revelaciones.

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Mi madre, que es lo que pasa no entiendo, que es lo que quiere hablar conmigo.

– hi...jo, la voz de mi madre se quebraba mientras que lágrimas caían por sus mejillas.

– el  fuerte dolor de cabeza desapareció al instante, lo único que podía ver era a mi madre llorar, pero ¿por qué?

– hijo, creo que debí de decirte esto hace mucho tiempo.

– ¿qué es lo que pasa?

– hijo, lo que tú sufres...yo también lo sufrí.

Me quedé en shock, acaso escuché bien, ella dijo que sufrió al igual que yo, eso no puede ser posible y si lo fuera... Por qué ella nunca me creyó.

– hijo sé que esto te hace daño, se que siempre pensaste que no te comprendía y ahora que sabes que no es así, te preguntas el por qué no te apoye de pequeño.

– yo solo permanezco en silencio, no tengo nada que decir, estoy estupefacto.

– yo solo me negaba a creer que tú sufrías lo mismo, desde el fondo de mi corazón deseaba que tú no pasarás por lo mismo que yo, por esa razón me negué a creerlo.

La miraba con atención pero algo muy en el fondo me hacía estar enojado con ella y con todos.

– quiero que me cuentes que fue lo que pasó, fueron las únicas palabras que salieron de mi boca mientras mantenía una expresión seria.

– bien te lo contaré, está tomo asiento en mi cama, bien creo que empezaré por lo que pasó cuando era niña al igual que tú, tomo aire y comenzó, cuando yo tenía 6 años de edad este parásito estaba en mis sueños solo pensaban que era una típica pesadilla de una niña de esa edad, claro que estaban muy equivocados, yo era frágil y tuve la mala suerte de encontrarte con un mounstro que no solo te atacaba mentalmente si no también física, mis padres se empezaron a preocupar por esa razón estuve cinco años en un internado, lo único bueno fue que este no volvió a molestarme en un largo tiempo, después de salir del internado algunos años después este volvió a atacarme, yo tenía solo 16, al igual que tú, sufrí bastante desde entonces, pero hubo algo que iso que me pudiera deshacer de el.

– ¿que o quién era?, la interumpi pues no aguante la curiosidad.

– tu padre...

– ¿es enserio?, la verdad no entendía como mi padre fue la razón por la cual ese mounstro dejó de molestar a mi madre.

– ella tenía una expresión divertida al ver mi cara de que no entendía y solo me dedico una pequeña sonrisa y después me dijo, no crees que una persona especial sea la solución para desaserte de el ¿cierto?

– esa era una de mis principales dudas, pues en realidad lo que yo quería saber era como desaserme de el.

Mis dudas cresen pero mi conocimiento también, cada ves me hacerco más a la respuesta que estoy buscando, no tardaré en saber cómo librarme de el...

los monstruos si existen, estan en nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora