It's You |S.M| © (TERMINADA)

Prólogo

"Pienso que no existe un momento exacto en el que te enamoras, creo que cuando te das cuenta de que estas enamorado en realidad lo has estado desde hace mucho tiempo atrás. Creo que nadie elige de quien enamorarse... No intencionalmente, tampoco alguien puede elegir desenamorarse. Los sentimientos están o no están. Uno no puede forzarlos ni hacer que se vayan"

-Esto es guerra, Leila Ripiano

—¿Ves todas esas estrellas? — Apunto con mi dedo al cielo.

—Si, obvio— Meli responde riendo.

—Pues algunas dejaron de brillar hace mucho tiempo—Meli me mira con una cara de total confusión ante lo que dije.

—¿Eh? ¿C-cómo? ¿murieron?

—Si, podría decirse que sí, pero alguna vez brillaron tanto, fueron tan fuertes, que su energía sigue en el espacio y las seguimos viendo en el firmamento... lo mismo ocurre con las personas... hay algunas que son tan importantes, que, aunque mueran siempre estarán en nuestros corazones... —Mis palabras fluían tan fáciles, no me constaba nada decirlas, ni pensar en cada detalle de ella, solo hable. Deje que mi corazón los hiciera y la honestidad reinará ante cada una de mis palabras. Desvíe mis ojos a la luna, la cual brillaba demasiado, pero que estaba a punto de ser oculta por algunas nubes, mire de reojo a Meli y pude ver como en ese momento una lágrima resbalaba por su mejilla.

—¿Sabes? Creo que en realidad las personas nunca mueren en sí, realmente mueren cuando nos olvidamos de ellas...—No supe que decir en ese momento para consolarla porque no es para nada fácil superar la muerte de un ser querido y más cuando habían sido sus padres y a tan temprana edad, pero a pesar de que no sabía que hacer solo la mire, nuestras miradas conectaron por largos minutos y sentí que por más loco que sonara, ella pareció leer mis pensamiento, y supe como ella en mi mirada veía las ganas tan inmensas que tenia de salvarla y creo... que para ella eso fue más que cualquier cosa que pudiera hacer en ese momento, tome su mano, entrelace mis dedos con los suyos y solo nos dedicamos a mirar juntos las estrellas disfrutando de la cálida compañía del otro.

"Muchos decían que el tiempo sanaba las heridas, pero había llegado a una conclusión, tal vez erróneas o lo que fuera, que no era el tiempo quien las sanaba, si no, lo eran las personas. O una en especial. Alguien que supiese darte una mano y sacudir el polvo que había en ti, alguien que tratara con caricias tus lastimadas o besara tus cicatrices, comprendiera tu pasado y amara tu presente. Entonces no se trataba de quien se adentrará contigo al hoyo, se trataba de quien buscaba la forma de no caer contigo y encontrará la iniciativa de sacarte desde afuera."

-Melissa Anderson