Extraña conexión ☆ [Kookmin]

Conexión 18

Capítulo dedicado a: NaniMatos3

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“Las utopías de la eternidad y de la inmutabilidad de la vida no son solo imposibles, sino que si fueran realizables, se volverían prontamente aborrecibles.”
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·Jungkook·

Es curioso, ¿no?
El cómo las cosas pueden acabar, incluso antes de oficialmente comenzar.

El cómo las situaciones en la vida, pueden dar un giro de 180 grados, en un solo instante.

El cómo puedes despertar con nada más que felicidad y anticipación en tu rostro, y luego irte a dormir, pero no poder, por estar sumido en una agonía absoluta.

Porque sí, los días anteriores habían sido una completa agonía.

Pero solo serían el comienzo de una serie de situaciones, que me harían comprender el verdadero y doloroso significado de la palabra utopía.

Ya era sábado. Y no había visto la cara de Jimin desde el miércoles.

—Jungkook... por favor.— Tae suplicaba nuevamente, como por tercera vez.

—No, Tae. No tengo hambre.— Rechacé la sopa de algas que me había preparado.
Y no precisamente porque la había hecho él y muy seguramente era un asco, sino porque de verdad no tenía apetito. Como tampoco sentía ganas de pararme de la cama, o de pintar, o de ir a clases. No tenía ganas de nada. Solo quería que Jimin atravesara por la puerta, y me sonriera hasta que sus ojos desaparecieran.

Lo único para lo que me levantaba de mi cama era para ir hacia la sala, mirar hacia la puerta y desear con todas mis fuerzas que Jimin entrara por ella tan majestuosamente como solía hacerlo.

—Pero tampoco comiste nada el día de ayer. —Colocó la sopa sobre la mesa y se sentó a mi lado, en mi cama.

—Porque tampoco tenía hambre el día de ayer.— Contesté empezando a irritarme por tanta insistencia de su parte. Por otro lado, agradecía que Jin no estuviera ahí en ese momento. Él era mucho peor y me habría hecho tragar algún bocado, aun en contra de mi voluntad.

No le había dicho nada a Jin. No por lo que mencioné anteriormente, sino porque se preocuparía demasiado y pediría permiso para regresar, a pesar de encontrarse herido y aunque esa excursión contara como crédito en una de sus materias.

Y sobre todo, no le había dicho, porque en el fondo esperaba que Jimin estuviera de vuelta mucho antes de que el viaje de Jin acabara.

Tenía que ser así.

Jimin regresaría, yo lo abrazaría y le daría muchos mimos y besos, él me explicaría dónde estuvo esos días y el por qué no me llamó. Yo no me enojaría porque la felicidad de verlo de nuevo no dejaría espacio para algún otro tipo de sentimiento, pondría en marcha nuevamente los planes para nuestra cita y esta vez saldría todo de maravilla. Jin regresaría y no habría necesidad de mencionarle nada porque nos centraríamos en la noticia de que Jimin y yo ya éramos novios oficiales.

Así sería todo. Así tenía que ser.

—Jungkook...

—Basta, Tae. Ya déjame en paz. Comeré cuando se me dé la gana.—A penas las palabras salieron de mi boca con frialdad excesiva, me arrepentí de decirlas. Tae no tenía la culpa de que me encontrara tan turbado. Él solo estaba siendo amable. Lo vi a los ojos, confirmando que mi contestación le había dolido. Suspiré.—Tae, lo siento, yo...