¿Stefan Salvatore, había sido feliz alguna vez? La respuesta era un rotundo si. Aunque a veces él mismo deseaba nunca haber sido feliz, ya que no sabes cuan miserable eres hasta que sientes esa falta de alegría o vida.
Hace poco había asesinado a Silas, pero eso no le trajo nada de paz. Pensó que quizá podría recuperar un poco de vivacidad sí asesinaba a aquella Madonna Sobrenatural. Pero aquello no le trajo más que pesadillas y ataques de pánico cuando estaba encerrado en un lugar muy pequeño. Maldita claustrofobia.
Intentaba calmar sus penas con un poco de Bourbon y buena música de fondo para evitar cualquier sonido. La guitarra de Jamie Cook le traía un poco de tranquilidad, se aisló en su propio mundo.
Se encontraba en la sala de estar, caminado de un lado a otro con la botella de Bourbon en una mano. Seguía caminando como loco cuando la música llego a su coro. Comenzó a mover la cabeza. Estaba a media canción cuando de pronto todo empezó a escucharse quedo. Abrió los ojos y se encontró con un serio Damon.
—No te metas con Arctic Monkeys, que te mato con mi rayo láser —Stefan hizo la seña de una pistola con su mano izquierda.
—¿Estas ebrio?
La pistola se transformó en una manera de decir que un poquito.
Damon suspiró y siguió hablando.
—Ahora fui a visitar a Svetla.
—¿A quién?
—Svetla Parnell, ya sabes la bruja que suele limpiar tus desastres.
—También los tuyos, hermano.
Stefan dejó la botella en el suelo y acto seguido, fue a sentarse a un sofa. Estaba frente a la chimenea. En está ardía una llama de color naranja, a cualquiera podría haberle servido como anestesia, pero no a Stefan.
—¿Sabes qué? —continuó Stefan —Tus desastres son más grandes que los míos. Yo no fui quién salvó a una psicópata moribunda, en un momento de bondad estúpida.
En una milésima de segundo Damon ya tenía una mano en el cuello de Stefan, quién colgaba contra la pared. Las pupilas de Damon estaban dilatadas por la furia. Tenía el ceño fruncido, como si estuviera haciendo todo lo posible por no perder el control.
—Yo no fui el maldito que le arruinó la vida a una niña inocente en un momento de locura psicópata.
Stefan sentía la respiración agitada de su hermano mayor. Hace mucho que no le veía así de enojado.
—Adelante, matame. Me harás un favor.
Damon lo soltó y Stefan cayó al suelo. El hermano mayor se sentía asqueado y decepcionado por la forma de actuar de hermano menor.
—Eres mi hermano. Ebrio y suicida, pero sigues siendo mi hermanito, no podría matarte aunque lo deseara.
Stefan miró a Damon.
—Dejate de sentimental. Ambos sabemos que en ése ámbito no se puede confiar en ti —Stefan habló lentamente para que sus palabras hicieran efecto en Damon —, ya has asesinado a "tu hermanita".
—Fue culpa tuya. Todo fue tu culpa.
—No. Fue tu culpa, eras tan miserable que buscaste una redención deseperadamente. Te aferraste a lo primero que pudiste creer amar.
Damon apretó los puños.
—Entonces vive con la culpa que arruinaste y me robaste lo único bueno en mi vida.
Stefan se puso de pie y quedó cara a cara con su hermano. Ambos se miraron de una manera tan intensa, parecía que se lanzaban maldiciones con los ojos.
—Estamos a mano, entonces.
Damon supo que su hermano se refería a Elena Gilbert. Por lo tanto, lo mejor que pudo hacer fue guardar silencio, Damon nunca se puso a pensar en cuán traicionado y herido se sentiría su hermano.
Pero élarruinó mi vida primero y ¿qué recibió? Aplausos. Yo arruino la de él y ¿qué recibo? Esto.
La suerte nunca había estado del lado de Damon. Pero hay que aceptarlo, tampoco del lado de Stefan. Era la Maldición Salvatore. La suerte nunca estará de su lado.
De pronto tocaron el timbre. Ambos hermanos miraron la puerta con extrañeza. Ya iba a ser medianoche y el pequeño saco de hormonas, Jeremy Gilbert, estaba dormido desde hacía horas.
—¿Esperas a alguien? —preguntó Stefan.
—¿Yo? No ¿invitaste a alguna chica?
—¿Para que invitaría a una chica, Damon?
—Tomar café, jugar a ser Christian Grey... ¡Yo qué sé! Eras tu el que escuchaba indie rock casi a media noche, solo y ebrio.
—Deja a Arctic Monkeys en paz, yo no te digo nada cuando escuchas a Taylor Swift—Stefan miro sorprendido a su hermano —¿Leiste ese libro?
Damon iba a hablar pero...
El timbre volvió a sonar.
El mayor fue a atender y se encontró con una hermosa mujer. Usaba una abrigo beige que le llegaba hasta las rodillas y una falda que denotaba su hermosa cintura, una camisa blanca desabotonada hasta una distancia aceptable, dejaba ver un poco sus atributos. Su cabello caoba se veía en perfecto estado aunque la noche fuera húmeda y fría.
Damon suspiró.
—Mi hermano aquí —Damon señaló hacía el interior de la casa —, estaba ebrio. Cualquier llamada sexual fue accidental.
Hubo un silencio algo extraño.
—No sé porqué o quién me ha tomado Sr. Salvatore...yo... —la mujer lo miró seriamente —. Soy la detective Karen Tolokónnikova, del departamento de policía de Cheshire.
Damon pensó en conocer aquel apellido. Pero ¿de dónde?...
—No maté a nadie.
Karen Tolokónnikova sonrió. Pero la sonrisa no llegó a sus ojos.
—No vengo solo por usted. Yo estoy en el caso de la señora Svetla Parnell.
—¿Qué caso?
La detective quizo decir algo. Pero su suspiro quedo en el aire. Damon esperó a que la mujer hablara.
—Verá, ahora en contramos a Svetla en su casa, estaba herida. Pero me encargué de que recibiera cuidados especiales.
—¿Especiales?
—Sí, mi gente ya la está ayudando.
—¿Quién rayos es usted? y ¿Qué quiere conmigo?
—Debo hablar con usted y su hermano.
Friki. ¿Cómo diablos sabe de Svetla?
Damon frunció el ceño. Iba a cerrar la puerta pero una mano lo detuvo.
—¡No! Espera. Es una Médium.
Stefan abrió la puerta de par en par.
No fue hasta que Stefan pronunció aquellas palabras que Damon se dió cuenta de todo.
—Tolokónnikova... —comenzó.
—Una familia rusa. Muy conocidos por sobrenaturales por ser Médium de pura sangre y los fundadores de la sociedad secreta Serafín —terminó Stefan.
—Deja de buscar cosas en Wikipedia y busca una chica —masculló Damon.
Karen sonrió y asintió.
Stefan ya había recuperado su compostura. Vampiro bipolar, pensó Damon.
—Vengo porque sucedió algo muy grave. Y necesitamos que ustedes lo sepan.
—¿Qué cosa? —preguntó Damon.
La médium hizo una pausa y miro a su alrededor.
—¿No me invitan a entrar?
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The Vampire Diaries: Luna de Sangre
Fanfic-¿Porqué me salvaste? -preguntó Lenabeth. Damon la miró. -Porque en ti vi todo lo que la vida me arrebató. Quería recuperarlo. -¿Y qué piensas de eso ahora? ¿Me salvarías? -¿Quieres la verdad o la mentira, hermanita? Lenabeth miró a su hermano con s...