Capítulo 49: Nunca antes de él.

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¡Hola! Les quería comentar que estoy participando del concurso de San Valentin 2019 de Wattpad, y escribí una historia de un solo capítulo especialmente para ello que me gustaría que lean, así que si les gustan mis novelas y tienen ganas, se llama Chica odio, Chico amor y ya está disponible en mi perfil. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

¡Último capítulo antes del final!

Capítulo 49: Nunca antes de él.

Luego de que le contara a mis amigas lo que había sucedido y escuchar sus largos improperios hacia Liam, me ayudaron a evadirlo por el resto del día. Y ahora me encontraba en mi casa sana y salva. Si bien me había prometido que hablaría con él, cuando él se acercara a hacerlo, no tenía las fuerzas para hacerlo hoy. Quizá posponerlo suena de cobarde y puede afectarme peor, pero ya demasiado había tenido que fingir delante de toda la escuela (no porque me importen esos idiotas) y frente a mis padres.

Seguía repitiendo en mi cabeza las palabras de las cuatro personas más plásticas de la escuela, y me preguntaba una y otra vez porque les creía, porque me fiaba de ellas y no de mi novio, quien se supone es en una de las personas que menos debo de dudar. Pero había algo, una parte aunque sea recóndita, que sabía que esto podía pasar. Creía en él, no me malinterpreten, y tampoco es como que tenga problemas de autoestima y piense que no me podría querer, pero mundos son mundos, y los nuestros aún habiéndose emergido, eran distintos.

Para terminar de colmar mis nervios, hoy había llegado una carta de respuesta a mi examen para la universidad. Lo había hecho hace casi un mes, fue rápido en llegar, y nadie excepto mis padres sabían. ¿La razón? Las únicas dos universidades interesantes para las que había aplicado estaban lejos, muy lejos de aquí. Liam, por supuesto, había entrado a Stanford, incluso estuvo a punto de ganar una beca para la que reaplicará.

Stanford se encontraba en California, para ser exactos, en Palo Alto, por lo que no debería mudarse de estado. Mientras que en cualquiera de mis dos oportunidades, debería hacerlo. Había aplicado para Edmond Comunity College en Washington, y Christopher Newport University en Virginia. Había recibido las dos cartas el día de hoy.

Veía reposar aquellos sobres sobre mi escritorio y me preguntaba si era buena idea abrirlos, si había entrado quizá me alegrará, pero si no, me pondría peor. Además, si fuera el primer caso, mi mente comenzaría a llenarse de dudas y miedos por tener que irme tan lejos. Era todo un desastre.

A las cuatro y media de la tarde, casi me había decidido por abrirlas, y las sostenía en mi mano, pero antes de que pudiera hacer ningún movimiento más, alguien tocó la puerta de mi habitación. Por reflejo, escondí los papeles dentro del cajón que permanecía abierto.

- ¿Quién es?

- Scar... - su voz masculina y rasposa, tan reconocible, me paralizó. - Por favor, ¿puedo entrar?

- Véte, Liam. No quiero hablar ahora.

- Por favor. - realmente sonaba como si me estuviera rogando.

- Ahora no.

- Scar, enserio. Déjame entrar, por favor.

No pudiendo resistir el tono de su voz, aún estando enojada, abrí un poco la puerta y me senté en la cama, dándole a entender que podía pasar. Cuando entró, rápidamente sus ojos dieron con mi cuerpo y lo analizaron, quizá en rastro de algún indicativo que le ayudara a adivinar mi estado de ánimo.

- Scar... - intentó acercarse pero al darse cuenta que no estaba muy receptiva, carraspeó volviendo a su lugar. - Jayden me contó lo qué pasó, déjame explicártelo.

- ¿Besaste a Jasmine? - pregunté, sin rodeos, no sabiendo si quería la respuesta.

Su expresión era de preocupación, como jamás antes la había visto. No por eso se veía menos malditamente apuesto como siempre, si no no sería Liam Finnegan. Era hasta desarmador ver lo hermoso que era, sus rasgos, sus facciones, todo, ni hablar de esos ojos que siempre parecían llevarte directo al cielo. ¿Cómo diablos podría odiarlo cuando viene a mirarme así?

- Sí.

- ¿La llamaste mientras éramos novios?

Parece que el "éramos" lo había tomado por sorpresa, porque su expresión se desencajó por un momento.

- Sí.

- Si tienes alguna explicación lógica, adelante. Si no, te quiero fuera de mi habitación en este momento.

- Por supuesto que tengo una explicación lógica, Scar. No pienses cosas que no son. - se sentó en la cama, todavía manteniendo las distancias. - Una semana antes de que te pidiera ser mi novia, Chad, Tyler y yo fuimos a una fiesta. - Miró hacia otro lado, como si no quisiera saber mi reacción. - me sentía confundido, hermosa, increíblemente confundido. Jamás había tenido sentimientos fuertes por alguien, jamás había sentido como que me enamoraba. Jamás había sentido algo como lo que empecé a sentir por ti. Jamás, Scarlett.

Era doloroso mirarlo, era doloroso no saber si lo próximo que diría me arreglaría o volvería a romper por completo. Y entendía exactamente a lo que se refería, jamás había experimentado una sensación tan intensa, de esas que parece que te consumen todo el cuerpo. Nunca antes de él.

- No entendía que sucedía, bueno, si lo entendía, pero no lo quería ver. Obligué a mis amigos a ir a esa maldita fiesta para intentar pensar en algo que no fueran tus endemoniadamente preciosos ojos, o en tu pelo, tu olor o tu risa. Una vez allí, quise sentir lo que sentía cuando iba a fiestas antes de ti, me animé a jugar a ese estúpido juego, Verdad o Reto. Todo estaba calculado para que me tocara a mi y no pudiera negarme a decir reto. Mi reto fue besarla, besar a Jasmine, y lo hice. Lo hice porque pensé que si besaba a otra no pensaría en ti, y diablos fue totalmente lo contrario. Pensé en ti todo el tiempo, en como me arrepentía de estar en esa fiesta y no contigo haciendo algo divertido, en como sus labios no se parecían en nada a los tuyos y no me daban las mismas sensaciones, en como solo quería que el beso se terminara y no llegara a nada más, pero cuando te besaba a ti quería llegar a todo.

No sabía como sentirme, si derretirme del amor por todo lo que me estaba diciendo, o seguir con mi orgullo en alto. Pero si les soy sincera, ya lo había perdonado. Tal vez me odiaba por hacerlo, pero ya lo había exculpado.

- Nunca me negué lo que sentía por ti, simplemente no entendía como en un mes y algo te habías metido tan dentro de mi, me habías hecho idealizar cosas que jamás habría ni siquiera pensado en imaginar con otra persona. Hace un mes, Jasmine le dijo a Chad que me cuidara, que te disfrutara el mayor tiempo posible, porque pronto terminaríamos. Mi primer instinto fue llamarla, dejarle en claro que nada de lo que hubiese pasado antes, iba a pasar ahora y que ese beso fue completamente producto de la confusión. Pero no contestó, y cuando recaí que no debería estar dándole a explicaciones a alguien que no me importa, si no estando contigo, disfrutándote y confiando en que esas cosas son del pasado, no le contesté.

Realmente se había esforzado en explicarme todo, en hacerme saber que yo era la única, que lo de Jasmine fue todo un malentendido. Y no culpaba sus acciones, las entendía. Quizá así se siente madurar en una relación, comenzar a comprender al otro.

- Por favor, Scar, entiéndeme. Me mata no poder estar a tu lado, no me dejes, entiende que... - antes de que pudiera seguir hablando lo besé con todas las cosas que no quería expresar en palabras puestas en los movimientos de mis labios.

Me sentía feliz por poder arreglar las cosas, por volver a confiar en él. Y les miento si les digo que no se me ablandó el corazón escuchando sus palabras, es tan bonito escuchar a alguien hablar así de uno de una manera tan genuina.

¿Sería ahora un momento oportuno para decirle que entré a la universidad de Virginia, al otro lado del país?

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-S.

Jamás, Scarlett. (Promises #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora