1. Francotirador. [Higuel]

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¡Hola querid@s lectores!

Hago estos avisos desde ya para no hostigarlos al final de la lectura.

En el siguiente escrito no estaba segura de cómo podría dar bien la idea y probablemente me fui por las ramas sin ir tanto con la pareja.

No sé si me estoy dando a entender.

Ténganme paciencia, es la primera vez que escribo algo de esta pareja y los miles de escritos Higuel que he visto no son muy confiables cabe mencionar. He tratado por lo menos, POR LO MENOS, de no irme fuera de los Headcanons de KellenHakuen, quien por el momento es la fuente de información más confiable.

Espero no manchar tu bello nombre.

•♥•

"Drink up, baby.

Look at the stars."

La melodía del enorme salón quedaba envuelta en suaves notas de piano tocadas por una joven mujer de lisos, casi rizados, cabellos platinados. Sus ojos detrás de esos marcos, que descansan sobre el puente de su nariz, fingían observar la cantidad de partituras de la ya entonada melodía, aunque ella no necesitaba de ellas para poder cantar al ritmo del piano.

Sus orbes cafés miraban más allá del público sin ser tan obvia, el ángulo del enorme instrumento barnizado, ubicado en diagonal, le ayudaba a fingir su enorme atención a los allegados al evento, buscando minuciosamente a un sujeto en particular.

Uno pensaría que se trataba de alguien de enormes masas de dinero que desbordaba envidia y avaricia a través de ojos cansados o muertos. Sin embargo, a quien buscaba era a un espécimen que no pertenecía a ese mundo.

Y al que jamás debió pertenecer.

"I'll kiss you again,

Between the bars"

Dolía pensar en lo que su compañero en servicio pensaba hacer, aunque conociendo su amarga historia... ¿Podía siquiera juzgarlos?

Ella hubiera hecho lo mismo. De algún modo.

El joven de cabellos oscuros, tirando a castaños, se codeaba con algunos colegas que compartían su misma pasión por las artes. Compartía una genuina amistad/enemistad con uno de ellos, aunque de igual forma fue totalmente irrelevante para ella desde el momento en que lo mencionaron.

Por otro lado, el sujeto de coleta con vestimentas orientales le fue algo intrigante, pero si habláramos de ellos ahora no entenderíamos la situación frente a los ojos de la peli plateada.

Ella miraba al sujeto conocido como Miguel Rivera con el único objetivo de cuadrar su ubicación a la hora del acto.

Sentía hasta cierta lastima por ellos.

"Where I'm seeing you there,

With your hands in the air"

Un joven de cabellos azabaches con una sudadera azul reía ante las "babosadas" de un mexicano que portaba una guitarra en mano. Ambos sumamente felices, sin preocupaciones, sin prejuiciosos.

Solo una simple pareja de jóvenes enamorados.

Ambos de mundos distintos, ambos de sociedades distintas. Eran como el agua y el aceite.

Hubo gente que incluso llegó a pensar que su relación era de por si tóxica hasta cierto punto; peleas ruidosas a tempranas horas de la mañana, ruidos de golpes, gritos escandalosos, todas esas cosas que los vecinos de dicha pareja escuchaban y decían a espaldas de ambos muchachos.

Pero detrás de esos escandalosos susurros, habian charlas matutinas, miradas de afecto y deseo, risas escandalosas, bailes improvisados, competencias amistosas, canciones cursis, e incluso uno que otra idiotez cometida por ambas partes del noviazgo.

En esas cuatro paredes se formaban historias que, en un par de años, serían reliquias valiosas para sus años más duros. Historias que serían contadas a sus nietos y que los llevarían a anécdotas que animarían sus tardes. Aunque eran una pareja disfuncional, solo un buen ojo podía notar lo enamorados que estaban.

Los vecinos oían insultos, un buen oído notaba que discutían sin realmente lastimarse. Ellos escuchaban golpes, un buen ojo notaba que ni siquiera se llegaban a tocar. Ellos veían eso como algo tóxico, ambos solo podían verse a los ojos.

Entonces, ¿Por qué eran infelices?

El mexicano siguió su sueño sin el apoyo de su familia, sin poder oír palabras de apoyo.

El nipón estaba solo en el mundo, sin ningún familiar al cual visitar.

Solo se tenían a ellos mismos.

Pero cada acción tiene una reacción; el japo-americano no tomó en cuenta las represalias de meterse en el bajo mundo de las luchas de robots, el mexicano no tomó en cuenta las consecuencias de revelar un secreto tan bien guardado.

"You waiting you finally be caught."

-Tengo a Hiro Hamada en la mira. – Dijo una voz a través de un comunicador.

-Copiado. – Respondió una segunda voz. – Miguel Rivera está en mi campo de visión. – Anunció con voz neutra mientras observaba a través de la mirilla del rifle que yacía en sus manos.

-A su señal, Duquesa. – Fue lo que escuchó la joven pianista antes de suspirar.

Por primera vez se arrepentía de haber alterado los pedidos de sus pupilos.

Pero todo a la final valdría la pena.

-Permiso concedido. Pueden disparar. – Anunció en un susurro la joven de lentes, en un pequeño susurro que casi no pudo ser captado por micrófono ante ella.

Dos disparos.

Dos cadáveres.

Y tres fugitivos.

Ninguno jamás fue encontrado.

"Drink up one more time"

•♥•

Espero que por el amor a Cristo esto no me haya quedado como la reverenda mierda.

Cabe decir que cambié en final como tres veces, me cago en Dios.

La canción que está entonando la pianista se titula "Between The Bars" de "Chris Garneau", dicha canción la estuve escuchando como por media hora mientras pensaba en una idea para este escrito.

No me quejo del resultado, pero siento que pudo haber quedado mejor.

Hasta la próxima~

Bye~♥


PD: Estoy publicando este one-shot un dia antes de #RanTober porque mañana me cortan el internet y mi queridisimo padre no podra pagarlo hasta dentro de tres dias o mas.

¡Que buen inicio de mes! :D

❀Ink❀ [BillDip/Higuel]Where stories live. Discover now