—Así que, Matthew, ¿cuanto tiempo llevas acostándote con mi hija? —Escupo mi café dentro de la tasa, preparándome para lo que sigue— Matt no se está acostando conmigo, mamá —mi voz no podría sonar más enojada en estos momentos. Sé que mi cara está de color rojo, pero puedo asegurar que no es porque me avergüence, estoy furiosa.
—¡Eso es todo lo que quieren los chicos ahora en día, amor! —Ella chilla levantando los brazos en defensa. Juro que si no fuera mi madre la hubiera golpeado hace un rato. Matt también está rojo, pero en verdad no puedo descifrar si está avergonzado o molesto.
—Somos amigos, señora Parker —mi madre hace una cara de disgusto ante el apellido, ya que es el de mi padre y no el suyo— Te dije que me llamaras Tessa, cariño —una sonrisa falsa se extiende por su rostro. Ruedo los ojos. El comentario de Matt en el fondo me ha dolido, pero estoy segura que lo ha dicho para despistar a mi madre.
—Bueno, nos vamos —digo levantándome de la silla. Doy la vuelta a la mesa y tomo a Matt del brazo, levantándolo— Jordan, no te he dado permiso —está colmando mi paciencia, ya que lo único que intenta es llamar la atención, como siempre.
—Pues iré de todos modos —contesto segura de mi decisión. Mi barbilla se eleva un poco, para demostrar superioridad— Si sales de esa puerta nunca más vuelves a entrar, ¿me oíste? —vale, está siendo excesivamente dramática. No quiero siquiera ver la cara de Matthew, bajo mi cabeza, y tímidamente lo observo. Su vista está puesta en un punto fijo imaginario, y sé que está sacando lo mejor de si para no entrometerse en la conversación.
—Matt, lo siento que hayas tenido que venir ha—sta acá —hablo mirándolo. Él no me ve, sólo asiente y camina a la puerta. Lo sigo después de darle una mirada de odio a mi madre, y ella se encoge de hombros.
—Lo lamento, pero no es mi culpa —digo corriendo para quedar cara a cara con él; asiente y me ve a los ojos— Te quiero, te quiero muchísimo Jords, simplemente no me gusta la manera en como te trata —sus ojos tienen un brillo diferente hoy— A mi tampoco, pero ha sido siempre de esta manera. Matt ella no me quiere, pero no puedo hacer nada al respecto
Estamos parados en el jardín delantero. Esta oscuro y se puedes ver las estrellas. Matt lame sus labios y se acerca lentamente a mi. Nuestros labios se encuentran y se mueven a un mismo compás. Su boca es gentil con la mía, hasta que encuentra la manera de entrometer nuestras lenguas. Es un beso apasionado para entonces.
—Pensé que eran sólo amigos —la voz de mi madre hace que me separe de un salto de él. El desprecio en su voz es lo que tengo grabado en mi mente, y sus palabras se repiten una y otra vez, enojándome cada vez más— Te quiero, Matt. Suerte en tu vuelo, espero que todo salga bien. Me escribes por Twitter cuando llegues allá —digo en su oreja mientras lo abrazo.
Tras despedirse de mi, emprende su camino de regreso. Me quedo viendo su silueta hasta que desaparece del todo en la oscuridad. Me doy la vuelta y comienzo a caminar de regreso al interior de la casa.
Cuando paso al lado de mi madre, que esta apoyada en el marco de la puerta, me aseguro de pasar golpeando levemente su hombro. Me jala de la muñeca provocando que me de la vuelta.
—¿Qué te pasa? ¿Quien crees que eres? —Sus palabras me indignan lo suficiente como para responder e iniciar una pelea, que sé que no tengo ninguna posibilidad de ganar, pero lo hago de todos modos.
—¿Que qué me pasa a mi? ¡¿Qué te pasa a ti?! Por primera vez desde el jardín de niños tengo un amigo de verdad ¡Y tu lo espantas de esta forma! ¡Tengo suerte que Matthew sea educado y comprensible y no se haya enojado conmigo por tus locuras de anciana abandonada y enojada con la vida! —El coraje se apodera de mi boca y de lo que digo, pero no me puede importar menos porque todo lo que acabo de gritar a mi madre es verdad. Mi odio hacia todo lo que me ha hecho está siendo absolutamente claro.
Ella se queda anonada, sin palabras aparentes para responder. Tapa su cara con sus manos, y luego mueve unos mechones de cabello de su cara. Sorbe su nariz y se va sin decir nada. Sus tacones pateando el suelo es todo lo que oigo por unos segundos, hasta oír la puerta de su cuarto cerrarse.
Lágrimas fluyen de mis ojos cuando subo las escaleras. Debajo de mi cama busco mi navaja y me encuentro con cuatro, y no puedo distinguir cual es la buena, por lo que me quito rápido mi jeans y paso la primer navaja por la piel, hiere, pero no pasa nada.
Trato con la segunda, y esta se ha quedado completamente sin filo. La tercera finalmente es la que logra sacarme sangre.
A veces me da pánico ver el fluido rojo, pero ahora no es una de esas veces, por lo que al verlo salir lo tomo entre mis dedos, viendo su color y su textura. Mis lágrimas han parado, pero puedo sentir mojada mi cara y las lágrimas secarse un poco.
Sin notarlo me quedo dormida, tirada en el suelo como una niña pequeña, abrazada a una almohada.
Mi celular suena, y me levanto del suelo. Mi cuello duele, y tengo entumecido el lado del que he dormido. Busco mi celular y cuando lo encuentro, noto que son las dos de la mañana. Es un mensaje de Matt.
"Bien, no he podido dormir pensando en lo que ha pasado hoy. Estoy seguro que tu madre no te trata bien Jordan. Tengo miedo, miedo de lo que ha pasado todo este tiempo que no estoy ahí para ti. Hoy fui un cobarde. Tuve que haberte defendido. Lo lamento muchísimo por no poder ser tu héroe, aunque es lo que más quiero en todo el mundo. Me he puesto a llorar hace un momento, pensando en que quiero que seas feliz. Quiero hacerte feliz, alejarte de todos los maltratos. Quiero demostrarte que me importas, ¿si? Es lo único que necesito estos momentos. Cuando regrese de Londres tendremos una plática, y necesito que me avises cuando estés con tu psicóloga. Te quiero, nunca olvides eso."
No me di cuenta cuando empece a llorar, pero se que lo estoy haciendo en estos momentos. Sólo el hecho de pensar que Matt se ha preocupado por mi tanto que no puede ni dormir, me pone de un humor que no sé describir. No estoy triste, pero no estoy feliz. Estoy neutra pero con una clase de humor. Es muy confuso, ni yo me entiendo.
No quiero contestar, prefiero esperar a hablar con él cara a cara, no quiero decir todo lo que siento y pienso mediante un mensaje de texto. Me acuesto en la cama, abrazando un peluche imaginando que es Matthew.
"Te amo, gracias" susurro y doy un pequeño beso en la coronilla de la cabeza del dinosaurio de peluche.
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He escrito este capítulo en Starbucks. ¡Me sirvieron un te que es tres por ciento hierbas y noventa y siete por ciento azúcar! Me da asco y siento que me va a dar diabetes con sólo tocar el vaso.
Pero bueno, estoy sola y aburrida por lo que decidí escribirles un capítulo, espero que no sea muy corto y que les guste.
¡MIL LECTURAS! No saben cuan contenta esto me ha puesto. Vamos por más chicas, me han dado la confianza para saber que mi historia puede ser muy conocida. Como siempre gracias por todo su apoyo increíble, sus comentarios son los mejores y me dejan con una sonrisa en el rostro todo el día. Las amo tanto.
Comenten que tal el capítulo. Unos más y habrá escenas explícitas de estos dos chicos. Muakkkk muchísimos besos.
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Different || Matt Espinosa
FanfictionNadie sabía cuan perdida estaba, cuanta ayuda necesitaba... pero llegó él, con su carisma, su energía e hiperactividad insaciables, con unos ojos café con el brillo más hermoso, y una sonrisa radiante. Todo fue... diferente. Logró enamorarme, logró...