Jamás, Scarlett. (Promises #1)

Capítulo 46: No quiero despertar.

¡Hola! Quería dejar este pequeño mensaje, que estoy segura no muchos van a leer, para pedirles un favor. Me gustaría saber que piensan de la novela, como una pequeña reseña. Si les gusta como escribo, si no, si los capítulos tienen temas interesantes o no, si les gustan los personajes y la manera en que los plasmé, que les gustaría ver en torno a ellos, es decir, que les gustaría conocer más sobre ellos, que cosas no quieren leer más, que cosas aman, y cuales les molestan. Este es mi primer escrito "serio" y me vendría bien un poco de feedback. ¡Gracias!

Capítulo 46: No quiero despertar.

Una vez más nos encontrábamos en la época del baile escolar de invierno. Ariel había estado como loca intentando que hasta el más minucioso detalle esté acomodado en su perfección. El tema de este año era "winter fairytales", es decir, cuentos de hadas de invierno.

El gimnasio estaba decorado completamente con una atmósfera invernal, y el código de vestimenta esa de color blanco, o inspirado en la realeza/princesas. Esta vez habíamos decidido que nuestros vestidos sean sorpresa, por lo que no los habíamos ido a comprar juntas.

Con Liam nos encontrábamos en el centro comercial, escogiendo nuestros atuendos. Por supuesto que, a la hora de elegir mi vestido lo obligue a irse. Los berrinches fueron muchos, pero finalmente conseguí que me esperara afuera y créanlo o no, solo tarde veinte minutos. Lo vi, me gustó, me lo probé, me enamore y lo compré.

Salí de la tienda con una sonrisa de feliz cumpleaños pintada en la cara y una bolsa en mis manos, y fui directo hacia Liam que se encontraba en una banca revisando su teléfono.

- Vamos a comprar tu traje. - le dí un beso en la mejilla y lo arrastré hacia un negocio de chicos.

- Es súper injusto que tú si puedas ver mi traje. - hizo un puchero, mientras entraba al probador.

- La vida es injusta, entra ahí.

Cuando salió, mi mandíbula rozó el suelo. Estaba usando un perfecto traje blanco con una corbata color nude, como le pedí para que combine con mi vestido. Sus ojos se veían increíblemente azules, más que nunca. No podía decir nada, estaba asombrada.

- ¿Cómo diablos puede ser que te veas tan lindo, tan adorable y tan sexy al mismo tiempo, Liam Finnegan? - me acerqué.

- Suelo preguntarme lo mismo.

Aún dentro del probador, me tiró hasta este y me besó. Me perdí por unos segundos en la sedosidad de su pelo y la suavidad de sus labios. Desde que nos volvimos novios, hace ya un dos meses, disfrutaba cada segundo de él, como si se fuera a desvanecer. Todo parecía muy perfecto para ser real, incluso en las imperfecciones de las pequeñas peleas o desacuerdos. Me asustaba saber que tan dentro de mi piel se encontraba Liam Finnegan.

- Disculpen, jóvenes, pero hay gente esperando el probador. - un incómodo empleado nos avisó.

Nos separamos al instante y pude sentir mis mejillas, ya coloradas por el calor de mi súper sweater y el momento, enrojecerse de la vergüenza, parecía un tomate de metro sesenta y cinco. Rápidamente salí y dejé que el idiota se cambiará, esperándolo en la puerta.

- No voy a mentir, eso fue caliente. - soltó cuando salió, tomándome la mano.

——

Una capa de mascara de pestañas más y mi maquillaje y peinado estaba listo para el baile. Había optado por un look de ojos oscuros, aún neutros, y unos labios nude, mis ojos se veían increíblemente verdes. Mi cabello se encontraba arreglado en un recogido bajo, con varios mechones sueltos que había curvado con la tenaza. Solo faltaba el vestido.