TaeHyung era un chico al cual le gustaba vestirse como mujer, usar faldas cortas, medias y gargantillas a juego.
Por otro lado Jungkook era un chico muy apuesto, rudo y malhumorado, el cual siempre llevaba su chaquetá de cuero negra.
«No adaptar est...
Sábado... Nunca dijeron el día de la cita, pero entre más rápido mejor... ¿no?
*El celular suena varias veces y lo abre hasta que suena la última vez*
Chico Doll: Hoy Chico Doll: A las 7 p.m. Chico Doll: En The Min's Chico Doll: Podré de ti, te quieras sobre pasar !Te estoy vigilando! Chico Doll: Lo siento, fue mi Hyung
Jungkook: Bien, te veo ahí a esa hora Jungkook: Y no le haré nada
*Tira su celular a un lado*
–No aseguro nada. -Tarareo
✡️
–Jiminie -abrazo a su mayor, colocando su rostro en el hombro de este para llorar falsamente. –Ya tienes la cita ¿ahora que pasa? -El pelinegro rodó los ojos. –¿Como se supone que iré? –¡Como Tu! –Pero... -hipo por el llanto falso. –¿y si el quiere a "El Doll"?como el dice –Entonces ve como el quiere
🔆
Faltaba poco para la hora asignada, el castaño se sentía un poco nervioso, nisiquiera el entiende por qué, seguían siendo desconocidos, no sabía ni su nombre.
La hora casi llegaba y el castaño decidió irse un poco más temprano, sólo por si a caso. Al llegar al café y entrar, busco la mesa más apartada del resto, puesto que tenía planes para esa noche. No tardó mucho para que llegara un pelinaranja con una falta negra, una gran camisa roja, un choker a juego, bien el ya conocía a Jungkook, puesto que lo tenía clasificado como el inalcanzable.
–Aqui me tienes. -El castaño no había quitado la mirada de el desde que entró a ese lugar. –¿No vas a decir nada?
–T-Te ves muy bien. -El castaño trago saliva, pensó Se verían lindas esas piernas al rededor de mi cintura. –¿Ahora me puedes decir tu nombre?
–No necesitas saber si después de esto no se supone que me vuelvas a buscar.
–Solo dímelo
–Kim TaeHyung -el pelinaranja rodó los ojos, sabía que después de eso no se lo quitaría de encima.
Pidieron algo para beber y siguieron platicando sin importar quien se les quedará viendo. El castaños no podía quitarle la mirada de encima, de sus labios bien definidos y lo besables que lucían cuando hablaba. Ya no aguantaba más, tenía que besarlo, tomo la barbilla del anaranjado y comenzó a acercarse más a él. El anaranjado sólo pudo tragar saliva antes de que sus labios fueran ligeramente presionados por los del castaño, sus ojos se abrieron más ante en acto del castaño. Los separó, se levantó de su asiento y lo único que salió de su boca fue. –T-tengo que irme. -Antes de salir corriendo del lugar.
🐰+🐯=♥♥
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