Siempre Juntos- Secuela de Mi Hermanastro- One Direction|Z.M

Capítulo 31

Narra Zayn.

Hoy es el gran día. Por fin despertara mi esposa, aunque es muy poco tiempo que ha estado en coma para mí ha sido una eternidad y no quiero que eso vuelva a suceder.

Llegamos al hospital y como siempre la recepcionista nos recibió, solo que ahora con una gran sonrisa.

- Buenos días, señor Malik. ¿Está usted listo? - Pregunto amablemente.

- Si, más que listo.

- Muy bien, sígame. El doctor ya lo está esperando en la habitación de su esposa. - Dijo saliendo de atrás del escritorio y haciendo una seña para que la siguiera.

Entramos al cuarto y ahí estaba el doctor Coleman.

- Buenos días, señor Malik. Todo ya está preparado. - Nos recibió el doc.

- Con permiso. - Dijo la enfermera y se fue.

- Bueno doctor que está esperando, despierte a mi esposa. - Dije con algo de desesperación.

- Tranquilo, en eso estoy. - Dijo moviendo algunas cosas en las maquinas que tenían conectada a mi esposa.

Yo esperaba pacientemente, pasaron al menos 20 minutos y Maya fue despertando, estoy tan emocionado de ver sus hermosos ojos cafés.

- Hola. - Susurré cerca de su cara.

- ¿Cómo se siente? - Interrumpió el doc. Nuestro mágico momento de miradas.

- Bien...bien, ¿creo?. - Contesto haciendo una mueca.

-¿No le duele mucho a un costado? - Volvió a preguntar.

- No, doctor me siento bien, solo un poco perdida en el tiempo. - Hice una mueca de confusión.

- ¿Perdida en el tiempo? - Pregunte preocupado.

- Sí, quiero decir, ¿Cuánto tiempo estuve dormida? - El doc. Al igual que yo relajamos la mirada.

- Pues vera señora Malik, usted estuvo dormida alrededor de semana y media. - Respondió con total calma. - Bueno los dejo para que puedan hablar tranquilos. En un rato más vengo.

Dicho eso el doctor salió de la habitación dejándonos solos, con nuestro bebe.

- No sabes cuánto te extrañamos - Estaba a punto de llorar.

- ¿Puedo cargar a Elliot?.

- Claro, claro. Toma - Le entregue al bebe.

- Vaya que es hermoso, como tú - Dijo mirándome a los ojos.

- Te amo, Maya perdóname por todas la estupideces que he hecho...- Ella me interrumpió, besándome agarrando mi nuca con su mano libre.

No fue un beso pasional sino uno tierno y con sabor a "Te extrañaba tanto". Después de un rato besándonos, platicando y admirando a nuestro hijo.

- Amor, ¿Dónde está José?, la última vez que lo vi tenía a Elliot en brazos.

- Se ha ido, su padre está algo enfermo y tenía que ir a su lado. - Conteste algo triste.

- Ya veo, que lastima le quería dar las gracias. Pronto lo iremos a visitar.

- Claro, Mi amor iré a llamar al doctor para que te venga a examinar. ¿Está bien?.

- Sí.

Salí de la habitación rumbo a la recepción. Iba por los pasillos y escuche una voz un poco familiar, cuando llegue me encontré con...