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Aun en la cama, tapado y cómodo, Taehyung no tenia ganas de levantarse. Un leve dolor de cabeza se hizo presente en cuanto abrió los ojos, y todo por llorar como bebé. Y la culpa la tenia Jungkook, eso era bien claro.

Por suerte estaba solo en el cuarto, permitiéndose algo de paz. Sin embargo no le gustaba del todo. Yoongi y Jimin eran ruidosos, pero le caían bien. No hablaba tanto con Namjoon, pero lo cuidaba y Jungkook... él era un amor, y por más que le doliera aquello tan extraño que lo tenia así de triste, necesitaba de sus mimos y cuidados. Para reemplazarlo -por el momento-, decidió estirar su mano y alcanzar la esponja de patito que tanto le gustaba.

Se mantuvo unos minutos abrazando su juguete hasta que el ruido de la puerta llamó su atención. Era Jungkook con una bandeja en donde le había picado su cereal con frutas, algo a lo que no se iba a poder negar.

—Te traje tu desayuno. —dijo Jungkook. Ninguno de los dos dijo nada, solo llevó la bandeja y la dejó en la mesita de luz. No le gustaba ver a Tae así.— Ven, te llevo al baño.

—Tae puede solo.

—No, yo te llevo. Te gusta que te cargue, ¿no?

—Puedo solo. —repitió, ofendido.

Necesitaba con urgencia arrojarse en sus brazos y dejarse cuidar, pero era demasiado orgulloso para eso. Si quería sentirse bien de nuevo, debía de ignorar a Jungkook tanto como pudiera, aunque al oficial no le gustara la idea.

—Cuando salgamos de aquí te llevaré a conocer el lugar en donde vivo. Te va a gustar. —dijo Jungkook en cuanto Taehyung regresó de hacer sus tareas matutinas, para luego sentarse a comer. El castaño negó.— ¿No quieres irte conmigo? 

—Me lastimas...

—Yo no quiero lastimarte...

—¿Por qué sacaste a Tae de aquel lugar?

—Porque no tengo tan podrido el cerebro. No iba a dejar que siguieras sufriendo, estabas desnutrido e ibas a morir si seguías así. Ahora al menos te ves mas repuesto.

—Pero no tengo a nadie...

—Me tienes a mi, Taehyung, te dije que no voy a dejarte solo. Te vas a ir conmigo, a mi casa. Ya veremos que haremos en cuanto lleguemos, pero te quedas conmigo si o si.

Taehyung se quedó unos segundos callado, procesando la información. ¿Ir con Jungkook significaba vivir con él? No sabia si podría soportar verlo todos los días para recordar como fue rechazado de aquel modo.

—¿Y seguirá doliendo? —preguntó, y eso hizo que Jungkook pasara saliva.

—No, Tae, no seguirá doliendo. —apostaba a que el menor lo olvidaría pronto.

Taehyung ya no dijo más nada, tampoco Jungkook. 

En cuanto terminó el desayuno, Jungkook y Namjoon se encargaron de juntar todo lo que necesitaran, evadiendo preguntas sobre en donde estaba la señora. Esta había fingido no saber quienes eran, y cuando menos se lo esperaba, había atacado a Jungkook. No querían que los menores supieran que tuvieron que hacer con ella.

—¿Ya nos vamos? Estoy extrañando el internet. —dijo Yoongi, repentinamente nombrando algo de que había en la Tierra pero no allí.

—¿Internet? —preguntó Jimin.

—Si, no se porque aquí no hay.

—Estoy enojado con ustedes. —dijo Namjoon, acercándose a ellos.— Le hablaron de cosas que no debían a Tae. Ustedes no pueden andar regando por ahí lo que hacen y menos con un cosita tan inocente como él, así que si van a hacer cosas que sea entre ustedes y no lo anden diciendo a los cuatro vientos.

Escape de Omelas | KookTae (Lado A)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora