Harvester Of Sorrow

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Desperte por la luz del sol, estaba sentada sobre la cama... sola. James se había ido como si nada hubiese pasado, la verdad no se a caso ponerme triste o dejarlo pasar.

Suponiendo que estaba en la sala de estar o en la cocina, me vesti y fui hacía ella. Me pareció muy extraño que no estuviera aca.

Abrí el refrigerador -que no tenía nada para comer- y al cerrarlo me encuentro con una nota de post it pegada en la puerta.

"Perdoname por no haber despertado junto a ti, pero la verdad es que tenía otras cosas que hacer. Por favor no le digas a nadie que estuve contigo

   Un beso, y gracias por la noche

                                   Jaymz"

Me quedé inmóvil por unos segundos,  y al reaccionar tire con violencia la nota rota en mil pedacitos.

Que mierda se creía, se supone que si tanto me quería y me valoraba por lo menos debía despertar junto a mi. Como todos los hombres, el solo me utilizó como un objeto por la mierda, y yo como la estupida que soy caí en su juego como todas las demás que de seguro les hiso lo mismo que a mi. Todas sus palabras bonitas -ninguna que yo recuerde que me haya dicho- eran mentira. Para el colmo este maldito infeliz me dejó botada en Los Angeles después de haber pasado una noche con el.

Con toda la agresividad del mundo salí de su mugroso apartamento y cerré la puerta desquitandome, por poco casi la rompo.

Fui caminando por la acera como un completo monstruo: Toda despeinada, el maquillaje corrido a lo Alice Cooper y con una cara de odio tan grande que sería capaz de matar a cualquiera. Esto no se iba a quedar así.

Me detuve en una cabina de teléfono y de mi bolsillo saqué la única moneda que tenía. Rezando y rogandole a todos los santos por que James no fuera el que contestara, marqué el numero del teléfono que tenían los chicos en el apartamento. Espero que mi memoria no falle.

El pitido de espera se me hacía eterno, no aguantaba ningún minuto más.

-¿Si?- escuché la voz de Lars contestar al otro lado de la línea.

-¡Lars!-

Me sentí afortunada y bendecida al ser Lars el que contestara el teléfono. El es el único idiota que no me interrogaria.

-Alison... donde mierda estás- comenzó a hablar en un tono de voz bajo -Kirk está desesperado buscándote- por lo despacio que hablaba supuse que Kirk estaba con el.

-¿Estás con Kirk- pregunte con las esperanzas de que fuera un si.

-Si, ¿Quieres hablar con el?-

Celebre interiormente.

-Si-

Por una parte estaba feliz, pero a la vez tenía miedo a que Kirk no quisiera venir por mi, no perdía nada en pedirselo. Si tanto le gustaba sobreprotejerme, ahora este es su momento para actuar como super hermano.

-Que- contestó de mala gana

-Super hermanito...- dije irónicamente -¿Podrías venir a buscarme?-

-¡Donde mierda estás Alison!- grito tan fuerte que sentí a Lars lanzarle un objeto.

-Los Angeles- dije en un tono de voz inocente.

Por dentro moría de risa al imaginar la próxima reacción sorpresa  de Kirk.

-¡Como llegaste hasta allá!- ya se estaba saliendo de quicio. Lars le lanzó otro objeto -Oye para tu mierda hijo de puta-le grito

No podía contarle que vine hasta aca con el hijo de puta de James, ni que pasamos la noche juntos y mucho menos contarle lo que ocurrió.

-No se, me aburrí y tome un taxi hasta llegar aca- improvise -La fiesta de ustedes fue un asco-

-¿Y quieres que venga por ti?-

-No imbecil, quiero que me mandes un dragón para que venga por mi- dije sarcasticamente

-Eres una estupida- se notaba poco contento -Esperame en la entrada de la carretera, que iré por ti- colgó

Un sentimiento de odio, rabia e impotencia me invadían, y como no.. si James me dejó botada después de haber hecho lo que se le hubiese dado la gana conmigo,  y para mas Kirk deberá venir por mi ahora. Esto es una mierda, no quiero depender de mi puto hermano, y tampoco quiero estar cerca del maldito tarado de James. Que no daría por ver a todos estos malditos muertos.

Sentía un nudo en mi estomago y garganta, las ganas de llorar me la estaban ganando. Yo me entregué a el, y a cambio me paga con esto, ni siquiera me despertó para despedirse y darme las gracias por último,  solo me dejó una ordinaria nota escrita en el refrigerador.

El día no estaba para nada acorde a mi estado de ánimo. Un radiante sol daba un ambiente de alegría,  pero a pesar de ese puto sol yo no puedo estar feliz.

Pasé a una tienda para comprar algo de comer, ni siquiera me dejo algo para que me alimentara. Mi estomago sonaba.

Mientras esperaba en la fila sentía desmayarme del calor, ni siquiera el aire acondicionado del local podía hacer algo para que el ambiente estuviera más fresco. Sentía mi cara arder, junto a mis ojos por las infernales ganas de llorar que tenía. Para más, la ropa que llevo es la ee anoche, moriré asada si no salgo de aquí pronto. Ya se estaba acercando mi turno para pagar, cuando me doy cuenta que la ultima moneda que me quedaba la gaste en llamar a Kirk. Por la mierda, hoy es un mal -pesimo, horrible, terrible- día para Alison.

Me quedé parada como una imbecil pensando en que hacer, la fila seguía avanzando y ya estaba por llegar mi turno. No sabía a caso salir corriendo y dejar las cosas ahi, o esperar mi turno y decir que no tengo dinero.

Estaba completamente desesperada, tengo que salir de aquí, mis ganas de llorar me las ganarán. Es un día de mierda, no entiendo porque me tienen que pasar estas cosas a mi.

Al decidirme por dejar las cosas ahí y salir corriendo. Salí como una estupida con las manos en los ojos. Todos me miraban extrañados, lo único que quiero en estos momentos es que llegue Kirk.

Estoy llorando en la calle como un zombie. No se por que se me ocurrió venir hasta aca, de hecho ni siquiera se me ocurrió a mi... James me trajo hasta aca sin que me diera cuenta.  Y ahora me abandoma como si fuese una bolsa de basura. Lo odio.

Nothing Else Matters (Metallica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora