Capítulo 20

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Habían pasado 20 minutos en los cuales Vanessa me había hablado de una salida que tuvo con sus amigas. Luché mucho para poder enfocarme en lo que decía.

-Nam, ¿De verdad te sientes bien? Siento que no estas poniendo atención a lo que digo.

-No es eso, es solo que no me siento muy bien. No quiero ser grosero, pero de verdad necesito descansar un poco, me duele mucho la cabeza.

-Creo que sería lo mejor ¿Necesitas que pasemos comprando alguna medicina antes de irnos?

-No es necesario, lo único que necesito es dormir un poco.

Caminamos atraves del campus universitario, ninguno de los dos emitía una sola palabra. Llegamos hasta la salida de la universidad.

-Voy a tomar un taxi ¿Te vas a ir caminando o prefieres que tomemos el mismo taxi? -dijo Vanessa

Pude notar un poco de enojo en su tono de voz.

No le respondí, simplemente paré un taxi y le dije:

-Vamos, quiero ir contigo.

Abrí la puerta del taxi, extendí mi mano para que ella la tomara y así lo hizo.

El silencio era el dueño del ambiente que solo se rompió cuando tuve que darle las indicaciones al chofer.

Volteé a ver a Vanessa, ella tenía su vista hacia al frente, ni siquiera me veía disimuladamente. Tenía sus manos juntas encima de su regazo.

Agarré una de sus manos y la entrelacé, inmediatamente ella volteo a verme.

- Quiero que seas honesta conmigo y me digas si estas enojada.

-Sí, estoy enojada, sentí que no me estabas poniendo atención cuando te estaba hablando y eso me molestó mucho. Hubiera preferido que desde el inicio me hubieras dicho que no estabas de ánimo para platicar conmigo.

-Disculpa, la verdad yo estaba tratando de escucharte, pero el dolor de cabeza era demasiado intenso para ignorarlo. Te prometo que no va a volver a pasar-apreté su mano y sonreí-mientras ella escuchaba atentamente mis palabras.

Llegamos hasta el lugar donde ella estaba viviendo y antes de bajar del taxi ella se acercó a mí rostro y dio un pequeño beso en mi mejilla, soltó mi mano y dijo: llámame si el dolor de cabeza no disminuye para que vayamos al hospital, te quiero.

No era mentira cuando decía que el dolor de cabeza era algo que punzaba en mi cabeza, pero había algo más que no me dejaba tranquilo, algo rondaba y me hacía sentir culpable-debatía en mis pensamientos

Claro que recordaba todo lo que había pasado la noche anterior, como de manera descarada le exigí a Jin que durmiera a mi lado, me sentía tan avergonzado solo de recordar lo que dije e hice.

Mientras el taxista seguía las indicaciones que le había dado yo seguía sumergido en la retrospectiva de los acontecimientos que no me dejaban tranquilo.

Si Jin me hubiera encarado exigiéndome explicaciones o burlándose de mi por la manera tan estúpida en la que actúe seguro ya hubiese muerto de un ataque de vergüenza, no estaba seguro si Jin había creído que olvidé todo lo que sucedió durante mi borrachera, pero al menos no me apuntó ni acusó directamente como si fuera alguien raro.

En todo el recorrido mi mirada estuvo fija en la ventana de aquel taxi, tratando de enfocar mis pensamientos en otra cosa que no fuera eso que me atormentaba, pero me era imposible no volver a caer en lo mismo.

Le pagué al taxista y me bajé del automóvil esperando que este tiempo a solas me ayudara a disipar mis preocupaciones.

Abrí la puerta, caminé hasta mi cama y me dejé caer, puse mi brazo en mi frente y quedé viendo fijamente el cielo raso que decoraba el techo de la habitación, las imágenes seguían haciéndose presente por más esfuerzo que hiciera en controlar mis pensamientos, recordaba la manera como le hablé y como lo toqué.

True Love?Where stories live. Discover now