Capitulo 58: Te digo adios...

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Llego temblando y con un gran nerviosismo a la casa, con esa maleta en mano cargada de sus cosas sacadas de la antigua mansión. Ni ella sabía cómo habían cambiado las cosas desde que conoció a ese grupo, o desde que lo conoció a él, parecía extraño, aun así, se interesó tanto que formo parte de la historia que jamás pensó estar al llegar a la gran ciudad. Cuando abrió la puerta de entrada a la vivienda se encontró con la sorpresa de no ver a nadie en la sala de estar, a lo mejor todos habían salido ahora que nadie es prófugo, pero talvez tuvo que haber observado mejor cuando escucho algo moviéndose en el sillón, y es que estaba acostado durmiendo cuando los animales decidieron dejarlo descansar allí, lo más curioso es que la loba no esperaba volver a verlo.

Finnick: ¿Quién? –se levanta- Hey, tu... -sonríe un poco para después acercarse a la albina-

Lilly: pensé que no te volvería a ver

Finnick: pues como dicen por allí, como te ves me vi y como me ves te veras

Lilly: mmm, no estoy muy de acuerdo con eso

Finnick: vale, tu ganas, oye... estuve aquí charlando con el colega Nick y te estaba esperando para que le contaras lo que ocurrió antes de la tragedia

Lilly: ¿Qué tragedia?

Finnick: ok, también vi las noticias y salió que tuviste una contusión o algo así, el punto es que perdiste la memoria

Lilly: pues podríamos decir que sí, no recuerdo mucho de lo que ocurrió, solo cuando desperté en el hospital

Finnick: -se puso cómodo de nuevo en el sillón- pero... nada ¿no recuerdas cuando entraste a esa casa?

Lilly: -trato de recordar, pero en parte le fue difícil- no... no se

Finnick: una casa... ¿Cómo la que está aquí al frente? –la loba negó con la cabeza- ¿no te acuerdas a quien estábamos investigando?

Lilly: eso... creo, era ¿Swinton? –el zorro del desierto asentía-

Sus ojos observaban el suelo tratando de hacer memoria acerca de lo sucedido aquel día antes de acabar en el cuarto de un hospital.

Finnick: lo hare simple, la última vez que te vi estabas entrando a esa casa la de la cerda, un rato después desapareces, luego de un tiempo me entero que estabas secuestrada dijeron los polis

Lilly: -cayo rendida al sofá, estuvo pensando y recordando, recreando con lo que acaba de mencionar el zorro- yo... con eso... solo recuerdo estar atada... en un sótano...

Finnick: así que si, estabas secuestrada... en la tele mencionaron un gordo con cara de oso, pero me hace extraño que un tipo que nunca hemos visto acabo raptándote y más en esa casa

Lilly: ¿tengo que recordar? ¿Dónde está Nick?

Finnick: acaba de irse a su cuarto, te estuvimos esperando, pero ya vimos que no volvías así que me quede aquí

Lilly: ¿te vendrás a vivir aquí?

Finnick: ¿Qué? No, solo que ya es tarde y ya me puse cómodo con esto, me pasare lo que queda de las vacaciones para irme a la Riviera maya

Lilly: -sonrió un poco- pues te deseo lo mejor...

Finnick: gracias linda... oye, te veo cabizbaja –se fijó en la maleta- ¿vienes de una parte?

Lilly: mmm... he, si, tuve que sacar unas cosas de la casa en que trabajaba, ahora no hay nada que hacer allí así que –muestra la maleta-

Finnick: -con un gesto queriendo decir que le vale, se echa para atrás para volver a dormir- como dije antes, Nick está en su cuarto y si quieres ha... blar... -se quedaba poco a poco dormido-

Zootopia: Libres de corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora