Capítulo 30

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Era un domingo en la mañana cuando me contacté con la persona que había contestado a mi mensaje. Salí muy temprano para ver el departamento y hablar un poco más con el dueño del lugar.

Hice las preguntas necesarias para decidirme.

-¿Hay posibilidades de que pueda mudarme hoy mismo?-le pregunté al dueño con la esperanza de obtener una respuesta positiva

-Claro, puedes hacerlo hoy mismo si así lo deseas.

Firmé el contrato y pagué por adelantado el primer mes de alquiler con algunos ahorros que tenía guardados.

Marqué el número de celular de Jae para avisarle que había cerrado el contrato y que me estaría trasladando ese mismo día.

Regresé a la casa de Jae para empacar lo poco que tenía y pedirle el favor de que me ayudara con la mudanza.

Jae me ayudó a mover las pocas cosas que tenía en su hogar para acomodarlas en el nuevo departamento. El lugar era adecuado para mí, no era muy grande ni muy pequeño. Al terminar de acomodar todo todavía quedaba bastante espacio.

-Descansemos un rato-le dije a Jae mientras nos sentábamos en el borde de la cama

Aunque él trataba de mostrarme una sonrisa para animarme pude notar que estaba un poco desilusionado.

-De verdad guardaba la pequeña esperanza de que te arrepintieras de vivir en otro lugar-dijo Jae con pesar en su voz.

Sonreí sutilmente ante su comentario

-Jae, tú has sido un apoyo en mi vida y te estaré agradecido toda la vida, pero no quiero verte triste. Ya te había dicho que puedes llamarme o visitarme cuando quieras.

-Es que me preocupa que estés solo, no quiero que regreses a este lugar después del trabajo y no tengas a nadie que te reciba o hable contigo de tu día. No hay punto de comparación entre hablar por teléfono y hablar cara a cara con la otra persona.

-¿Por qué estás tan preocupado?-le pregunté tratando de saber si había algo más que estuviera deambulando en su cabeza

-Es solo que. ...-soltó un suspiro profundo sin terminar de hablar

-No quiero sonar como un acosador, pero un día iba pasando cerca de tu habitación, escuché un completo silencio y me preocupé así que entré sin tocar la puerta. Me imagino que estabas tan cansado que no cerraste con seguro la puerta-me dijo viéndome con un poco de vergüenza en su mirada

Asentí levemente. Aunque me sorprendió lo que acababa de decirme, dejé que siguiera hablando de ese día.

-Me disculpo por haber invadido tu privacidad, pero de haber tocado la puerta estoy seguro que hubieras ocultado tu tristeza.

-Abrí la puerta y me acerqué un poco, estabas recostado del lado contrario así que no notaste que había entrado y pude verte encogido en tu cama.

-Escuché como tratabas de contener tus lágrimas, sollozabas quedito. Me dolió verte de esa manera, yo sé que no soy nadie para decirte esto, pero me sentí inútil al ver que no habías acudido a mí en ese momento.

Claro que lo recordaba, me sentía triste de solo recordar lo débil que fui ante los pensamientos que me traicionaban y me hacían recordar a Nam.

-Yo sé que estoy siendo egoísta y que estas en todo tu derecho de llorar a solas, pero me gustaría que compartieras más tus preocupaciones conmigo-tomo una de mis manos y me miro a los ojos - No quiero que te sientas solo, no quiero que la melancolía o soledad se adueñen de tu corazón por una persona que no vale la pena.

True Love?Where stories live. Discover now