j.hy
La lluvia había comenzado a inundar la canaleta frente a la casa. Ni siquiera había logrado dar un paso sin que el agua se colara en el interior de mis zapatos.
Divisé las luces tenues de la planta baja cuando me acerqué más, eso sólo indicaba que Taehyung estaba ahí, le gustaba leer en el salón así.
Apresuré el paso en un intento fallido por no mojarme más, pero el agua caía a cántaros.Me sacudí los zapatos cuando estuve sobre el pórtico y empujé la puerta tratando de no mojar nada más que el tapete de bienvenida, había sido un regalo de Hana y Seokjin. El primer regalo para nuestra casa...
Me quité el abrigo y lo sostuve a un costado para avanzar hasta el cesto de lavandería, en el camino busqué al castaño. Dormía tendido en el sofá aún con las gafas puestas y «El Quijote» entre las manos. A mí me encantaba ese libro.
Me acerqué con cuidado y tomé las gafas para dejarlas sobre la mesa de centro junto con la vieja obra.
Y me detuve a mirarlo, parecía tan inofensivo y pequeño, se veía como alguien a quien amas incondicionalmente.Me encantaba lo sedoso y moldeable que era su cabello, y como olía, antes y después de la ducha.
Al principio pensaba que la razón principal de mi enamoramiento, había sido simplemente por su físico. Porqué me encantaban los lunares alrededor de su anatomía.Mentiría si dijera que no me hacía sentir única e irremplazable; la forma en la que él me miraba como si fuera la única mujer en el mundo. No importaba si estaba usando el uniforme o no me había lavado el cabello por el trabajo. Él siempre me hacía sentir hermosa.
El roce de sus manos cuando me tocaba traviesamente, o sólo porque le apetecía abrazarme mientras dormíamos... el sonido escandaloso de su risa por mi culpa, o cuando se echaba a llorar frente a mí por algo que le molestaba. Taehyung confiaba en mí, él estaba conmigo a pesar de lo infeliz que le hacía sentir en ocasiones.Esa noche en especial, parecía que nosotros todavía teníamos esperanza, aún cuando Yoongi volvió.
No podía sentirme más estúpida.
La cabeza me dio vueltas durante minutos, ¿cómo terminar un compromiso de tres años así?, tantos años juntos tendrían que hacerme dudar.Traté de no pensar más en ello y simplemente meterme en la ducha.
Cuando levanté las manos para quitarme la blusa, sentí las cálidas manos de Taehyung abrazándome y no pude evitar sonreír, por alguna razón yo estaba simplemente sonriendo.—Estoy toda mojada—recargué la cabeza sobre su pecho.
—Vamos a la ducha—me besó la mejilla—, te vas a resfriar.
Me ayudó a quitarme los pantalones y corrió el cancel de la regadera para tibiar el agua mientras yo lo miraba fijamente.
—¿Qué?—sonrió incómodo—, ¿luzco demasiado feo?—se quitó la playera y yo negué torpemente—; entonces, ¿qué es lo que sucede?—su expresión se quedó en blanco durante un momento y detuvo las manos sobre el botón de sus pantalones.
—No es nada—me encogí de hombros.
El castaño me detuvo sobre la puertecilla de la ducha y se quedó mirándome con la expresión hundida en algo más.
Esa ducha juntos no se trataba de follar, y lo tenía muy claro. Me abrazó a su pecho mientras el agua corría y comenzó a llorar, daba pequeños suspiros apagados mientras me acariciaba el cabello. Como si nuestros pensamientos estuvieran conectados.—Sé que no soy Yoongi...pero no me dejes, por favor, Hyeong...no vayas a dejarme.
Me quedé helada, ¿qué se supone que uno dice en estos casos?... quería pensar correctamente en mi respuesta, quería ser amable a la hora de decir que necesitaba pensarlo. Pero no pude, él parecía tan transparente en cuanto a sus sentimientos por mí que lo único que pude decir fue:
—No voy a hacerlo.
Deberían de haberme dado un oscar a la mejor actuación de serenidad.
Taehyung se separó de a poco y me miró con las pestañas goteando.
Sus labios se enchanzaron en una linda sonrisa compasiva y me besó.
Esta vez sabía a dentífrico de menta, él no había bebido esa noche y aunque estaba mal pensarlo, me habría encantado que se estuviera cayendo de ebrio para no tómarmelo tan a pecho.Sus dedos recorrieron la piel de mis hombros y luego estiró la mano sobre la llave para cerrarla.
Lo observé durante un momento y traté de espabilar para no arruinarlo más. Pero fuí débil, adoraba sus enormes manos y lo que podía hacer con ellas. Asi que me dije que no estaba mal hacerlo, después de todo, era mi prometido.Me abalancé sobre él y le comí la boca mientras lo empujaba hasta la habitación.
Taehyung no podía dejar de sonreír entre mis besos y mis manos torpes sobre su piel desnuda.
Me tomó entre sus brazos y me dejó caer encima del colchón, subió sobre mí colocando los brazos a los costados y comenzó a restregarse sobre mis bragas mientras me mordía los labios.Estuve a punto de apresurarlo pero la lentitud de sus acciones me hizo entender que no era cualquier noche. Nosotros estábamos yendo en otra dirección, la razón por la que nuestro intento de ducha no se trataba de follar. Era la misma por la que la respuesta se coló entre el hilo de besos sobre mi cuello y el agarre de sus manos, era una disculpa por toda la mierda anterior.
—Te amo—suspiró encima de mis labios y luego los unió en un torpe intento por quitarme la ropa interior con una sola mano.
Y la noche habría sido perfecta, de no haber mirado en dirección a su mesa de noche. El olan de unas lindas bragas blancas se asomaba a duras penas. Y esa no era la primera vez... coloqué las manos sobre su pecho y lo aparté para apresurarme a abrir el cajón.
—Puedo explicarlo—se esforzó en tomarme del brazo pero ni siquiera fui capaz de articular palabras.
Dolía más de lo que me habría imaginado, la primera vez me había hecho llorar durante semanas.
Esta fue diferente, porque si me sentía capaz de tratar de arreglar lo nuestro, también me sentía completamente capaz de terminar el compromiso, para siempre.Esto no era por querer correr a los brazos de Yoongi, era porque definitivamente estaba harta de ser una caprichosa de mierda.
Corrí las puertas del armario y tomé casi toda su ropa para bajar las escaleras con él detrás mío.
Perdí la compostura y sólo lo arrojé todo encima del césped.—Vete—me devolví a mirarlo.
—Hyeong, podemos arreglarlo. Nosotros, estuvimos apunto de arreglarlo...pero si no me dejas tratar...—la voz se le cortó.
—Quiero que te vayas—lo arrastré hasta el pórtico y cerré la puerta sin importar que no estuviera usando nada más que la ropa interior y una chaqueta mal puesta.
—¡Hyeong!—le escuché golpear la puerta mientras se desbarataba en llanto—, ¡Por favor!
Tomé aire y recapacité. No podía echarlo a la calle, Taehyung no tenía a dónde más ir que a un hotel o a casa de Seokjin. Y los hoteles le asustaban tanto como la vida matrimonial de su hermano.
Volví a abrir la puerta para dejarlo entrar, ya estaba empapado y el tapete estaba hecho un desastre.—No tienes a dónde más ir. Así que volveré luego por mis cosas—metí los pies en los pantalones y jalé un abrigo del perchero.
—Sólo escúchame...Hyeong, te juro que podemos...
—Necesito...—levanté la voz— que cierres la boca y me dejes pensar—me quité la argolla y la lancé sobre el plato de llaves.
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naughty|m.yg
Fanfiction«Jung Hara pasó a segundo plano cuando conocí a Jung Hyeong» -Historia original, sin copias ni adaptaciones. -Yoongi no es el típico chico malo. -Lenguaje sexual y explícito en algún capítulo o dos... -Editando.