The Vampire Diaries: Luna de Sangre

Confesiones y Reencuentros

—¿Me necesitabas, padre?

Karen Tolokónnikova miraba a su padre con temor. El hombre parecía estar molesto.

—Karen—empezó Makrom—, hace unos días te encomendé una tarea de gran importancia ¿Puedes decirme cuál era?

—Puedo explicar...

—¿¡Cuál era!?

La médium guardó ailencio un momento, bajo la vista y habló con voz temblorosa.

—Traer a Lenabeth Drablow ante la corte.

—Exacto. Toda la corte esperaba tu regreso con ansias ¿Pero qué sucedió? Regresaste  a solicitar una audiencia para Damon y Stefan Salvatore, quienes trajeron a dos vampiresas, un cazador que quizá no ha superado la pubertad y una civil.

—Interrogué a Caroline Forbes y Bonnie Bennett, la "civil" es el Ancla hacía el Otro Lado.

—¿Ancla?

—Es lo que sostiene el Otro Lado, sin ella no existiría.

—Hiciste algo bueno al menos—felicitó Makrom—. Pero eso no quita el hecho de que no trajiste a quien necesitamos en verdad...

—Lo sé, se que ella es necesaria...

—Más que necesaria— Makrom se levantó de la silla y puso las manos en su escritorio—. Lenabeth es el pilar del plan, la llave maestra al éxito.

—La encontraré...

—Ya has hecho suficiente—Makrom suspiró y miró a su hija—. Trae a los gemelos.

El rostro de Karen se endureció y miró a su padre con furia.

—¿A los gemelos? —dijo Karen indignada— Yo puedo encargarme de esto, solo dame tiempo...

—Ya hiciste lo que pudiste. Los gemelos harán el resto.

—¡Los gemelos arriesgarían el plan!

—De hecho, ellos son la siguiente fase — Makrom sonrió, Karen no lo hizo—. Las Otras Partes deben conocerse ¿verdad?

Karen no suavizó su gesto, a pesar de que su padre tenía razón.

—¿Que hay de los Salvatore?

—Son el ansuelo. Lenabeth busca a los dos, la vamos a atraer, una vez ella esté aquí los gemelos harán el resto.

—¿Que te hace creer que los gemelos podrán contra ella?

Makrom volvió a sentarse y comenzó a reírse. Karen no comprendía el porqué. Pero en aquel momento, su padre le pareció un hombre macabro.

Y mientras tanto, afuera del estudio de Makrom. Oculto tras un pilar, Damon Salvatore escuchaba con mucha atención la conversación.

                                 †

Caroline Forbes nunca había visto a su amigo más cercano en aquellas condiciones. Parecía ido en sus pensamientos y mo decía una sola palabra. Se limitaba a mirar como las llamas de la chimenea se consumían entre sí en una danza interminable.

La habitación que le habían dado a Stefan era muy compacta, la cama era pequeña y fría, el suelo de mármol parecía más atractivo para dormir. Lo único dentro de aquella habitación que le recordaba a Caroline a la casa Salvatore, era el particular sofá frente a una chimenea, que era donde estaba Stefan ahora. Ella fue a sentarse junto a él, pero Stefan ni siquiera la miró.

—¿Vas a decir algo o me harás la ley del hielo igual que Damon a Elena? —Caroline siempre iba al grano. en jna conversación.

Stefan no dijo palabra alguna, por un momento. Pero Caroline no dejaba de verlo con ojos serios y curiosos. Alguien iba a tener que ceder.