Matrimonio Arreglado

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narra Sally

Elieber -Bueno... será mejor que te prepares o si no perderemos el avión
me dice Elieber sonriente.

Sally -¿Qué avión...?
le digo.

Elieber -Bueno... por favor dime que no te has tragado que no he organizado una luna de miel amor... como si no me conocieras.
se ríe.

Sally -No es gracioso Elieber.
le advierto.

-¡Sally! ¡se van a USA!
exclaman todos.

Narra Elieber

La cara de Sally me encantó cuando le dijimos que nos íbamos a USA. Acabo de darme cuenta que mi mujer confía en mí demasiado... digo, se ha tragado que no he planeado nada para nuestra luna de miel. En serio, sería un idiota si no lo hiciera, además no le voy a quitar esta experiencia. Aparte de eso también estoy un poco asustado y confuso sobre lo que debe pasar cuando lleguemos. Después de estos meses volvemos al sitio donde todo esto ha comenzado. Nos alojaremos en su apartamento donde estuve la última vez como invitado y ahora... soy su marido. Luego también está el detalle de lo que ocurre en las noches de luna de miel. Estoy bastante seguro que Sally también le ha estado dando vueltas... pero hay una cosa que le tengo que aclarar. No va a pasar nada que ella no quiera. Eso se lo tengo que dejar muy claro. Después del vuelo por fin llegamos. Nos hemos pasado todo el viaje durmiendo, todo el rollo de la boda nos ha dejado destrozados y al menos hemos podido recuperar un poco de fuerza. Recogemos nuestras maletas, alquilamos un coche  de color negro y nos dirigimos hacia su apartamento. Durante el camino Sally me va contando sobre las cosas y edificios por los que pasamos y ahí me doy cuenta del cariño que le tiene a esta ciudad. Yo asiento divertido y feliz sobre todas las cosas que me cuenta y me alegra ver que de nuevo la he hecho feliz.

Sally -Esto no se vale Elieber...Me mentiste... nos acabamos de casar y ya me estás mintiendo.
murmura fingiendo enfado.

Elieber -Bueno... tampoco fue una mentira amor... Sólo estaba protegiendo la sorpresa... todo habría perdido su gracias si te lo hubiera dicho... anda, ya no te enfades ¿Si?
y le doy un beso en la mejilla.

Sally -Mi perdón te costará mucho señor Bustamante.

Elieber -Ohh... entonces me encargaré de mimarte mucho señora Bustamante.
Muy melosos. Creo que las hormigas no van a tardar a abalanzarse sobre nosotros pero todos los recién casado son así por naturaleza. Así que técnicamente no es nuestra culpa.

Sally -Elieber, hay algo que quiero pedirte.
murmura.

Elieber -Lo que tú quieras...
le digo sonriendo.

Sally -Me gustaría pasar por la editorial un momento cuando nos hayamos acomodado. Te importaría quedarte un momento en casa? Después de te llevaré en mi restaurante favorito.
me guiña el ojo.

Elieber -Claro, no te preocupes... Si quieres te puedo llevar.

Sally -No, no te preocupes, si eso te dejo la dirección para que programes el GPS y me recoges...

Elieber -Eso suena muy bien.

Cuando llegamos en el apartamento obviamente nada ha cambiado aunque cuando entramos enseguida Sally dio el primer paso y me dijo que me acomodara en su habitación, que por cierto aún no he visto. Organizo mi ropa con su ayuda y nos preparamos un sándwich para dejar pasar el hambre y después de unas horas me encuentro solo en el apartamento. Llamo en mi casa para avisar que hemos llegado bien y después me quedo sin nada que hacer. Gracias a Dios el tiempo pasa rápido , agarro las llaves y programo en GPS para que me guíe hasta el editorial. En el camino me encuentro con una floristería y decido comprar un ramo de fresias que huelen de maravilla y me dispongo para recoger a mi esposa.