No Es Mi Hijo Mpreg

Maratón 10/10

El rubio cenizo lo miró con su amenazante mirada carmesí.

-¿Qué demonios quieres?

El grosero tono de voz de Katsuki intimidó un poco al menor, pero este con determinación logró quedarse parado frente al recluso sin temblar tanto.

Esa mirada furiosa le hizo recordar sus penurias, pero muy a pesar mantuvo su compostura.

-Hay algo que debo hablar contigo. -Agradeció mentalmente por no haber tartamudeado, pero sabe que esa imagen fuerte no dudará mucho tiempo.

-¿Qué mierda tienes que decir? No me interesa nada que tenga que ver contigo.

-Solo quiero que me escuches, Katsuki. Estoy embarazado y es tuyo.

El rostro del peli ceniza se desfiguró al oír eso.

-¿Pero qué mierda dices? ¡No me jodas, maldito! No vengas con esa mierda ahora.

Los ojos del pecoso se llenan de lágrimas mas no dejó escapar ninguna.

-Lo lamento, pero lo hecho hecho está y no hay manera de deshacerme de la criatura.

-No entiendo ni mierda de lo que hablas, pero una cosa sé, no es mi hijo.

El pecoso tiene que cubrirse la boca con la mano para evitar sollozos.

-Lo es, Katsuki, lo que pasó, lo que me hiciste. Lo siento. -delgadas lagrimas se deslizan frente al furioso rubio.

-¿Vienes a decirme eso después de tanto tiempo? Qué curioso, ¿no? Empiezas a trabajar y me sales con que estás embarazado. ¿Qué me prueba que no te metiste al baño y te revolcaste con alguno de ellos? -cuestiona viendo a Toshinori y a sus empleados quienes le devolvieron la mirada a la distancia, angustiados.

-Katsuki, en todo el tiempo que estuvimos juntos, siempre te fui fiel -se mordió los labios tratando de hablar sin quebrarse más.

-No me interesa, mierda. Aborta. Regálalo. Deshazte de esa porquería, no tomaré la responsabilidad de un mocoso que no es mío.

-¡Escúchame Katsuki! -exclama desesperado y dolido por sus palabras- me conoces mejor que nadie, estuvimos juntos por tantos años y sabes que yo jamás sería incapaz de traicionarte. Me hiciste daño y estoy muy resentido por ello, pero este bebé no fue hecho solo por mí, tal vez no fue creado en las mejores circunstancias, pero está aquí -llora agarrando su vientre plano- si lo abandonas ahora o estás conmigo en esto no me afectará a mí, tus acciones afectaran a este bebé. Este bebé no te juzgará por tus acciones del pasado, este bebé te juzgará por tus acciones del presente y del futuro.

Katsuki estuvo a punto de replicar, pero los oficiales lo tomaron para hacerlo entrar al juzgado puesto que los veinte minutos de espera habían culminado.

El nuevo veredicto del juez no fue diferente al primero a pesar de que minutos antes fue informado de la espera gestante de la víctima.

Tres años de prisión con posibilidad de reducción de la condena por buena conducta o salir bajo fianza por la suma de seis mil quinientos dólares más la pensión obligatoria mensual.

Otros temas también fueron definidos por el juez como la repartición de los bienes que habían adquirido juntos. Se decidió que el departamento en el que vivían -el cual había sido comprado entre los dos- quedaría a nombre de Izuku como parte inicial de la pensión por el tiempo gestante y por daños y perjuicios morales.

Katsuki y su abogado se quejaron, pero el juez no acepto más apelaciones, Inko lloró por el veredicto que, aunque haya sido reducido le otorgaba a su hijo un lugar seguro donde seguir viviendo.

Shoto y Momo se consternaron por el fallo, pero de igual modo se sintieron alegres por el pecoso; Uraraka, Eijirou y Yagi le brindaron su apoyo lamentando el tiempo que Izuku permaneció aislado y que no les permitió tener protagonismo en la situación. El escritor le mencionó que podía seguir trabajando en la librería si gustaba, podía ser trasladado a la segunda planta que era más tranquila y le brindaría la distracción que necesitaba en el embarazo además de no ser un trabajo esforzado.

Izuku se sintió bendecido, supo entonces que después de la tormenta viene la calma, la resiliencia a la que se aferró no fue en vano.

Próximo capítulo:

El infierno de los Todoroki. Los traumas de Shoto salen a la luz.