Ojos azules

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Había entrado en mi casa después de volver del colegio, mi madre estaba en la cocina preparando alguna comida, dónde al escuchar la puerta cerrarse asoma su cabeza por la puerta de la cocina de donde me mira sonriendo.

— ¿Como esta mi pequeña hermosa?

— Hola mami —corrí a abrazarla lo que ella correspondió para después levantarme del suelo y llevarme a la cocina.

— ¿Como fue tu día? —me sentó en la mesa mientras que volvió a cocina a ver algo en una olla.

— Bien la maestra nos dio mucha tarea. —Suspire.

— Oh entonces estarás ocupada durante la tarde —se volteó.

— Si pero la haré muy rápido para después estar libre —sonreí deseando que apareciera Tim durante la tarde.

— Quieres ver a tu amigo ¿Verdad? —asentí sonriendo— Esta bien mi amor pero no quiero verte triste, puede que hoy no venga como paso con la semana pasada.

— ¡Él va a venir me lo prometió! Sólo puede que este muy cansado del colegio o su madre no pueda venir.

— Bueno esta bien —sonríe— Ahora ve a lavar tus manos para almorzar.

Lo días seguían pasando hasta que se convirtieron en varias semanas y meses, había desaparecido tal como apareció de un momento a otro, de un instante a otro ya no sabía nada de él, se me hacia difícil recordarlo tanto tiempo trascurría que no me acordaba de el tono de sus voz o la calidez de sus manos pero de lo que siempre me acordaba era del azul de sus ojos, tan profundos como el océano. Guarda con mucho cuidado esa foto que su madre nos saco aquella tarde. 

Había paso tres días desde que comenzaron la vacaciones de invierno y con mi mamá salimos de compras, aprovechando que mi padre había salido a hacer unos mandados del trabajos. Habíamos  ido a comprar muchas cosas para comer como algunos regalos pues se acercaba Navidad y iban a venir unos familiares de visita. Llevamos toda la mañana caminando por el centro cuando comenzó a nevar y me coloque mi gorrito de lana azul y una vez que conseguimos todo volvimos a casa. 

La noche había llegado y yo observaba por la ventana como se juntaba la nieve en la calle, en la acera, en los arboles mientras que a mi espalda estaba el pino adornado con muchas luces y adornos colgando junto a la gran estrella dorada en la cima. En eso veo dos personas acercándose una de ella era bajita en comparación con la otra, tocaron la puerta y mi madre fue a abrir mientras que yo la seguí por detrás. 

Al abrir la puerta por instinto me escondo detrás de mi mamá y escuchó.— ¡Buenas noches! Disculpa la hora pero este pequeño insistía en venir.

— Buenas noches y no se preocupe —aclaro mi mamá alegre y fue cuando me atreví a mirar— Venga entren así no pasan frío —y la señora paso adentro tenía un aire familiar pero no se de donde.

— Vamos hijo entra —volví a mirar a la puerta y al verlo entrar mi sonrisa creció.

— ¡TIM! —le grité emocionada y corrí los pocos metros para abrazarlo.

— Laila —me abrazó con fuerza y tone que era mas alto.

— Se ve que se extrañaron —sonrió amable la madre de Tim.

— Si es la verdad, bien ¿Le gustaría un café? —ofreció mi mamá mientras cerraba la puerta

— Por supuesto —se acercó a mi mamá— te comportas de acuerdo —le advirtió y Tim sonriendo asintió.

Una vez que se desaparecieron por la puerta de la cocina volví a mirar a Tim quien estaba concentrado en mirar todo su alrededor.— Creí que no te volvería a ver.

— Oh —me volvió a abrazar— yo te dije que no te iba a olvidar —se apartó— solo sucedieron varias cosas bastante difíciles

Por su expresión supe que era grave— Oh —fue lo único que dije para después volver a sonreír— me alegra que estes aquí.

— A mi también me alegra verte —sonrió continuó mirando.

— ¿Te encuentras bien?

Tardo un poco en contestar— Si ¿Por que?

— Estas algo distraído.

— ¿En serio? —sonríe mostrador sus dientes— es solo que aquí es tranquilo no hay tanto ruido y voces —murmuró lo último.

Aunque no le vi lo malo a lo que decía afirme creyendo de que trataba de los ruidos de la ciudad y tome su mano notando que estaba fría— ¿tienes frío? —no esperé respuesta y prácticamente lo arrastre cerca de la chimenea para que se calentara.

Se me quedó mirando un rato largo en silencio para después mirar el fuego y volverme a mirar, respiró pesado como sacándose un peso de la espalda y me miro mas tranquilo.— a tu lado todo es calmado —murmuró.

Stalker Of Angels || MASKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora