Stalker Of Angels || MASKY

Te veo

¿Volvi?
   Sí, mis hermosas y hermoso lectores.
  Solo diré perdón por las demoras es que me cuesta organizar mi horario y con toda la situación que sucede de público conocimiento digamos que mis profesores de la Uni se han aprovechado y me estas matando cada tiempo libre entre clases virtuales e interminables trabajos.
Pero ya un poco mas organizada he vuelto muy inspirada... asique estar mas presenté! (Quizás una vez a la semana un nuevo capítulo, hasta que pueda terminar de organizar bien cada materia)

Se los ama muchísimo y muchísimas gracias por todo su apoyo lo aprecio un montón, ahora si disfruten de su capítulito. ❤❤❤❤

— Sonará raro pero no es la primera vez que sucede —acotó con gracia, quizás intentando aligerar el ambiente pero no lo logró pues mi cabeza aun seguía sujeta a todo lo que había pasado en el bosque hace pocos segundos y con la sensación de que en cualquier momento aquel sujeto tiraría la puerta abajo para entrar y matarnos. Esto tambien me hizo pensar en que había atraído a un maniático a la casa de un hombre que no tenía relación con lo que había sucedido, diablos, ahora me siento culpable— ven te preparo un poco de té —su oferta me sorprendió— ellos nunca se acercan aquí.

— ¿Ellos? ¿Usted los conoce?

En el rostro envejecido del hombre apareció una sonrisa— te dije que no es la primera vez que sucede.

No estaba segura si lo que decía ayudaba o no a tranquilizar mi estado de animo.— No entiendo.

— Ven niña vamos a tomar un té así te puedes relajar—se dio la vuelta y comenzó a caminar hacía la cocina.

No me moví ni un centímetro solo lo observe atravesar la sala e ingresar a la cocina donde lo perdí de vista. ¿Tengo que confiar en él? Fue lo que se repitió unas mil veces en mi cabeza.  ¿Tendría que irme, salir corriendo ahora que no me esta viendo, o aceptó? ¿Que es peor estar ahí afuera en la oscuridad o aquí?

Al final nadie iba a poder contestar todo esto, por lo que simplemente acepté y comencé a caminar siguiendo el mismo recorrido que él había hecho para entrar a la cocina. Ademas peor sería mi situación estando afuera con frio y sola, o mejor aun acompañada con un maldito loco que seguiría mis pasos con un cuchillo en mano. Al atravesar la puerta un fuerte olor a café inundó mi nariz y me hizo cerrar mis ojos por un segundo. Era agradable y muy tentador.

Sonrió al verme entrar— Que bueno decidiste quedarte es mejor que estar afuera con frio y sola —pero acaso escucho lo que pensé o es que hable en vos alta, o estoy paranoica— ¿Quieres café o té?

— Café —murmure aún aturdida por el recién tumulto de pensamientos que tenía.

— ¿cual es tu nombre? —preguntó mientras colocaba dos tazas sobre la mesa y después las lleno con el líquido oscuro que tiene ese aroma espléndido— por supuesto que si no quieres decirme esta bien, pero es mejor saber a quien dejo entrar en mi casa.

Me sorprendió su explicación tajante, con lo que me di cuenta que estaba demasiado callada— perdón me llamo Laila —quizás aun sigo estando asustada.

— Laila —repitió— un gusto yo soy Ivan —volvió a sonreír mientras se sentaba en la mesa— toma asiento si quieres.

Afirmo con la cabeza y me senten en una de las sillas que estaba en frente a él y lo observé acercar un taza la cual acepté sin ninguna objeción— gracias —fue la única palabra que pude decir, por alguna razón me costaba hablar aunque no es muy difícil entender el porque.

— y dime Laila ¿Que hacías en el bosque? —preguntó sin mirarme mientras le colocaba azucar a su tazas desde la pequeña azucarera que estaba sobre la mesa.