Secuestrada- El diario de Jenna

11.

Pasaron los tres peores días de mi vida, la casa era un completo caos, James no vino en ninguno de esos días y tuve que quedarme encerrada, muerta de hambre; el hombre venia todos los días desde que llege, tocaba mi puerta ofreciendo comida, pero estaba tan desconfiada que preferi morirme de hambre antes de tener que abrirle. Después de todo estaba en un prostibulo, no iba a dejar entrar a ningun hombre.

La puerta sonó y me quede mirando el techo de la habitación.

-Soy yo Jenna- dijo la voz de James.

¿Que pasa si no le abro?

Me levante y le quite el seguro a la puerta -hola -dije y el me examino con los ojos.

-Te ves decaida -dijo y entro en la habitación, cerro la puerta y se quedo ahi parado mirando el desastre de ropa sucia en el suelo. -¿Que es esto? -dijo.

-Mi ropa -dije y me pare -tengo para 4 días... pero no donde ponerla

Él suspiro, se veia agotado desde la ultima vez que lo vi, seguramente seguia secuestrando gente como lo hizo conmigo, o cuidando a mis antiguios compañeros de casa.

-Solo dejala en una esquina no en todos lados... ¿Ya comiste? -nege con la cabeza, el llamo a alguien y nos trajeron de comer, me sente en mi cama y comi de mala gana mientras el me observaba.

Cuando hube terminado él se acerco a mi y empezó a acariciar mi cuerpo, odiaba eso, es decir no lo odiaba, lo odiaba pero lo amaba, aunque me gustaba sabía que él solo lo hacia porque era un hombre con deseos carnales que sentia la necesidad de sacear.

James se hecho sobre mi y empezó a besarme el cuello, me quede quieta y deje que hiciera lo que queria a su gusto, estaba acostumbrandome a eso, senti el peso de su cuerpo y el calor que me daba.

-James -susurre 

¿Porque lo hice?

-¿Mmm? -dijo el quejandose y dejando de besarme el cuello.

-¿Porque haces esto? -susurre y cerre los ojos, no quería ver su cara mirandome.

-¿Porque? -dijo y senti como su peso se hacia menos- yo... lo necesito -dijo

Eso pense, solte un suspiro y asenti -podrias ir con alguna de las putas de aqui -dije con voz seca y fria.

-No quiero eso 

-¿Porque? ¿Quieres a una chica virgen?

-Te quiero a ti -abrio los ojos para toparme con los de el -Jenna estoy entrenado para no sentir nada, para matar sin titubeos y para desactivar una bomba a oscuras con un pasador y una envoltura. Pero hay cosas que no puedo controlar.

-¿Que es eso que no puedes controlar? -pregunte.

-Mi deseo -dijo - mi deseo por tu cuerpo

Suspire, eso me imaginaba, era un hombre después de todo, igual a los otros o peor. Él volvio a hecharseme encima, me saco la blusa y me beso la piel, quito mi sosten y entonces me puse nerviosa, no estaba de acuerdo con lo que hacia. Senti su erección presionandose contra mi cuerpo y solté un gemido, no podia creer lo que estaba pasando.

-No -susurre- no lo hagas

Pero el no se detuvo, me quito los pantalones y con dedos agiles quito mis bragas, me senti totalmente desprotegida mientras el me devoraba con los ojos, se quito la camisa y pego su pecho al mio, abrio mis piernas y me estremeci, se coloco enmedio y froto su erección contra mis sexo, gemi inundada en el placer que me causaba.

-No lo hagas -susurre de nuevo

Con mis palabras el dio el siiguiente paso, se quito los pantalones y pude ver el bulto en su boxer.

-¡No! -exclame.

Pero no pasó nada, solo se quito el boxer, cerre los ojos para no tener que verlo desnudo, me estremeci cuando senti su miembro rosar mi piel, el gimio y se coloco en mi entrada, listo para entrar en mi. Empeze a llorar pero ni siquiera eso lo detuvo, senti dolor cuando empezó a entrar en mi, un dolor diferente a cualquier otro, dolia pero a la vez se snetia bien.

-Ahhh -gemi y volte mi cabeza para no mirarlo.

Senti mas dolor cuando mi himen se reventó, la sangre mano un momento y el gruño complacido, metio su miembro aun mas y chille de dolor, empezó a moverse en circulos tratando de abrirme, el dolor fue tanto que me aferre a su espalda y la rasgule con todas mis fuerzas abriendole la piel. Él solo gimio en respuesta y siguio moviendose a su gusto dentro de mi.

Una ola de placer me consumio y después de un rato deje de sentir tanto dolor, esta vez empece a tratar de sentir mas y mas placer, me movi tratando de sentirlo, él gimio complacido por mis intentos y esta vez se movio con mas brusquedad. Solte un grito y él se sigui moviendo, de arriba hacia abajo con fuerza, con tanta fuerza que el dolor volvio mas que antes y no pude contener los gritos.

Estaba cansada, una capa fina de sudor cubria nuestros cuerpos, y me sentia totalmente agotada, pero él no sentia lo mismo, escalaba en mi interior una y otra vez, haciendome sentir todo el dolor y placer del mundo, salio de mi y senti un vacio, entonces un liquido caliente rocio mi vientre, estaba aterrada, cerre los ojos con fuerza y llore de nuevo.

Finalmente volvio a lo suyo, minutos después se detuvo y se tumbo a mi lado, me dolia la entrepierna y tenía miedo de moverme, una vez que me di cuenta de lo que había pasado me solte en lagrimas otra vez y me quede quieta sin hacer nada.

-Te odio -susurre.

-Y yo te adoro -dijo él capturando mi pecho derecho con su mano y acariciandolo haciendome gemir.