El Pantano

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Cuando los gemelos Dovroux llegaron a la entrada de la residencia Drablow, pudieron notar que el metal había sido carcomido por los años, alguna vez fue de color negro, pero ahora el oxido lo había transformado en débiles pedazos de metal gris.

Dorian removió las grandes puertas de metal. Éstas salieron volando por los aires. Al caer al suelo hicieron un ruido metálico.

Los gemelos avanzaron. Sus botas hacían ruidos extraños cuando tocaban el lodo.

-Esto es asqueroso -se quejó Phoenix-. Estas botas son nuevas.

-Tenemos que ganarnos el pan de cada día ¿Recuerdas?- Dorian miraba a su alrededor en busca de alguna señal de Lenabeth.

-Cierra la boca.

-No le hables así a tu hermano mayor.

-¡Sólo fueron 95 segundos!

Dorian sonrió y por un momento le alegró bromear como antes con su hermana.

Pero de pronto ambos se quedaron en silencio. Tal y como había sido todo el viaje desde Mystic Falls hasta allí. Pero esta vez no fue porque alguno estuviera ocultando algo del otro, esta vez fue por la aparición de la gran mansión frente a ellos.

A unos 50 metros estaba una gran estructura. Al igual que la entrada, los años se habían llevado toda su belleza, la hiedra estaba pegada a sus grandes paredes y pilares como tatuajes. Las paredes que alguna vez habían sido blancas ahora estaban llenas de manchas negras y verdes.

Ahora aquella propiedad ya no parecía una residencia sino más bien un pantano, pues había un fuerte aroma a... naturaleza.

Los gemelos caminaron hacia la casa rodearon lo que parecía una gran fuente vacía y subieron los escalones que se dirigían hacia la puerta.Pasaron junto a los grandes pilares y llegaron a la puerta.

Ambos jóvenes se miraron y Phoenix prosiguió a abrirla de una patada. La puerta no cedió a pesar de que la chica tenía una gran fuerza. Ella se apartó y Dorian miró la puerta fijamente. Incluso Phoenix pudo sentir la fuerza invisible que emanaba de su hermano. Pero por más que Dorian miró y miró aquella puerta, ésta no cedió. Al final terminó dándole una patada.

La puerta no tenía ni un solo rasguño.

Phoenix sacó su arma y se dirigió hacía una de las grandes ventanas junto a la puerta. Apuntó hacia el vidrio, comenzó a dispararle a diestra y siniestra. Una vez sus balas se acabaron, ella pudo ver como caían al suelo, destruidas. El cristal tenía rasguños pero no agujeros.

Lentamente las cicatrices que habían dejado las balas comenzaron a cerrar.

-La casa tiene alguna especie de hechizo de protección -anunció Phoenix.

-No podía dejar a sus padres sin protección -Dorian sintió confusión. Se suponía que Lenabeth Drablow no podía sentir nada... Ni siquiera por sus padres.

-¿Que hacemos?

Phoenix hizo aquella pregunta dos veces. Pues su hermano parecía pensar en algo.

-Vamos a entrar.

-¿Cómo?

Dorian estaba comenzando a sentir una especie de familiaridad. No con la casa, sino con Lenabeth a pesar de que ella no estaba ahí.

¿Qué harías? ¿Cómo asegurar su protección en tu ausencia?

¿Qué haría yo?

Dorian mantuvo ésta conversación unos segundos. Y luego tuvo sentido. Ella jamás permitiría que alguien con malas intenciones entrara...

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2016 ⏰

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The Vampire Diaries: Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora