hacia atrás y se secó los ojos con el dorso de la mano, sin dejar de sonreír.

—¿Y tú por qué has venido tan tarde esta noche? —preguntó de pronto. Xiumin puso cara de sorpresa.

—Pues… porque…

—Hay algo que no me has contado, ¿verdad? —dijo su nieta— No soy yo la única con secretos en esta casa… venga, abuelo, puedes contarme lo que sea.

—Verás, cariño…

—Adelante, sea lo que sea —insistió Byul.

—Tengo novia —dijo de carrerilla.

—¿Qué? —exclamó Byul.

—Hace unos meses conocí a una mujer en un evento de la ciudad y bueno… nos caímos bien y…

—¿En serio, abuelo?

—¿Te molesta? —preguntó agobiado.

—¡En absoluto! —gritó la peligris— ¡Me encanta que hayas ligado, abuelo! —dijo entre risas.

—¡Un poco de respeto, que igual la convierto en tu abuelastra! —bromeó, y rieron los dos.

Tras un pequeño interrogatorio por parte de Byul sobre la mujer con la que estaba viéndose, Xiumin cambió el tema de conversación.

—¿Ves como yo tenía razón?

—¿Sobre qué? —Byul estaba intrigada.

—Sobre lo bueno que podía ser tener a las Kim en casa —aclaró con una sonrisa.

—Sí… me alegro de tenerlas en casa —replicó Byul con el rostro de YongSun en su mente.

(...)

Eric todavía no había renunciado a YongSun, y la llamaba varias veces al día. La primera vez, la rubia le respondió la llamada. Eric Nam se deshizo en disculpas con ella y trató de convencerla para verse y hablar de lo suyo con tranquilidad. Pero YongSun lo rechazó. El resto de ocasiones, ya no se molestó en descolgar sus llamadas. Byul, que estaba al corriente de todo, se sentía orgullosa de ella.

—Joder, es Eric —dijo con horror al mirar la pantalla de su móvil—. Es el tercer día que me llama, ¿no se va a cansar nunca?

—¿Quieres que le conteste yo?, será un placer —propuso la peligris.

—Gracias, pero lo voy a bloquear, y como me acose, lo denuncio.

—Así se habla —rio Byul—. ¿Cómo llevas los exámenes?

—Estoy muy centrada en ellos, creo que me irán bastante bien —afirmó YongSun.

—Seguro que sí… Mi curso está perdido… he hecho demasiado el idiota. —Se arrepentía del tiempo malgastado.