Solo

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Es de mañana en Amethyst Mountain y los cuervos grasnean y vuelan para buscar una presa, los coyotes y los zopilotes, ambos oportunistas y perezosos para raptar vidas, robando el recurso más preciado después del H2O, hablo de la comida.

El agua, es algo no tan importante como el oxígeno, es lo que hace mover al mundo, no es el dinero, como los humanos creen; pero el tema no es este, no vinimos a las entrañas de Yellowstone para esto o si?

Steans, el lobo blanco, despierta a plena nube que tapa el sol, a unos metros de una liebre que come tranquilamente un pedazo de arbusto apenas regado por el rocío, con un falso sentimiento de seguridad, sin saber que el ser inerte, estaba respirando, y que en unos segundos arremete contra esta, con una mordida acaba con la liebre, el impulso hacia el punto de la garganta la mata al instante.

Steans piensa que una liebre no le dará suficiente energía para dar algo más, para poder conseguir una manada, él debería aportar, o eso es algo que no es tiempo para pensar, es hora de ir por algo grande, algo que sea digno de nuestro lobo, y ya lo tiene en mente, percibe en la frontera de la planicie con el bosque, una presencia, que simplemente es algo que atrae a cualquier depredador apto, y es lo que a comido siempre, ciervos canadienses o wapitis, pero esta vez, están vivos, Steans sin dudarlo se dirige allí, por el camino se cruza con un coyote todo va muy bien hasta que repentinamente cruza con un alce adulto, Steans no sabe si irse por los ciervos o por esta gran presa, que lo mira fijamente listo para embestirlo y eliminar la amenaza.

El lobo lo muerde velozmente en el inicio del centro de espaldilla, pero la pata por poco y lo manda a volar, mejor no arriesga su vida, y va por una presa ganada con mucho, muchísimo esfuerzo, para un lobo solitario la vida es todo un reto, que con fortaleza podrá conquistar, solo tiene que elegir bien cada paso que va a dar, y esto le servirá a Steans a continuación, acaba de percibir un rastro de olores agudos para la nariz de un camino, y los ve, una manada de ciervos canadienses, aproximadamente 9 hembras y 1 macho, el macho apenas lo detecta sale corriendo, pues sabe que su vida vale mucho, y no va a arriesgarse por su harén, sabe que un lobo solo puede cazar un alce, regresara por su manada después de que todo allá pasado, efectivamente, Steans centra su atención en una hembra de la manada que esta en el centro izquierdo del grupo, Steans asecha, y antes de que nuestro audaz canino inicie un alboroto, fija bien su objetivo, y activa su instinto cazador, la manada se dispersa, cada animal corre a su propio ritmo, pasan aproximadamente 9 segundos hasta que Steans da una primera mordida en el medio de la tapa y la contratapa del trasero de la cierva, aturdiendola, le da dos mordidas más, pero las patas lo golpean en el hombro fuertemente quitandole el aliento al canino, después de recuperar su foco, sigue corriendo y le da 6 mordiscos distribuidos en 4 oportunidades, pero al ver la situación color hormiga, desiste y se retira a un esqueleto de bisonte que esta siendo devorado por cuervos, solo consigue unos cuantos gramos de carne; por eso, decide volver a la cacería, para encontrarse que ha perdido a su presa, por más que olfatea, no la halla.

Pero Steans es un lobo audaz, un animal que en sus genes está la perseverancia, y no desistirá hasta completar la misión personal de hoy, vuelve a buscar la manada y localiza a la hembra que tiene mordiscos por variadas partes de su trasero y sus patas , se repite la situación, el macho sale corriendo y las demás corren dispersandose, Steans usa su velocidad combinada con la adrenalina y la voluntad de 5 ejércitos, para alcanzar a su presa que ha tenido como objetivo desde el comienzo de todo esto, y con una afinación milagrosa de reflejos, muerde a la cierva en las patas, la tapa, la tapilla y su pequeña cola en unas 20 ocasiones, con solo 8 patadas; la ungulado, debilitada, ya no puede correr más y se defiende poniéndose en frente de su predador, Steans idea un plan en contados segundos, se aleja, por unos segundos, espera la oportunidad perfecta, la cierva se voltea hacia la manada que a unos decametros se está reunificando, y en una corrida, el lobo agarra impulso, y a unos 20 km por hora, salta y muerde con mucha fuerza la costilla transversal del ciervo, hiriendola y haciéndola bramar, esta intenta patearlo, pero Steans arriesga cada nervio de sus músculos, y recibiendo una patada, pero nuestro can arriesga todo por el todo en una ultima ocasión y en un salto vertical con fuerza hacia arriba, agarra el cuello de la cierva, tumbandola casi al instante, con la fuerza de todo sus ser, Steans le muerde la tráquea, matándola segundos después.

El lobo blanco, satisfecho de su trabajo, lanza un aullido de victoria, imponiendo su lugar en el ecosistema, después de esto, procede a comer su bien merecida presa de 230 gramos de carne aproximadamente, una bien merecido festín para un lobo perseverante como lo es Steans.

Una noche de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora