Capítulo 21

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Desperté en la mañana, la casa estaba en silencio, todo estaba muy tranquilo. Después de la borrachera que los chicos se pusieron anoche deben estar sufriendo en silencio en sus camas.

Me paré y fui a la puerta, la silla que deje la noche anterior estaba un poco fuera de su lugar. Seguramente Tae intentó abrirla.

Abrí la puerta en silencio, y todo estaba igual de tranquilo afuera. Bajé las escaleras, revisé cada rincón de la casa pero parecía que estaba yo sola.

Regresé a mi habitación, volví a cerrar tal y como dejé la noche anterior.

Me di un baño, me tardé mucho. De alguna forma me sentía estresada por el estado en el que los chicos llegaron anoche, no es que este mal que se diviertan y eso, pero pudieron haber avisado así hubiera dormido temprano y no me habría preocupado por la hora en la que llegaron.

Me arreglé lo mejor que pude para estar en la casa, quería verme bien mientras ellos tenían jaqueca y sufren. :v

En este momento me alegraba un poco que se sintieran mal, lo tienen un poquito merecido por hacerme preocupar.

Bajé a desayunar, seguramente desayunaría yo sola... o eso creí.

-- ¡___!-- gritó NamJoon desde su habitación.-- ¡Cariño, ¿podrías venir?!

¿Cariño? Bueno, claro que iré, si me llama así todo el tiempo iré todas las veces que me necesite.

Subí las escaleras, entré a su habitación, todo estaba totalmente a obscuras entonces encendí la luz.

-- ¡No!-- gritó, asustándome.-- Mis ojos, apagala.

Vi su cara, tenía unas ojeras muy marcadas, se veía pálido y su expresión era muy graciosa. Apagué la luz como pidió, también reí.

-- Tengo hambre.-- dijo en un quejido, tapando su cara con su antebrazo.

Aquella acción de su parte provocó una gran risa en mí.

Destapó su cara, se levantó un poco y me tomó del brazo. Me jaló bruscamente hacia él, haciéndome caer en su cama.

-- Eres una niña muy grosera.-- dijo palmeando mi trasero.
-- ¡Hey!-- dije riendo.
-- Tch, no te muevas.-- ordenó, palmeando nuevamente.

Tenía muchas ganas de reír pero con tan solo dos palmadas que él me había dado mi trasero ya ardía, no me arriesgaría a que me diera otra.

-- Tengo hambre.-- dijo nuevamente.

Me quedé en silencio, no sabía si contestar o no, yo sólo quería reírme. Mala idea, volvió a dejar otra nalgada pero está vez con más fuerza.

-- Que tengo hambre.-- dijo quejándose de forma graciosa.
-- ¿Y yo qué hago?-- pregunté riendo.
-- Pues dame de comer.-- dijo riendo igualmente.-- No te he visto mucho en semanas y ahora puedo verte te burlas de mí. Sé una buena niña y traeme algo para desayunar, por favor.-- sonrió mostrando sus preciosos hoyuelos.
-- ¿Y por qué no bajas a desayunar conmigo?--
-- Justo ahora, la luz podría quemarme.-- dijo alzando una ceja.-- Podría morir, sabes.

Reí de nuevo, estaba exagerando y eso era muy divertido. Me nalgeó nuevamente.

-- Está bien.-- dije quejándome.-- Ya voy pero ya sueltame.

Me soltó y me levanté rápidamente de la cama. Al salir de su habitación me regaló una hermosa sonrisa.

Dios, si sigue sonriendo de esa forma como podré hacerle maldades. Si lo hago me sentiré mal... Pero solo me sentiré mal un momento, después se me pasará, entonces no importa.

Paradise ♡  | •BTS• | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora