Según las rayas que pinte en la pared es el día 39 de mi cautiverio, hoy no llego mi bandeja de comida a la hora que debía de llegar, para esto seguramente ya seria pasado el medio día.
Mis pensamientos se distrajeron de mis paredes rayadas con el sonido de la puerta metálica y fría, que se abrió dejando al tipo con el pasamontaña entrar. Lo que paso a continuación realmente me sorprendió. Él dejo mi bandeja de comida en el suelo y luego con la luz que entraba de la puerta, miro mis paredes rayadas, el volteo a mirarme, lo único que vi en sus ojos fue un negro tan profundo que podría ahogarme en ellos, me quede quieta, ahí en mi esquina.
-levántate -dijo con una voz grave pero suave, el volvió a mirar mis paredes, tres de ellas estaban totalmente rayadas y última casi llena.
Me levante como lo había ordenado, el me tomo del brazo con un agarre firme y me llevo afuera, la luz sego mis ojos que no estaban para nada acostumbrados, cerré inmediatamente los ojos y me quede quieta con un molesto escosor.
Trate de decir algo, pero lo único que salió de mi garganta fue un graznido, me lleve la mano a la boca algo sorprendida.
-no tienes que hablar -dijo él, me paso unos lentes de sol que me puse inmediatamente, no bastaba pero era suficiente.
Despues de muchos carraspeos y de aclararme la garganta logre articular palabras- ¿a donde..de va..va..mos? -me escuche decir con la voz mas ronca que había oido.
Él chico me miro desde su magnífica altura, temi que fuera a golpearme y di un ligero paso atras, se apresuro a corregir su mirada recia y volvio a mirar hacia el blanco y liso pasillo; me percate de otras puertas metalicas, había escuchado gritos hacia un tiempo pero había creido que era solo mi imaginación.
-te estan transladando de habitación -fue lo único antes de empujarme dentro de una habitación. -duchate -dijo cerrando la puerta.
Mire la habitación, me quite los lentes y aguante el brillo excesivo de la luz, decidi mejor apagarla para irme acostumbrando poco a poco, ya mas comoda con mi vision me percate de un par de pantalones blancos una blusa del mismo color, un conjunto de ropa interior y tenis igualmente blancos. Jale la cortina de baño y me desvesti para despues meterme y dejar que mi cuerpo sintiera el agua.
Hace mas de 39 días en los que no había tomado un baño, ¿como rayos oleria? Me talle al menos cuatro veces antes de enjuagarme, me lave el cabello unas cinco veces hasta que quedo impregnado con un suave aroma a flores, mi curpo desprendia el mismo olor y supe que ya estaba lista.
Sali me envolvi en una toalla y me puse el conjunto de la ropa blanca, me trate de secar el cabello lo mas que pude con la toalla y luego acomode mis rulos en mi espalda, sali, el chico seguia ahí de pie, asintio en aprovación.
-sigueme- dijo sin mostrar un gesto o algo parecido, juntos caminamos, pasamos varias puertas y finalmente salimos a un jardín, vi el edificio de donde había salido, era un especie de hospital psiquiatrico o algo asi.
Al quedarme quieta él me tomo del brazo y me obligo a caminar a su ritmo, caminamos un largo tramo por un sendero entre los árboles hasta llegar a una pequeña cabaña de madera, el abrio la puerta, el lugar estaba bien cuidado y limpió, un par de niñas identicas jugaban damas chinas en una mesita de café, ellas se quedaron quietas al mirarme, pasamos de largo hasta el segundo piso, abrio una puerta de madera aunque reforzada con metal y me metió dentro.
-esta es tu nueva estancia- dijo- no hay electricidad en el lugar, supongo que no te importa, hay todo lo necesario para que te sientas comoda, me encargue de que te dieran una libreta para que no rayes la pared, tienes lapices, colores y lo necesario para que no te aburras -miro el cuarto hacia una gran ventana- en la noche cierra la cotina, tienes prohibido salir, a menos que un superior te lo ordene
-bien -susurre aun con mi voz ronca y mire mi nueva habitación, habia una cama individual con sabanas blancas, un escritorio con una libreta y varios lapices dentro de un vaso, una silla y una alfombra afelpada de un color marron grisaceo, mire la ventana, el paisaje de afuera se veia bastante bien.
-yo soy tu supervisor, asique no trates de escapar o te ira muy mal-yo lo mire y asentí.
-no lo hare -murmure, él cerro la puerta y yo me dirigi a la ventana, había un taburete con cojines de colores, me sente ahí y disfrute de la vista afuera. Sería pasado el medio día pero no había rastros de el cielo, solo una capa blanca cubriendolo todo. seguramente estaba nublado.
Contenta de mi nueva estancia escribi todo eso en el libro, mientras miraba al otro lado de mi ventana.
* * *
me despertó el sonido de las llaves en la puerta, me había quedado dormida entre los cojines escribiendo el díario. El chico del pasamontañas aparecio en la puerta.
-hora de cenar -dijo y camino por el pasillo sin siquiera esperar por mi.
Me levanté y baje corriendo atras de él, el entro en el comedor donde encontre con la mirada a las pequeñas niñas iguales, a una chica con el cabello casi blanco cubriendole la mitad de la cara y a un chico calculo de mi edad con el cabello despeinado y crespo. Me sente en la silla vacia entre el chico y la del cabello blanco.
El chico del pasamontañas nos miro a todos al parecer contando si todos estabamos presentes, asintio. -brandon -dijo y un joven de unos 20 años salió de la cocina -encargate de ellos, cuando hallan terminado iran a sus camas y estara todo cerrado con llave ¿entendido?
-si señor -dijo Brandon y saco de la cocina una casuela mientras pasamontaña salia de la casa y cerraba con llave la puerta.
Después de todo seguia encerrada pero ahora era un lugar mas confortable; tome mi cena y subi sin decir palabra, me meti en la cama y esponje la almohada, despúes de unos minutos me quede medio dormida, apesar de que los ruidos de afuera eran algo escalofriantes, las ramas crujiendo por el aire, los gritos de alguien y si no escuche mal tambien el aullido de un lobo.
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Secuestrada- El diario de Jenna
RomanceJenna es una chica normal o al menos eso es lo que ella cree, pero un día ella es secuetrada, ahí es donde comienza este diario, ahí es donde conoce al chico que se encarga de ella, que es una mezcla de dos personalidades. Lo único que jenna no sabe...