LO QUE MI ALMA DICE

De Sensaciones

Yo siento

Pero es una rara sensación. Una demente sensación. Una hermosa sensación. Misteriosa sensación sentir sensaciones. Llevarlas a la realidad es más difícil que imaginar como se sienten. Tampoco se puede explicar, la ansiedad habla por el estómago, la razón piensa por si misma, y entonces ¿cómo se explican los sentires? Son conjuntos de grandes abrazos, palabras bien dichas, riquezas no encontradas habitando cada ser. Sentir el hormigueo bajo el corazón, la impaciencia de la imaginación, la duda del cariño, la incertidumbre del mundo que nos rodea, la creación de todos nuestros vientos. Brisas nocturnas, aires veloces, rayos oscuros, todo carece de lógica frente a la sensación. Risas cómplices, ojos aliados, espirales triangulares. Y aún con todo eso, todavía no sé como expresar una sensación de muchas otras, sino no me alcanzarían las líneas para explicarte lo que me sienten estas sensaciones. Por más que intente pensarlas, no puedo entenderlas ni contarlas. Pero existen ahí, latiendo felicidades.

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El atrapasueños

Antes corría. Y corría demasiado. Sucedía algo y corría. A veces lo hacía estrujando mi corazón en mis manos, y corría hacia las siluetas. Corría porque lo injusto me reventaba el juicio, corría para dar explicaciones. Corría para llegar a tiempo de que no se queden con versiones irregulares. Corría para apagar mentiras. Apurado corría todo el tiempo siempre pensando que era yo el que lastimaba. Hoy decidí que ya no me hace falta correr más. Y no es por tu imagen, o las suyas. Es porque me cansé de correr sin resultados. Cumplimos tu objetivo. Atrapar, tantos sueños como pudiste. Enseñarme que siempre se puede continuar, y sobre todo, el significado de volver a ser. Te agradezco, sin haberlo dicho nunca, te agradezco. Y un cálido adiós a dónde quieras que estas redes terminen, ellas sabrán dónde seguir su curso. Ellas sabrán expiar lo que no se vió. Ella sabrán lo que nunca se vió.

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Fríos

Ya no tengo nada para ofrecer, mis manos están vacías y mi cuerpo cercenado. Más no vencido, pero si protegido con acero frío. Son las frías avenidas de antaño. Me pregunta si realmente había pasado por tanto, no sabría decirle en realidad. Hay destellos pasados, valles no encontrados, complicidades austeras, pero yo sigo avanzando fuerte contra toda adversidad. Ya no existe margen de error para el calculador, la mente fría no se permite fallar de nuevo, y aunque hayan miles de recetas que abrigen de cuando en vez mi desprotegida cama, aún no he visto salir el sol. Ya no tengo nada que ofrecer, mis manos están vacías y mi corazón endurecido, pero es mejor así, contra todo tiempo, lluvias, calores, fríos, estaciones, brisas... todavía estoy esperando en aquella esquina donde el tiempo congeló tu llegar y mi corazón.

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La máquina del tiempo

Hace unos días donde parecía un momento muy corto, imaginaba como hubiese sido su futuro si su pasado no se hubiese encontrado con tantas centurias de calamidades. Se propuso cambiar su pasado desde su futuro. Como reescribir todo tachando los versos antiguos, pero enseguida se dio cuenta que esta era un tarea caprichosa, pues sólo estaba seleccionando momentos que eran de su conveniencia para armar un pasado certero. Sin embargo prosiguió aún sabiendo que suponía un peligro para él y todos los que componían su historia. Le llevó años hacerlo, y el resultado fue el mismo, porque intentando reestructurar todo, vivió de nuevo el mismo pasado solo para llegar al final, sonreír, mirar al cielo y decir: "gracias", que al fin y al cabo, seguía siendo el mismo. Ahora, cada vez que intento cambiar algo, mejor sonrío sin intentar y espero el mejor final para cualquier momento, o el peor, porque después de todo, ¿qué sería de nuestras vidas sin ese hermoso cóctel de errores que nos hace humanos?