Maratón 4/10

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La llegada imprevista de Momo con varios oficiales de policías puso en alerta al heterocromático.

—Todoroki-san, ¿el joven Midoriya?

—Descansando en la habitación que le designe.

La joven hizo unas señas a sus acompañantes, indicando que ella entraría primero.

—Momo, te mentí —susurró el bicolor —no ha dormido desde que lo traje aquí, no come y solo se dedica a llorar. No sé si sea buena intentarlo. No le agrada mi presencia.

La chica se tomó la sien, llevando al chico a la cocina.

—Todoroki-san, el joven Midoriya sufrió abuso, es normal que se muestre reacio al contacto masculino. Solo dios sabe como está en este momento, la falta de sueño y apetito también es normal sin embargo no es eso lo que más me preocupa. ¿No te has puesto a pensar?

Shoto se muestra confuso, sabe que la condición de Izuku no es la mas óptima pero no descubre el punto clave.

—Es la razón por la que traje a un médico. ¿Aún no lo entiendes?

El heterocromatico se rindió, Yaoyorozu reía levemente mientras lo dejaba con el dilema.

Al recobrar la compostura, la chica se dirigió sigilosamente al cuarto mencionado, primero toco la puerta, al no tener respuesta entró sin hacer ruido.

Ya en el interior, observó que la cama estaba vacía y desordenada, la comida en la mesita de noche se encontraba intacta y, sonidos de arcadas desde el interior del baño.

Con precaución, giró la perilla del baño, observando a un peliverde terminando de vomitar para proceder a enjuagarse la boca.

—¿Izuku?

El nombrado volteó asustado, viendo a la chica que le resultaba desconocida.

—Tranquilo, soy Momo Yaoyorozu, jefa del departamento de policía, vengo a brindarte apoyo y a pedirte tu declaración para la denuncia en contra de Bakugo Katsuki.

Ante la mención del nombre, las lágrimas que descendían aumentaron.

La chica se le acercó lentamente, cautelosa de la reacción del pecoso. Este no hacía mas que llorar en silencio.

—Vamos a la habitación, ¿te parece? —instó la joven.

El contrario accedió, dejándose llevar por ella.

Ya sentados en la cama, la chica saca su pañuelo, limpiando todo rastro de lágrimas en la carita del chico.

—Sufriste mucho, ¿cierto? Pero no debes temer, no dejaré que te hagan daño, Izuku, ese bastardo no se saldrá con la suya.

Izuku no habla, sus ojitos jade ya delatan como se siente.

—Yo te protegeré, Izuku. —suelta al ver la calmada reacción del peli verde con ella.

La chica extiende sus brazos en señal de que el lastimado pecoso puede confiar en ella.

Y así sucede, el indefenso chico se refugia en los brazos de la mayor, buscando consuelo y dejando caer amargas lágrimas.

Esta pasa una mano por su cabello, acariciando. La otra la baja a la altura del vientre del chico, pensando en como afectará la vida del chico si sus teorías son correctas.









No hagan enfadar a sus mamis, se enojan bien feo y terminan por quitar el teléfono y las computadoras :'v

No lo revisé >< disculpen si hay algún error ortográfico

No Es Mi Hijo  MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora