Cuando Jungkook bajó a aquel lugar oscuro de horrible olor, el chico quedó estupefacto. No entendía que hacía el extraño amable de la noche anterior de nuevo junto a él, dispuesto a hablarle y darle buena comida. Más que asustado estaba confundido, y para Jungkook eso era bueno. Tendría más oportunidad para acercarse a él sin problemas.
Jungkook observó la cabeza de pescado cocinada y toda mordida que estaba en el piso. Sospechaba que esa porquería le habían dado de comer.
—Hola. Te traje comida. —fue lo primero que dijo Jungkook, dejando a un lado una linterna diferente que había llevado, una que alumbraba más que la clásica.— Mira, es pastel de chocolate, toma. —le ofreció el postre que había sacado de su bolsa.
El chico miró un instante lo que Jungkook le ofrecía. Estaba seguro de que tenia el mismo aspecto que esa cosa que le salia por la parte de atrás, por lo que negó. Él no quería comer eso. No sabia nada bien.
—¿Y esto? —dijo Jungkook, sacando ahora un taper de carne que se había encargado de picar, con papas al natural.— ¿Te gusta como huele?
El oficial intentó retener una risita al ver la cara de confusión del chico. Este lo miraba como si estuviera loco, pero finalmente acepto lo que le daba. Pues antes también le había dado algo decente.
—Despacio, no comas rápido... —dijo Jungkook, sentándose relativamente cerca. No quería intimidarlo, pero si acortar la distancia mínima. Afortunadamente esta vez no estaba tan alejado.
Mientras el chico comía con sus manos lo que había llevado, ni siquiera se preocupo cuando se orinó en el mismo lugar en el que estaba sentado. Jungkook observó aquello, pero no dijo nada. Okey, hacía sus necesidades en cualquier lado, no le importaba. Eso le decía muchas cosas, como que probablemente no tenia idea de porque podía orinar y defecar, y que eso no debía mezclarse con la comida.
—¿No sabes hablar? —preguntó. El chico se le quedó mirando con la boca llena.— ¿No hablas en serio? —esta vez un tanto frustrado.
—S-si. —contestó el chico, y Jungkook no pudo evitar sonreír. Al fin le sacaba una palabra.
—¿Tienes nombre?
El chico pensó un momento: —Tae.
—Yo me llamo Jungkook, ¿no quieres más comida?
—Si.
—¿En serio no quieres pastel de chocolate? Es muy rico, va a gustarte. —volvió a ofrecerle aquel postre.
Tae negó con una mueca de asco en su rostro y señaló algo marrón que había un tanto lejos en el suelo. Jungkook largó una carcajada al darse cuenta de que lo estaba confundiendo con mierda.
—No no, esto no es eso. Esto es comida. —pasó un dedo por la cubierta y lo llevó a su boca, degustando su dulce sabor.— ¿Ves? No es malo. —volvió a manchar su dedo con chocolate y lo llevó a la boca del joven.
Tae observó su dedo y copió su acción. Chupó su dedo algo torpe, medio mordiéndolo, pero Jungkook notó que hacia su esfuerzo por no dañarlo esta vez.
—No me muerdas. ¿Te gusta? —limpió su dedo en su pantalón.
Con confianza, Tae decidió comer el pastel al notar que sabia bien. Era mejor que cualquier otra cosa que pudiera comer. Su textura dulce y suave era un paraíso. Probablemente se volvería su cosa favorita en el mundo.
Jungkook dejó que se alimentara como quisiera y ya casi se había acabado el agua. Le gustaba ver que disfrutaba de lo que le llevaba, aunque quizá debía seleccionar mejor los alimentos, pues no estaba teniendo en cuenta que habían necesidades básicas que cubrir en alguien que comía cualquier porquería a diario.
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Escape de Omelas | KookTae (Lado A)
FanfictionJeon Jungkook y Kim Namjoon son una pareja de policías que deciden investigar el caso de Min Yoongi; Un joven de 15 años que desaparece sin dejar rastro luego de realizar el misterioso juego del ascensor, terminando así en una ciudad donde no todo e...