Capitulo 27: ¿Ruptura? ¿Liam Finnegan?

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Capitulo 27: ¿Ruptura? ¿Liam Finnegan?

El alumnado entero estaba en shock. Podía notar en sus caras que en sus caras reinaba la confusión, no sabían si debían aplaudir, festejar, enojarse. A decir verdad, si estuviera en su posición, no se como actuaría tampoco.

Dejé el micrófono en manos de Ariel y me bajé del escenario, sentándome en mi asiento que había permanecido libre. Algunas miradas persistían en el escenario donde mi amiga se encontraba, y algunas otras recaían en mi, siguiendo mis movimientos. Me sentía un poco nerviosa y avergonzada por los ojos sobre mi, pero al mismo tiempo puedo afirmar que estaba ciento un porciento segura de que mi decisión era la correcta. No existía nadie más perfecto para este puesto que la pelirroja.

——

- ¡Scarlett Elle Carter voy a matarte! - escuché gritar a Ariel detrás de mi.

A pesar de su amenaza, sonreí. Cuando me di la vuelta, pude notar de que por más de que se veía enojada, su sonrisa era imborrable. Sabía que había hecho lo correcto, mi amiga estaba feliz.

Luego de un improvisadísimo discurso por parte de Ariel al aceptar la presidencia, el director agradeció una vez más y nos dio un recreo de veinte minutos antes de volver a clases con regularidad. La nueva presidenta estudiantil debía quedarse a hablar un momento con el director, así que cinco minutos antes de que se terminara el break, salió, encontrándonos a mi y al resto de mis amigos esperándola.

- De nada, Ariel Murphy. - le sonreí inocentemente, a lo que respondió rodando los ojos con una sonrisa plantada en la cara.

- Bueno, presidenta estudiantil, ¿podemos ir caminando hacia Matemáticas? - preguntó burlonamente Tayce.

Lancé un gruñido con una mueca, haciendo reir a mis amigos. Si hay una materia que es completamente creada por el Diablo en persona, es matemática. Todos esos números e incógnitas y unidades no tienen sentido. Y no quieren que empiece a hablar sobre las figuras geométricas. La vida sería muchísimo más fácil si no existieran las matemáticas, el mundo sería feliz, y todos los problemas se resolverían. El que piense lo contrario, que lancé la primera piedra.

——

- She got that smile and that body is to die for, one of a kind... - balbuceé mientras resolvía, o intentaba resolver una maldita ecuación.

- And that's why it makes me cry. Cause I found a girl who's in love with a girl... - completó Liam sentándose a mi lado ya que mi compañero, Jeremy, se había retirado antes hoy.

Lo miré intrigada, sorprendida de que conociera esa canción. Primero, porque no era muy conocida y The Vamps tampoco es muy conocida mundialmente. Y segundo porque jamás hubiese pensado que ese era el tipo de música que Liam Finnegan escuchara. Era la segunda vez que lo escuchaba cantar o reconocer una canción de esta banda, y me sentía orgullosa de él por algún motivo.

- ¿Qué? Esa canción me ayudó mucho después de una ruptura dolorosa.

- ¿Ruptura? ¿Liam Finnegan? Algo no cuadra. - pregunté confundida.

- Hey, he tenido un par de novias, nada duradero, pero si algo. - se excusó.

- ¿Y estuviste con una chica homosexual? - intenté no reírme pero era imposible.

- Peor, se declaró homosexual después de terminar conmigo. - hizo una mueca de disgusto.

No aguante más y dejé salir una carcajada bastante sonora. Todos mis compañeros, incluidos mis amigos, nos miraron expectantes. Tenía suerte de que la vieja profesora de matemática sea bastante sorda, sino ya estaríamos en problemas.

- No te rías, enana. - trató de parecer dolido pero aún así no pudo esconder una pequeña sonrisita divertida.

- No puedo creer que haya revelado que era lesbiana Justo después de terminar contigo. - intenté decir de manera entrecortada ya que seguía riéndome.

- Yo tampoco, es decir, mírame, quien podría ser lesbiana después de tenerme a mi. - bromeó.

- De hecho, creo que convertirías a la mitad de la población homosexual. - bromeé, claramente.

- Auch. - se tocó el pecho como si le hubiese dolido enserio, a lo que solté otra carcajada, esta vez un poco más baja. - Por cierto, nunca vas a poder resolver esa ecuación si no cambias ese término. - apuntó con aires de suficiencia.

- ¡Demonios!

——

Llegué a mi casa después de clases y casi lloro de felicidad al ver lo temprano que era, antes cuando tenía que quedarme para las prácticas de porristas llegaba súper tarde a mi casa. De hecho, iba a ser la primera vez en una semana que almorzaría con mi familia.

Los mellizos se encontraban firmemente atados a sus sillitas de comer, pueden ser unos diablillos cuando quieren. Adeline se encontraba en la sala con su teléfono. Cuando me acerqué a la cocina, vi a mi madre atareada con la comida, por lo que decidí ser buena hija y ofrecerme a ayudar. El olor a hamburguesas haciéndose en la plancha impregnó mis fosas nasales.

- ¿Necesitas ayuda, ma? - pregunté casualmente. Se giró a verme.

- ¿Que pasó? - me examinó la cara. - ¿Cuánto dinero necesitas?

- ¡Nada! Solo quería ayudar. - me indigné.

Bien, tal vez puede ser que no ayude mucho en mi casa, pero tampoco para obtener esta reacción, ¿no?

- Hagamos como que te creo. Saca las hamburguesas de la plancha y llévalas a la mesa. Llama a Adeline.

Tomé un plato y con mucho cuidado de no quemarme (ya me ha pasado) saqué las hamburguesas y las llevé a la mesa. Noté que faltaban los vasos, por lo que regresé a la cocina y los tomé de la alacena, luego los repartí al lado de cada plato en la mesa, obviamente dejando el más lindo para mi. Díganme que no soy la única que hace eso.

Caminé hasta la sala y visualicé a mi hermana, aún con el uniforme de su escuela. Adeline asiste a otra escuela ya que la mía no tiene primaria, así que usa uniforme. El próximo año, se cambiará a mi escuela. Cuando llegué detrás de ella, noté que estaba con sus auriculares, por lo que no me escuchó llegar y al pararme detrás de ella pude ver que se estaba texteando por WhatsApp con un contacto llamado "Jay".

¿Qué hacia mi hermanita hablándole a un chico? Pero no pude ver más nada, porque en ese momento entró Aaron por la otra puerta, llamando la atención de Adeline y haciéndola bloquear su teléfono.

Durante toda el almuerzo, Ads casi no tocó su comida y revisaba a cada rato su teléfono. Algo que era raro, en primer lugar porque las hamburguesas eran su comida favorita, y luego porque ella no solía ser muy apegada a su teléfono. Cada tanto, podía ver como las comisuras de sus labios se curveaban hacia arriba.

Tendría que tener una charla seria con mi hermana.

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•Multimedia: I found a girl - The Vamps.

-S.

Jamás, Scarlett. (Promises #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora