FINALIZADO.
Breves relatos con un pequeño toque de realismo mágico, cada uno de ellos representa una etapa del autor en sus últimos años. Lo que mi alma dice recoge historias tristes, de amor, de auto reconocimiento y superación. Momentos propios d...
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Arrogancia
Yo también junto pedacitos. Ando y ando armando rompecabezas con piezas perdidas. Y ahí se quedan, armados pero con huequitos que no puedo llenar. Y que me importa, si no los he perdido yo. Creía que la voluntad era cosa del desinterés por las cosas, el sigue y sigue de cada día. Todo el tiempo reincidiendo. Eso no es voluntad, es menuda testarudez. Tampoco creo que se trate de superar circunstancias o no, después de todo el camino siempre es arduo. Con su infinita benevolencia ahí está. Ni busca siquiera esos trozos perdidos, más bien arma nuevos paisajes. Ayuda a enterrar lo pasado y moldear lo que ahora es necesario. No me molesta hacerlo, ni me genera estupor, solo sé que hay tiempo para todo, y ese todo hoy es inventar nuevas constelaciones. Tiemblo de miedo por mi inconstancia, una espuela es todo para mí mientras me muestra el sendero con su música...
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Nuestras demencias
Ahora que tenemos cuerpos separados no tengo que preocuparme por complacer obviedades sobre el amor. Estoy partido en dos y la segunda opción toma el control, es después de todo el que cuidará el corazón. Somos dos mitades distintas dentro del mismo envase. Soy yo, es él. Pero él es mejor. Ahora que tengo dos entidades distintas yo elijo a quien mostrar. Y él elije a quien elegir. Hoy nos levantamos y por primera vez en esta primera vez estuvimos de acuerdo en algo: salvar lo que vale la pena salvar en este mar de dudas. Por eso vamos a buscar algo que ya nos ha encontrado y nos estuvo esperando, la mejor cómplice en nuestro mundo de ficción. No nos sentimos solos, solo queremos oír su voz al compás de un piano, ejecutado por cualquiera de nosotros dos. No nos sentimos comparados, pero uno de los dos debe de surgir, y ese, elijo que sea mi nuevo yo. Gracias por estar del lado equivocado. Gracias por surgirme. Ahora vamos a navegar, atrapasueños.
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Soy mi árbol
¿Qué si soy genial? No lo sé. Pero supo abrigarme en mis inviernos. Recoger las hojas secas de mis otoños. Ser la brisa fresca en mis noches de verano y luego, luego cosechó las flores en primavera. Decía que era un largo proceso donde aquí desplegaba todas mis dudas, mi cariño, mi corazón. Las ramas secas de este árbol. Mi árbol, era más hermoso, desnudo de follaje, porque según explicaba, no escondía nada. Supe ser el tronco más triste, hasta que le talló unas palabras que le dieron vida de nuevo. Aliento. Con el tiempo no supo explicar porqué seguía intacto ante las calamidades del mismo tiempo. Las estaciones. Nada tenía sentido, ni sentido la nada. Ni sentidos sus ojos. Mis ojos. Pronto noté que era regado a diario, cuidado de las bestias del bosque y mimado cada día. ¿Así como uno no puede florecer? No seré el árbol más bonito del bosque, ni el más alto, ni el más frondoso, sin embargo mi corazón reside ahí: no necesito ser genial. Soy el más resistente. El más colorido. El más fuerte.
