esta vez como me desago de el.

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No sé cómo no tengo ni idea de que hacer, estoy haciendo lo que menos quería y eso es... Esperar.

No puedo, mejor dicho no debo de hacerlo, si dejo que este me torture más tiempo me volveré loco.

No puedo dejar que eso pase, esos eran mis pensamientos.

Después de reposar unos días en mí casa, caminaba hacia la escuela, no tengo ni idea de cómo, pero logré levantarme para ir al colegio, después de todo nadie sabe que es lo que me pasa y tienden a pensar que estoy finjiendo.

Tras de mí escuchó una voz, se perfectamente de quién es.

– oye espérame, dijo aquella chica rubia la cual se que a estado preguntando por mi.

– que es lo que quieres, dije lo más frío que pude sonar.

– solo quería saber cómo estabas, después de todo supongo fue mi culpa que te pusieras así, dijo con la cabeza gacha.

– no me gusta hacer sentir mal a una persona por algo que no causó, se como se siente y no es nada agradable.

– de qué hablas acaso no fue mi culpa que te pusieras así el otro día en la escuela, pensé que mis gritos lo avían causado.

– no, en realidad no fuiste tú.

– entonces que fue lo que te ocasionó ese desmayo.

– para que quieres saber, además no lo entenderías.

– en primera si lo entiendo, segunda me importa...tú me importas.

– no podía creer lo que estaba oyendo, lo dijo con tanta naturalidad y ni siquiera me conoce.

– se lo que dije, y también se que no te conozco, pero me importas, se que eres de esos pocos que...

– esos pocos que, ¿que?, pregunté.

– solo te puedo decir en un lugar más privado, la verdad no es la primera vez que hable de este tema con alguien, y se que para algunos es difícil de asimilar.

– cual tema, no entiendo nada, dime a qué te refieres, pregunté confundido y lleno de dudas.

– te diré esto por ahora, tu tormento.

– me quedé helado, pues entendí a la perfección que fue lo que quiso decir, era imposible pero ella lo sabía.

– te veo en el parque a las tres, después de clase.

– asentí con la cabeza, y me quedé mirándola.

Ella comenzó a caminar, se despidió de mi con una sonrisa y yo le corespondi serio.

Ella se fué por otro camino, mientras yo seguía por el mismo camino, mientras pensaba en si era posible que ella me comprendiera.

Se que yo no soy el único que sufre esto, pero las personas tienen a no entender lo que les pasa, no creen que sea posible que algo como esto ocurra.

Acaso encontré a alguien que sufre como yo, que me entiende y que sabe cómo me siento.

Si es así mis dudas se resolverán pronto.

Solo me queda esperar...

los monstruos si existen, estan en nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora