Extraña conexión ☆ [Kookmin]

Conexión 13

~Jimin~

Me quedé estático al observar a la persona acostada frente a mí.
Los recuerdos de la noche pasada comenzaban a venir poco a poco a mi mente, y de igual forma, mi rostro se iba tiñendo de rojo por la sensación que eso me generaba.

Mis recuerdos llegaban hasta donde íbamos en el auto de regreso a casa.
Luego de eso, probablemente me había quedado dormido porque solo venían a mi mente, las imágenes de ese sueño tan extraño que había tenido.

Entonces, ¿qué había pasado durante todo ese transcurso en el que me había quedado dormido, como para que ahora Jeon Jungkook estuviera a apenas a unos milímetros de mi rostro?

Y por otro lado, ¿Qué pasaría con nosotros de ahora en adelante?
Porque pensaba claramente en ese mágico momento en el que nos besamos.
Entonces, ¿cómo lo miraría de ahora en adelante? ¿ese beso habría significado para él, lo mismo que para mi?

Deseaba que fuese así.

Sin pensarlo, me vi absorto en su rostro calmado y relajado. Observando cómo su pecho se alzaba y bajaba con cada respiración.

No podía encontrar explicación a todo lo que me estaba ocurriendo con Jeon Jungkook.
Todo al rededor de él, al rededor de nosotros, me resultaba atípico.
Primero, estaba el hecho de haber tenido esos sueños en los que él aparecía, sin siquiera haberlo conocido.
Luego esa sensación de hormigueo y excitación cuando lo vi por primera vez y que re aparece cada vez que lo siento cerca.
También estaba toda esa ola de sentimientos que me había generado el haberlo besado, y principalmente estaba el hecho de sentirme tan seguro a su lado; y no sólo era seguridad lo que me inspiraba, si no la sensación de estar junto a alguien sumamente importante y significativo para mí.

Otra cosa singular, era el tener lunares ubicados justo en los mismos sitios del cuerpo.

¿No era eso demasiada coincidencia?
Era como si el destino se estuviera encargando de decirme algo.

Y yo tenía solamente que atar cabos y armar rompecabezas para descubrirlo.

Pero de lo que sí estaba seguro, era de todos esos sentimientos. Porque ya no cabía duda alguna. No al observarlo tan detenidamente.
Era obvio que la persona cuyo rostro estaba viendo ahora fijamente, me gustaba.
El chico cuyo lunar bajo el labio estaba por tocar, me atraía locamente.

—¿Disfrutando de la vista?— me encogí un poco y aparté mi mano al escuchar su voz ronca. Había hablado y soltado una sonrisa ladina pero no había abierto los ojos en ningún momento.
¿Cómo se había dado cuenta de que lo estaba observando?
Seguramente desde que lo había llamado creyendo que era Tae se había despertado pero había fingido seguir dormido.

Maldito.

—No exactamente. Más bien, ¿Qué se supone que estás haciendo aquí? — pregunté más con curiosidad, pero mi tono indicó molestia. Él abrió los ojos y se los frotó. Yo me sentí intimidado por su mirada, y por la forma tan sexy en que se veía con su cabello todo despeinado y desordenado, así que me alejé un poco y me senté en la cama, sobre mis piernas flexionadas, mientras me cruzaba de brazos y levantaba una ceja, esperando una explicación.

—¿No te acuerdas?— preguntó luego de un momento de silencio mientras permanecía acostado.

—¿De qué?— fruncí el ceño, dudoso.