Narra Elieber
Tranquilízate Eleber y respira... respira. Sólo es una chica que tiene puesta tu camiseta y ropa interior. Pero... ¡Qué digo! ¡Es Sally con tu camiseta y ropa interior! Piensa en algo antes de que estropees todas las cosas con ella y aparta esas... oh Dios pero qué piernas tiene... Autocontrol.
-¿Tengo algo...? - Su dulce voz me saca de mi lucha interna.
-Ohh no... no... yo... - empiezo a titubear. Por Dios que alguien la tape... o no. Mejor no.
–Me voy a dar una ducha. El dinero para la pizza está en la mesa del recibidor... - y sin pensármelo dos veces salgo corriendo antes de hacer algo indebido.
Después de tanto tiempo sin estar con una chica pasa factura. Pasa demasiada factura.
-Está bien... - logra decir antes de que cruce la puerta de mi habitación. Se puede notar la incomodidad en su voz, la has incomodado.
Me encierro rápidamente en el cuarto de baño, abro el grifo de agua fría y me relajo o al menos hago el intento. Ya hace varias semanas desde que nos empezamos a conocer, hemos salido varías veces, hablando de nosotros...y eso nos ha hecho llegar a tener esa confianza que ahora nos tenemos. No voy a negar que me gusta el acercamiento que tenemos, porque de hecho me ha encantado. Siempre mis amigos fueron hombres y las mujeres que se acercaban a mi eran solo porque me querían en su cama, triste pero cierto.
Ahora la gran pregunta es ¿es Sally mi amiga? Por supuesto que sí, al menos eso creo. Le he confiado cosas que nunca le habría dicho a un amigo. Después de todo va a ser mi esposa y conviene que nos conozcamos muy bien ya que eso nos puede ayudar a llevar mejor la situación a la que nos vamos a enfrentar. Lo que pasa es que nunca había pasado tanto tiempo con una chica y a veces, al estar con ella, cuando nos reímos, charlamos... siento como un cosquilleo dentro. Nunca lo había sentido antes y eso me preocupa. Me preocupa sentir algo "más" por ella porque todos los días y las horas que estoy con ella siempre me recuerdo a mí mismo de que entre nosotros hay un "contrato" de por medio. Contrato que se puede romper por culpa de las tonterías que se me pasan por la cabeza. Y no puedo tolerar que esto salga mal porque sé que le romperé el corazón a mi padre.Pero es difícil, ella es tan encantadora, cariñosa y preciosa... y me siento muy pero que muy afortunado de tenerla a mi lado, aunque sea de mentira. Porque eso es lo que tenemos, una mentira.Termino de ducharme y me seco con mi toalla. Genial, se me ha olvidado el pijama en mi habitación por culpa de la "distracción" de mi querida amiga piernas bonitas. Pero pensándolo mejor, ella te ha enseñado algo, quizás le debas devolver el favor...
Por Dios Elieber ... ¿qué te está pasando?
Oigo como abre la puerta. El repartidor debe de estar ya en la puerta ¡seguramente le estará mirando a Sally con su "pijama especial"! No, no puedo permitir que otro chico disfrute de la vista que proporciona mi "novia", así que me envuelvo la toalla cintura para abajo y así darle la lección a ese repartidor que esa mujer ya tiene dueño
Pero definitivamente hoy no es mi día.
-¿Natasha ? - la chica rubia aparta su mirada asesina de Sally y las posa en mi, recorriendo cada centímetro de mi cuerpo.
-¿Tú eres Natasha Araño? - exclama Sally bastante sorprendida, pero espera... ¿Cómo demonios la conoce?
-Hola Elieber . - La rubia ignora completamente a Sally dirigiéndose a mí.
Su rostro está completamente rojo y me parece que es por la rabia porque vergüenza no tiene.
-Vine a hablar contigo.... te extraño mucho... pero veo que estás ocupado. - Dice mirando a Sally de arriba abajo
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio Arreglado
Romance-Siempre has sido así? de repente pregunta y me desconcierta -¿Cómo qué? le pregunto de vuelta con un poco de confusión. -No sé... digo... admito que durante todo este tiempo nos hemos llevado muy bien, nos entendemos... confiamos el uno al otro...