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Capítulo 12 - Rizos

Maratón 2/3

Mathew

Nash no dejaba que viera a Melissa, lo único que sabía de ella era por mi padre, al menos no la sacaron del hospital, tome mi teléfono, busque el contacto de Emma y la llame, al tercer pitido contesto.

Llamada

—¿Alo? —la escuche decir a través de la línea.

—Emma, sé que estas enojadas conmigo y no es para menos, pero necesito y quiero verla—dije casi suplicante, mientras escuchaba la voz de Nash al fondo.

—Él no te dejara—dijo susurrando— pero....

—¿Pero?

—Espérame unos minutos, te llamo luego.

—Está bien pero no tardes— colgué

Fin de la llamada.

Empecé a mirar el techo, preguntándome ¿Como se lo diré a Cameron? De seguro va a matarme.

⚡⚡⚡

—Iré al baño, apresúrate, Nash puede llegar en cualquier momento—Emma me había llamado, porque Nash fue a su casa a cambiarse.

—Meli—dije casi arrastrando las palabras —Nena despierta ¿Sí? Cameron ya regreso, aun nos quedan muchas cosas por hacer princesa...

La puerta se habría dejado ver a un chico, muy alto, cabello castaño, tez blanca y ojos color miel, es el mismo que vi en la carrera hablando con Meli. Me escaneo con su mirada y esta se situó en mi mano la cual sostenía la de Meli.

—¿Quién eres? ¿Por qué sostienes su mano? — Pregunto con voz un tanto demandante, mientras entraba.

— Eso te pregunto yo a ti ¿Quién eres?

Miro a Melissa, abrió su boca para hablar, pero el cerro al entrar Emma, la mire suplicante para que me diera un poco mas de tiempo.

—No, tienes que irte antes de que Nash llegue.

—Está bien —metí mi mano en el bolsillo de mi chaqueta, sacando el colgante de Melissa—El día del accidente se te cayo esto—dije mientras le acomodaba el colgante en el cuello.

— ¿El collar de rizos? —Emma me miro sorprendida —¿Dónde estaba?

—Lo tenía yo, el día del accidente se le cayó y lo recogí, se me olvido dárselo —bese la frente de Meli dulcemente, mire al chico el cual estaba más blanco de lo que era—Adiós —dicho esto salí de la habitación.

Shawn

—¿El colgante de rizos? —Esa pregunta hacía eco en mi mente, me quede helado, no solo por el hecho de que Melissa la hermana, la niñera de mi hermana este en una cama conectada a maquinas la cual media su ritmo cardíaco, si no por el hecho de que solo hubo una persona en todo el planeta que me decía así.

—¡Shawn! — Emma hablo, mientras pasaba su mano por mi cara mientras chasqueaba los dedos —¿Estas bien?

—¿Quién es rizos? — vi como miro de reojo a Meli.

El mejor amigo de Meli en su infancia, de pequeña éramos ella y yo—sonrió dulcemente —pero luego conoció a un niño "rizos" —hizo comillas con los dedos —no recuerdo mucho de él, solo lo vi 2 o 3 veces, ella tampoco recuerda algunas cosas.

—¿Entonces no lo recuerda? —digo deseando que sea lo contrario.

—No y sí, es decir, tiene muchos recuerdos de él, algunos un tanto borrosos.

En ese pequeño instante sentí una felicidad indescriptible, esa pequeña, mi princesa es Meli, sentía toda la felicidad del mundo, o por lo menos eso fue hasta que la realidad me golpeo.

—¿Por qué esta en esa cama? —pregunte mientras veía a Nash entrar a la habitación.

—Tuvo un accidente —Nash cerró la puerta tras de el— Esta inconsciente hace 4 días.

¿cuatro días? Un momento.

—Fue la noche de la carrera, ¿por eso estabas raro?

En los días que estuve en New York llamaba y le enviaba mensajes a Nash, siempre que lo hacía me decía que estaba ocupado y llamadas duraban apenas algunos minutos.

—¿Como? ¿Qué dijeron tus padres? Cuando pregunte me dijeron que era un amigo de la familia.

—Ellos no saben nada y tampoco deben saberlo... Y si, dijimos eso en el instituto para poder faltar y que no llamaran a mis padres.

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