Paradise ♡ | •BTS• | +18

Capítulo 39

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Aviso: Empezaré con un lemmon con ChanYeol. Sé que no debería porque la historia es sobre BTS y tal vez esto no sea del agrado de algunas, sin embargo, muchas niñas me pidieron lemmon con este integrante de EXO y no me opongo, además yo soy la escritora. 7w7r Sólo te aviso por sí quieres omitir esta parte. Aunque lo dudo. :v

Ahora que lo sabes, continuaré.
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Deslizaba sus manos por el interior de mi blusa, mientras besaba mis labios, esta vez con más desesperación.

Era la primera vez que alguien, además de mis chicos, tocaba mi piel desnuda de esa forma.

Se sentía tan extraño, tan prohibido, tan exquisito.

-- Cha-ChanYeol.-- jadeé.
-- No voy a parar.-- habló despegando sus labios de mi abdomen.-- Ya estoy duro.

Aquellas palabras, junto con su profundo tono de voz me hicieron sentir más húmeda que al principio.

Deslizó mi pantalón mientras besaba mi abdomen, y yo quitaba mi blusa.

Pronto quedé únicamente en ropa interior, mientras ChanYeol seguía completamente vestido.

Sus ojos reflejaban lujuria y el gran bulto en su entrepierna era la prueba de ello.

-- ¿Puedo conservar tu sostén?-- preguntó con una sonrisa maliciosa.-- Ya sabes, como un recuerdo.
-- No pienso salir de esta habitación sin él.-- advertí.
-- Sí va a ser así, lo mantendré bien oculto.--

Quitó su camiseta y la lanzó lejos. Su abdomen estaba bien trabajado y no pude evitar tocarlo.

Se quitó el pantalón lanzándolo al suelo haciendo un gran ruido pues tenía su celular dentro.

Nos importó en lo más mínimo, el gran bulto que hacía su miembro dentro de su ropa interior tenía toda mi atención.

-- Sí sólo miras mi cuerpo me haces sentir como un objeto sexual.-- se quejó.

Nuevamente nos besamos. Frotaba su miembro, cubierto por su ropa interior, sobre mi intimidad, que también se hallaba cubierta por mi ropa interior.

Aquellos roces eran muy placenteros, tanto para él como para mí.

Quitó mi sostén de un sólo movimiento, dejándome únicamente en bragas.

Sin perder tiempo, llevó uno de mis pechos a su boca. Lamía con desespero mi pezón logrando que éste ardiera ante la fricción.

Me quejé en un gemido, haciendo que pasara a lamer mi otro pecho.

Sin dejar de frotarse contra mi intimidad, bajó mi ropa interior sobrante y él quitó sus bóxers.

Colocó la punta de su miembro en mi entrada y entró con cuidado.

Sin esperar un momento comenzó a moverse. Estaba tan lubricada que no fue difícil.

Su miembro se deslizaba con facilidad dentro de mí, era largo y grueso pero no lastimaba mi intimidad.

Sus estocadas eran rápidas y profundas, completamente placenteras.