Conexión 5

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~Jimin~

Al dirigirme hacia la puerta pude notar la mirada del castaño puesta en mí.
Él estaba apoyado en el marco de la puerta y con los brazos cruzados.
Tenía el semblante serio y vista desafiante.  Traté de sostener la mirada, pero me puse demasiado nervioso. Pasé saliva y lo que hice fue coger rápidamente mis maletas y alejarme en dirección a la habitación de Tae.

Podía jurar que escuché una pequeña risa burlona proveniente de él, pero lo dejé pasar. No quería iniciar una discusión nuevamente.

Al llegar a la puerta de la habitación en la que me quedaría por unos días, me encontré con la puerta cerrada.

Toqué para hacerle saber a Tae que ya me encontraba allí.
Respondió al segundo toque.
Al parecer estaba muy ocupado ahí dentro.

—Sí, sí. Espera un momento. Estoy arreglando unas cosas.—su voz parecía agitada como si hubiera corrido en una maratón.

Jin se percató de eso y esta vez fue él quien vino a tocar pero poco más y tumba la puerta.

—Tae, estás haciendo esperar a Jimin aquí. No quieres que él piense que eres un DE-SOR-DE-NA-DO —Hizo especial énfasis en esta última palabra—  y que a última hora te pones a arreglar todo tu cuarto porque antes no podías ni encontrarte a ti mismo, ¿o sí?

—¿Eh? No, no. Claro que no. —Su voz seguía sonando agitada. Era obvio que estaba haciendo justo lo que SeokJin decía. Los sonidos de bolsas y papeles arrugándose, sillas rodando y mesas siendo sacudidas lo delataban. — Sólo que... Al rodar la cama se me cayeron mis colores, plumas, y pues todo lo que tenga que ver con la universidad y estoy recogiendo. Jimin, espera un momento ¿si?

—Claro, no te preocupes, pero si quieres puedo ayudarte a recoger...

—¡No, no, no! —Negó con voz apresurada—Está bien, ya casi acabo.

—Tú solo espera —Jin puso una mano sobre mi hombro—y finge que le crees. —Se alejó en dirección a la cocina.

—¡Listo! Pasa, pasa— Tae abrió la puerta después de un par de minutos. Su cuarto era grande, con paredes de un color celeste que transmitían cierta tranquilidad. Había una mesa de estudio, una computadora grande, un televisor, una pequeña puerta que supuse daba al baño y un gran armario.
Las camas tenían sábanas de color plomo con blanco y abundantes almohadas.
Efectivamente era una cama, de la cual se deslizaba otra para quedar posicionadas juntas.
Había una gran repisa con muchos libros. ¿Eran comics?
También habían algunas figuras de acción ubicadas en ella. Un brillante saxofón reposaba a un costado de esta.

—Vaya, veo que hiciste magia para convertir tu anterior pocilga en esto— Escuché la voz de Jeon. Giré para notar cómo observaba despreocupado la habitación de Tae. Después de unos segundos continuó su camino, muy probablemente hacia su habitación.

—No le hagas caso.  ¿Que te parece mi habitación? Sé que es poco, pero es acogedor y te puede transmitir paz.

Taehyung me indicó detalladamente cada rincón de su habitación.  Como si me fuera a quedar allí por un largo tiempo. Por supuesto que no planeaba aquello. A penas Hoseok Hyung regresara de su pueblo natal, le iba a pedir hospedaje.  Hasta que encontrara un lugar para quedarme solo.
En esos momentos no quería ni pensar en lo que pasaría en adelante con mi vida. Con el trabajo, con la universidad, con mi padre.
Porque a pesar de todo, estaba preocupado por él.

Tae además me ayudó a desempacar y mientras lo hacíamos, me hacía reír mucho con sus ocurrencias. Era tan espontáneo y transparente.

—¿Eres... amm... amigo de Jin de la universidad? ¿O... algo así?— Su voz sonaba avergonzada. Como si realmente quisiera decir otra cosa pero le apenara demasiado. —Porque estoy completamente seguro que no eres amigo de Kookie. Alguien como tú no podría ser amigo de él.

Extraña conexión ☆  [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora