A medida que pasa el paisaje por la ventana del colectivo voy reconociendo lugares y los menciono
como si eso sirviera de algo.
Casa de Alan
terraza de Alan donde jugábamos cuando éramos pendejos
terreno baldio no tan baldio
óptica donde me hice los anteojos con los que puedo distinguir todo lo que veo
y entre todo eso
te distingo a vos
no sos vos
es tu reflejo
está en una vidriera de un pet shop
estás sosteniendo un conejo, como si fueras terrenal
como si lo que me produce imaginarte fuera real
como si el deseo de tenerte acá lo fuera
pero es todo una mentira
es todo un reflejo de los anteojos que hice en esa óptica
de los recuerdos jugando en la terraza de alan
de la casa de Alan
de la cancha donde Alan festejó su cumpleaños una vez.
Ya no me invitan a cumpleaños
tampoco sé si quiero.
Mira lo que me haces pensar,
sos mala,
me haces despertar
caer en que nadie me quiere y en que mis amigos ya no son tal.
Debería haber bajado,
colgué mal
por tu culpa
por tu reflejo sosteniendo un conejo
por mirar por la ventana
por estos anteojos que me hice en la óptica cerca de la casa de Alan donde perdí la consciencia de que es real y que no
desde que te vi, amor, no me quiero bajar de tu bondi
y no tengo drama en perder todas las paradas
si eso me permite seguir viendo por la ventana
con los lentes que hice en la óptica que está a dos cuadras de la casa de Alan.
