Al otro lado de la calle ΞJoerickΞ

Epílogo

Al otro lado de la calle puede significar muchas cosas, como que al otro lado esta esperando una gran oportunidad.

O que al otro lado correrás un gran peligro.

Es confuso e inexplicable.

Porque la vida es así, impredecible.

Así que jamás puedes estar seguro de lo que te espera al otro lado de la calle, pero eso no impide arriesgarse.

Tomar valor y cruzar la calle es lo primordial, luego enfrentas lo que venga.

Todo es cuestión de coraje.

-¿Estas seguro de esto, mi amor?- pregunta con voz dulce.

Ríe suavemente antes de responder. -Yo tendría que preguntarte eso. ¿Estas listo para caminar conmigo por la ciudad?

-Estar contigo es lo único que necesito para estar bien.- dice y le da un corto beso en los labios al rizado.

-Esa es mi respuesta también.- dice sujetándolo de la cintura para que no se aleje y vuelve a unir sus labios, pero esta vez en un beso más profundo.

Aquel día que Erick cruzó la calle por Joel todo cambio.

Efectivamente el edificio de enfrente era más bonito y la renta era más barata. Erick se mudó al departamento de Joel.

Cruzar las calles puede parecer sencillo. Para nada un problema.

Sin embargo cuando se trata de un trauma puede ser realmente difícil.

Así lo fue para Erick, se sentía incapaz y débil delante de una avenida, hasta que eso se volvió pequeño a comparación del amor que sentía por Joel.

Tomó terapia por un largo tiempo para sentirse fuerte, sin culpa. Así es ahora, capaz de superar sus miedos.

Ahora mismo Joel le ofrece su mano y Erick la recibe sonriendo. Ambos respiran profundamente antes de ponerse en marcha y cruzar calles y avenidas.

Todo es posible con la persona indicada a tu lado, todo es posible con amor sincero.

Eso era lo que Erick necesitaba, un mano firme sujetándolo para no caer, un motivo para ser mejor, un alma generosa para sonreír. Una razón para vivir.

Eso era también lo que Joel necesitaba, unos brazos cálidos para abrazarlo, un motivo para despertar, un alma tierna para sonreír. Una razón para vivir.

-Allá están.- Erick señala a los dos chicos que están sentados en su banca especial.

-Se ven nerviosos, pero felices.- dice Joel.

-¿Estas nervioso también?

-Un poco, si. Pero no es por nada de lo que te imaginas, no odio, ni rencor. Tampoco sentimientos despertados.- dice riendo al ver la mueca que hace Erick, sabe que está celoso.

-¿Ningún sentimiento?- pregunta temeroso.

-Fuimos juntos a terapia, mi amor. Yo comprendí que lo que siento por Chris es un gran agradecimiento por haberme ayudado cuando lo necesitaba. Si siento algo por él es solo cariño. Yo solo te amo a ti Erick.

Es completamente cierto. Su amor es infinito y verdadero.

Ambos chicos caminan hacia donde están los otros dos. La tensión se respira, se puede notar en el aire, se podría decir que casi, casi se puede tocar.

Los cuatro chicos se encuentran después de un largo tiempo y es cierto, no existe ningún clase de rencor de parte de nadie.

Cada quien está sujetando fuertemente la mano de la persona que ama.

-Hola, Chris. Este es Erick, mi novio.- pronuncia Joel con una sonrisa sincera.

Aquí empieza una bonita amistad entre ellos.

Zabdiel se contacto con Erick para armar un encuentro entre ellos, era necesario. Uno no puede simplemente olvidar a las personas importantes de su vida.

-Erick.- sonríe Zabdiel. -Él es Chris mi novio.

Todo es posible en un mundo impredecible.

Cambiar el rumbo de las personas, hacer coincidir caminos que se perdieron al pasar del tiempo.

Conectar.

Perdonar.

Superar.

Empezar de nuevo.

Amar.

Erick ahora lo ve de esta forma.

Su primer amor le salvo la vida cuando tenia 7 años, le enseño a cruzar la calle pensando muchas veces en si era lo correcto.

Su segundo amor le salvo la vida a los 20 años, le enseño a cruzar la calle sin pensarlo ni una vez, porque su corazón sabia que era lo correcto.

Al otro lado de la calle puede significar muchas cosas, como que al otro lado te está esperando no solo el amor de tu vida, tu destino.

Ningún hombre puede escapar de su destino.