Atardecer

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Nos continuamos juntando casi todos los días por mas o menos dos semanas después de ese helado, no hicimos buenos amigo pasábamos gran parte de la tarde jugando, hablando, comiendo helados o riendo había sido fantástico estos pocos días. Nos habíamos contando tanto de nosotros que prácticamente nos conocíamos al cien por ciento, por ejemplo sabía que el tenía diez años, dos años mas que yo, que le gustaba mucho el color amarillo y que su helado favorito era el de chocolate y vainilla, nos habíamos compartido muchos secretos como cuando me contó que mató a su pez por olvidar darle de comer o cuando le conté de que tuve un hámster pero el gato de la vecina se lo comió, no eran temas de lo cual reírse pero nos reímos a carcajadas porque parecía una competencia de quien había sido mas descuidado con su mascota.

Hoy no era un día distinto a los otros, estábamos en el tobogán, dónde nos íbamos alternando a quien le tocaba tirarse por el mismo. Después de un rato volvimos a los columpios donde note a Tim algo distraído.

— ¿Te sucede algo?

Asintió con su cabeza— ¿sabes que la próxima semana comienza las clases?

Mire mis pies, era verdad estas vacaciones habían pasado bastante rápido— ¿No vas a volver? —levanté mi mirada con los ojos brillosos, no quería que se fuera era mi amigo.

— No lo se mi mamá trabaja mucho a igual que mi papá ademas tengo clases durante casi toda la tarde.

— ¿me vas a abandonar? —me levanté sin escuchar lo que me decía y comencé a alejarme de él, pero sentí sus pisadas a mi espalda y de pronto me jaló el brazo.

— Oye no te voy a abandonar eres mi mejor amiga —sonrió mostrando sus dientes— sólo nos vamos a separar un tiempo hasta las próximas vacaciones o si logro convencer a mi mamá para que me traiga además se dónde es tu casa iré a buscarte.

Lo abracé con fuerza— promete que no me vas a olvidar

— ¿Como voy a olvidar a mi amiga? —sonrió.

— Eres mi mejor amigo.

Me abrazo y después dijo— lo se oye vamos por unos helados —acotó sonriendo. Tomó mi mano y nos encaminamos hacia el puesto de helado, el señor ya casi nos conocía por lo que al vernos nos sonrió y comenzó a preparar nuestra clásica merienda. Nos sentamos en una banca después de haber pagado y cada uno con su helado comíamos en silencio. Al tiempo de haberlos terminado.

— Oh casi lo olvidó —metió su mano en el bolsillo de su pantalón y saco un papel— ten, es para ti, mi mamá la tomo el otro día mientras jugábamos.

Tomé el papel y lo abrí, era una foto, de Tim y yo riendo abajo de un árbol, no nos habíamos dado cuenta de que la tomó en ese momento.— Gracias

Ríe— yo no hice nada fue mi mamá además yo tengo otra en mi cuarto. 

— ¿En serio?

— Sipi esta mañana me las entregó.

Sonreí— entonces dile que gracias la voy a cuidar mucho.

Volvimos a jugar y a reír después de que guarde la foto, hasta que se hizo tarde, a decir verdad nunca nos quedamos hasta tan tarde en el parque pero no estábamos solos su mamá nos miraba al otro lado sentada en una banca mientras debés en cuando miraba su muñeca.

Estabamos exhausto de correr y correr por todo el parqué ya no quedaban otros niños estábamos los dos solo era todo para nosotros, era nuestro último día juntos y lo aprovechamos al máximo. Terminamos tirados en el suelo riendo, y miramos el cielo el cual se tornaba de colores rojos, naranjas y amarillos.

— Wow parece que alguien pintará el cielo —exclamó sorprendió.

— Es verdad —sonreí.

— Ya es hora de irnos Timy —su madre apareció de repente.

— Oh no me puede quedar otro rato más —se sentó para mirarla— por favor

— No ya es tarde, ademas Laila tiene que volver a casa —Sonrió.

— Ella también se quiere quedar —junto sus manos— ¡¡por fii!! Después no se cuando pueda volver tu lo dijiste

Su madre suspiró rendida— te traeré de nuevo lo prometo pero ahora debemos irnos —Tim suplicó con la mirada— mira vamos a hacer esto la semana que viene te traigo y ahora la acompañamos a su casa de acuerdo

— ¡Oh! Esta bien —se levantó y lo imite en dicha acción.— pero vamos a ir despacio —aclaró caminando lento.

Reí al verlo y lo seguí. Durante el trayecto ibamos jugando como no pisar las líneas o grietas del suelo, o al pasar un auto teniamos que llegar hasta un árbol primero y habíamos ganado, era divertido pero al llegar a mi casa nos dimos cuenta que ya se había acabado el día.

Tim me abrazo con fuerza— Nos volvermos a ver Laila.

Le correspondo su abrazo con la mis fuerzas y me separó para mirarlo— Sipi

— Adiós y cuídate Laila —habló su mamá sonrió y paso su mano por mi cabeza.— vamos hijo.

—Adios Laila —agitaba su mano mientras se alejaba por la acera.

Sólo agitó mi mano sonriendo. 

Stalker Of Angels || MASKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora