El Viejo

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Me levante del suelo cuando pude  tranquilizar mi cabeza y por sobre todo mis pensamientos que estaban sufriendo una crisis de pánico, con lo que me hizo recordar a una caricatura que suelen dar en la televisión donde un uno de sus episodios el protagonista muestra el interior de su mente dando la imagen de que eran oficinas y todo estaba en llamas mientras que todas las personitas corrían en círculos y sin parar.

Me reí de mis propios pensamientos porque era una comparación infantil y aniñada pero no pude evitar relacionar ese recuerdo con este peculiar momento, logré tranquilizar un poco mas mi cabeza y a su vez relajar mi cuerpo para después colgar mi mochila al hombro sin olvidar guardar la hoja en uno de los bolsillos de la misma. Ahora tocaba pensar en que hacer. Por un lado prefería ocupar mi mente en pensar como volver a la ciudad o a algún lugar poblado, en vez de pensar como habia llegado ahí y quien habría sido aquél sujeto del cual solo puedo recordar sus zapatos que esto si me causaría mas nerviosismo y ansiedad con lo que estaba segura de que no podría lidiar por mucho tiempo. Pero antes de que pudiera prender la pantalla de mi celular para ver si podía usar el GPS o mínimo para ver si tenía señal, escuche crujir unas ramas con lo que borré la idea de prenderlo y solo me dediqué a observar mi alrededor.

No hice movimientos bruscos al contrario me acerqué hasta el tronco del árbol e intenté descubrir de donde venía el sonido, el cual cada vez se hacía más y más fuerte con lo que deduje que se acercaba. Me oculte primordialmente por si era algún animal lo suficientemente grande para hacer tronar de esa formar las ramas y por otro lado para esquivar si llegará a ser alguna persona que no muy bien de la cabeza  y que se encontraba en alguna situación comprometedora porqué para estar a esta hora en el bosque algo bueno de seguro no esta haciendo.

Resaba de que fuera un animal el solo hecho de pensar en alguien rondando el bosque a medía noche me hacía estremecer, pero para mi buena suerte, o mejor dicho gracias a que mi vista se había acostumbrado a la oscuridad pude divisar a lo lejos a tres siluetas negras que se iban acercando. Rodeo lentamente el árbol para utilizarlo de escudo y poder esconderme.

Agradecía a dios, si es que existe, por hacerme dar cuenta de que esas tres personas se acercaban, porqué al tenerlas casi de frente pude divisar que estaban armados opté por agachar y apoyar mi cuerpo contra el árbol, y tapar mi boca porqué habia empezado a respirar algo rápido. Estaba siendo presa del pánico. Otra vez.

— ¡Oye! —aclaró uno que no supe diferenciar cual de los tres fue. Y solo con escucharlo todo mi cuerpo se estremeció.

— ¡¿Que quieres ahora?! —exclamó de manera agresiva.

— Que malhumorado eres. —dijo el mismo sujeto que había hablado antes.

— ¡Y tu eres un maldito niño insoportable que no supera a su hermana muerta! —gruño con fuerza, logrando hacer temblar mi cuerpo o quizás era por el frío.

— ¡Ni se te ocurra nombrarla, idiota!

— ¡chicos basta! —hablo una tercera voz, que a diferencia de las otras dos tenía un tono mas neutro y suave.

— ¡DILE A ÉL QUE PARÉ!  ¡TODO EL BENDITO DÍA LO TENGO QUE SOPORTAR!

— ¡Masky tranquilo! —volvió a hablar aquella voz neutra.

— ¿Que? ahora te tengo que obedecer suficiente que soportó las órdenes de aquel ahora venís vos a darme órdenes

— No vuelvas esto más difícil, ningún decidió estar aquí y así mismo tenemos que convivir entre nosotros.

— Si supieras lo mucho que me importan —agregó irónico— Sabes algo mejor no me fastidien más y váyanse a la mierda, yo me vuelvo solo —escuche como comenzaron a crujir las ramas alejándose cada vez más.

Stalker Of Angels || MASKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora