~Sweet wine flavor~
Habían logrado escapar un rato de la disquera del mayor para pasar aunque ea unos minutos juntos. Su relación no era pública, pero muchas personas sospechaban de que entre ellos había algo más que una simple relación ídolo a fan. Se habían conocido hacía 4 años, en un meet and greet que había organizado el mayor en la ciudad donde vivía Vaneloppe. Todo marchaba normal hasta que llegó el momento de las fotos, Mario llevaba observándola un buen rato, desde que la notó en la multitud sentada con una de sus amigas. Cuando la abrazó para la foto pasó su mano por la cintura de ella y guardó un pequeño papel con su número personal en una de las bolsas del pantalón.
Desde ese día hablaban a diario, una cosa llevó a la otra y ya llevaban 3 años de pareja, ocultos del ojo público para que ella pudiera llevar una vida normal. Aunque esto implicaba el hecho de que se veían cada vez menos por las giras y conciertos del mayor. En un principio todo era oculto porque ella seguía siendo menor de edad, pero ahora ya tenían 18 y 24 años respectivamente. Días antes de su cumpleaños decidieron pasar una sana completa solos en una de las mejores playas privadas de cancún, pero cometieron un error, Vaneloppe salió al fondo de una de las historias de Instagram de Mario, donde decía estar en una vacaciones para él sólo. Las Bautisters rápidamente dieron con la cuenta personal de Vaneloppe y empezó a tener un crecimiento abundante de seguidores. Los medios empezaron a seguirla a la universidad y querer entrevistas sobre la supuesta relación que tenía con el cantante.
Hoy era su 3er aniversario de novios, el último aniversario no pudieron verse, puesto que el chico se encontraba en Los Ángeles y ella en Cdmx. Decidieron ir a comer al restaurante donde fue su primera cita hacía 4 años (cabe aclarar que tuvieron varias citas antes de convertirse en pareja.) Pidieron exactamente lo mismo que ese día y esperaron. Ambos vestíam de manera "incógnita" para ocultarse de las cámaras, con gorras y lentes oscuros. Se reían de las estupideces del otro cuando uno de los meseros derramó accidentalmente una copa de vino sobre la ropa de la menor.
-Se-señorita, cuanto lo siento. Permítame ayudarle. - dijo el joven tomando unas servilletas de la mesa para tratar de limpiarla.
-No hay problemas, los accidentes pasan. ¿No?. - exclamó ella dándole una sonrisa al mesero para que no se sintiera culpable. Causándole un sonrojo. - ¿Podrías decirme donde está el baño?. -
-Clar-ro. Está por allá. - dijo señalando al fondo del restaurante.
-Muchas gracias.- le sonrió amablemente. - Vida, ¿Podrías traerme una camiseta nueva?.
-Porsupuesto cielo, aunque creo que solo traigo una mía en el maletero. ¿Igualmente te la traigo? - trató de sonar lo más calmado posible, aunque por dentro estaba hecho una furia. El mesero miraba mucho a su novia y no le agradaba para nada eso.
-Sí. Ya veré como la arreglo. - dijo parándose de la mesa y dirigiéndose al baño de manera rápida mientras trataba de ocultar su pecho de las miradas curiosas.
Mal día para elegir una blusa blanca y un sostén del mismo color. Se transparentaba todo y sentía las miradas sobre ella. Al llegar al baño cerró todo con llave y se quitó la gorra, lentes y blusa para quedar en únicamente su sostén de encaje blanco que había pasado a ser de unas partes morado a causa del vino. Miró su figura en el espejo y se detuvo en su trasero y caderas. No había llegado virgen a la relación con Mario, la perdió a los 14. Era muy pequeña y realmente no lo disfrutó para nada, pero cuando tuvo intimidad con Mario descubrió los placeres del sexo. Después de largas sesiones de este acto terminaba cansada, al igual que él. Lo hacían regularmente, aunque esto se veía reducido por los constantes viajes del mayor. No había notado que su cuerpo había comenzado a cambiar para bien, se suponía que al dejar de ser virgen tus caderas se ensanchaban, pero en ella no pasó hasta que comenzó sus sesiones con Mario. Sus caderas habían aumentado considerablemente y su cintura había reducido mucho, sus pechos estaban más grandes. Sabía que estos no eran síntomas de embarazo, ya que ella usaba un implante anticonceptivo y también usaban condón... De vez en cuando. Mientras seguía centrada en los cambios de su cuerpo tocaron la puerta.
-Soy yo, vida. Ábreme. - dicho y hecho. Le abrió la puerta del baño y este al ingresar la cerró tras su espalda. - Considero que te verás divina con mi camiseta.
-Mi cuerpo ha cambiado mucho últimamente. - dijo mirándolo atravez del espejo. - Mis pechos y caderas son más grandes.
-Dudo que sea un embarazo, porque siempre usamos protección. Ya sea de una forma u otra, pero puedo comprar una prueba para salir de las dudas. - exclamó mientras se acercaba a la menor para pasar sus manos por la cintura de esta y abrazarla.
-No, no estoy embarazada. Ya tuviera síntomas notorios. - dijo dándose la vuelta para mirarlo a la cara. - La última vez que sucedió algo fue hace meses.
-Muy cierto. Me has hecho mucha falta, extraño tu cuerpo desnudo sobre el mío. - susurró cerca de su oído. - oírte gemir mi nombre... - besó su cuello y se quedó ahí un rato, disfrutando de su aroma. - y disfrutar tu hermoso cuerpo.
Mordió levemente el cuello de la menor y esta soltó un jadeo, moviendo su cabeza hacia la derecha para darle mayor libertad en su cuello. Sus besos bajaron a su hombro, donde dejó varias marcas para seguir con su camino a sus clavículas, donde repitió el mismo procedimiento. Una de sus manos recorrió el camino de su cintura a su espalda y desabrochó el sostén de la menor.
-A-aquí no. No quiero que interrumpan este momento. - dijo jadeante la castaña mientras llevaba sus manos al sostén para mantenerlo en su lugar.
-Está bien, lo entiendo. - se separó de ella y buscó algo debajo del lavabo. Tomó el cartel de "fuera de servicio", abrió la puerta y lo colocó por fuera. - Solucionado.
-Eres un tonto. - dijo sonriendo mientras quitaba sus manos de sus pechos, dejando caer el sostén.
-Pero un tonto que te hace disfrutar. - dirigió rápidamente su boca a uno de sus pechos, recorriendo el camino que había dejado el vino sobre este. - Un tonto que te hace disfrutar de sobremanera.
Enredó sus dedos en el cabello negro del mayor, acercandolo mas a su cuerpo. Soltó un gemido de sorpresa al sentir como este quitaba su pantalón de manera brusca y rápida, sus labios se unieron a los de él miéntras se deshacía de su cinturón. Las manos del mayor viajaron lentamente desde su cintura hasta sus caderas, comenzando a jugar con el elástico de las bragas de encaje blanco que llevaba su novia. Las bajó de manera rápida y bruscamente le dio vuelta, para que se mirara al espejo.
-Mírate, completamente exitada y esperando por mi. - pasó su mano por entre sus pechos hasta llegar a su cuello y envolvió este con su mano, disfrutando la irregularidad de su respiración. - Mierda, te ves jodidamente bien así.
Mordió su labio inferior y rápidamente apartó su mano de su cuello para quitar su pantalón desesperadamente. Bajó su ropa interior en el mismo movimiento y miró los ojos de su novia atravez del espejo, esperando aprobación para su siguiente movimiento, la cual obtuvo. Mordió levemente el hombro de la menor al estar completamente dentro de ella, sintiendo en su lengua el dulce sabor a vino tinto que había en este. Comenzó a mover sus caderas de forma lenta, para que ella se acostumbrará a su grosor después de tantos meses sin actividad. La menor movió sus caderas para darle seguridad de que podía acelerar, y así lo hizo.
Sus embestidas tomaron un ritmo rápido y brusco, tanto así que en el baño lo único que se escuchaba era el sonido de sus pieles chocar y unos cía tos jadeos provinientes de ambos. El mayor pasó uno de sus brazos alrededor de la cintura de su novia y acercó su torso a la espalda de la chica, el otro brazó pasó por entre sus senos y su mano se envolvió alrededor de su cuello. Fijó su mirada en el espejo, mirando los labios de la chica. Estaban rojos e hinchados de tantas mordeduras para callar sus gemidos, acercó su boca a cuello sin despegar su mirada de ella y lamió. Soltó un gemido y sintió como las paredes de la menor se apretaban alrededor de su miembro. Saboreó el vino tinto en su cuello y soltó un gemido al sentir el orgasmo cada vez más cerca. Sus embestidas se volvieron erráticas y sin agilidad, podía sentir la respiración irregular de su novia debido al reciente orgasmo y la sobreestimulacion.
-Oh demonios. Ma-mario... - exclamó la menor al sentir como su segundo orgasmo se acercaba.
El gemido de la chica bastó para que el pelinegro pudiera llegar a su tan deseado orgasmo. Se abrazó al cuerpo de su novia, tratando de normalizar su respiración.
-¿p-podemos seguir en casa? - dijo con un sonrojo la menor.
-Por supuesto que sí. - besó su cuello y sonrió.
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𝑺𝒎𝒖𝒕 𝑪𝒉𝒂𝒍𝒍𝒆𝒏𝒈𝒆 {𝙼𝚊𝚛𝚒𝚘 𝙱𝚊𝚞𝚝𝚒𝚜𝚝𝚊}
Fanfiction{Los primeros 12 one shots están siendo editados. Si los leíste antes de la edición es recomendable releerlos puesto que serán cambiados en su totalidad} 30 One-Shots hot con Mario Bautista. § ADVERTENCIA § Escenas detalladas. #74 Jr 14/10/18 #72 J...