Capítulo 8

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Los días seguían transcurriendo y Karen se ideó un plan para alejarse de su hermana Ashley y verla menos, y sí, era pasársela en casa de Laura hasta altas horas de la noche sin contestar ni una llamada. Laura entendía perfectamente la situación y por eso la dejaba quedarse, aparte le hacia muy buena compañia y más de Karen que le atraía en todo sentido.

Cuando a Laura le daba sueño o ya estaba a punto de dormirse, Karen proseguía a marcharse, sin embargo esta noche fue diferente.

Laura: Oye

Karen volteó a verla esperando que le dijera la razón de haberla llamado.

Laura: ¿Podrías quedarte? —observó a Karen fijamente esperando respuesta—

Karen: ¿Quedarme? —dijo confundida—

Laura:  Sí —dijo esperando su respuesta—

Karen: No tengo ropa para quedarme.

Laura: ¿Y qué tiene?

Karen se quedó en silencio pensando bien sí quedarse o no, veía el reloj que marcaban la 1:30am, ya era algo tarde para devolverse a su casa y quizás sus hermanas estarían despiertas, sin pensarlo más, aceptó y bajó sus cosas dejándolas a un lado de la habitación de Laura. Esta se puso más que feliz al saber que se quedaría, y salió del cuarto a preparar la cena. Por otro lado Karen se quitó su suéter y lo dejó al lado de su mochila, y se dirigió a la cocina junto a Laura.

Ella observaba atentamente a Laura como preparaba algún tipo de comida para ambas, Karen estaba más que atontada, no podía dejar de mirarla al notar lo hermosa que era. Inconscientemente Karen tenía una gran sonrisa en el rostro, Laura sentía que la miraba y cuando volteó se dio cuenta que acertó, y esta también le devolvió la sonrisa haciendo que se sonrojara. Laura sirvió la comida a lo que ambas prosiguieron a comerla, mientras charlaban cada vez que podían.

Ya cenadas ambas se dirigieron al cuarto a cambiarse, Karen se quitaba su camisa y Laura observaba atentamente el cuerpo de Karen.

Karen: ¿Por qué me miras tanto? —Sonrió con picardía—

Laura: Por nada—Se sonroja inmediatamente por la pregunta—

Karen: ¿Segura?

Karen comenzó a acercarse lentamente hasta Laura, la cual no sabía cómo reaccionar, solo comenzó a retroceder lentamente hasta chocar con la pared y para Karen fue fortuna porque pudo atraparla dejándola pegada a la pared mientras pegaba su cuerpo al de Laura. La castaña no sabía que responder, era obvio que la veía con otras intenciones, pero le costaba aceptarlo.

Karen: ¿Te quedarás callada viéndome?—suspiró—

Laura seguía en silencio observando como Karen se desesperaba por dejarla en duda, así que optó por besarla pero con brusquedad, Laura obviamente correspondió el beso dejándose llevar y sintiendo como Karen deslizaba sus manos por su cadera, cuando tocaron la puerta.

Karen se separó de Laura mientras sacudía su cabello y la observaba,la castaña se dirigió hasta la puerta a ver quién tocaba y al abrir se tomó con la sorpresa de su profesora Astrid.

Laura: ¿Buenas noches?—Dijo con tono de fastidio—

Astrid: Buenas noches Laura, ¿Cómo estás? Disculpa la interrupción a estas altas horas, pero iba pasando por aquí y noté que las luces de tu casa estaban encendidas y paso porque dejastes unos cuadernos en mi escritorio, quizás los necesites.

Laura: Pudiste habérmelos entregado mañana.

Astrid: Mañana no hay clases, querida —Dijo con tono burlón—

De repente Karen salió dirigiéndose a la puerta mientras acomodaba su camisa que se la había vuelto a poner, se colocó al lado de Laura y la abrazo por atrás deposintadole un beso en la cabeza.

Astrid: Que sorpresa verla por aquí, señorita Karen.

Karen: Lo mismo digo yo, ¿A qué se debe la visita hasta cada de mi novia?

Laura al escuchar la palabra "novia" quedó paralizada mientras sentía una gran emoción en su cuerpo. Por otro lado, Astrid quedó impresionada de lo que había dicho, y sintió tanto odio por todo su ser, no podía aceptar que fueran novias, para ella algo debía estar mal.

Astrid: ¿En serio?—Dijo burlona— ¿Ustedes dos? No pueden ser novias—Se calmó y dijo esa última frase con toda seguridad—

Karen: ¿Crees que no?

Rápidamente Karen cogió el rostro de Laura y unió sus labios con los de la castaña formando un beso, un beso que estaba matando a Astrid.

La profesora estaba aturdida y sobretodo celosa de Laura, sin decir nada de alejó de la casa. Karen se quedó mirando a Laura fijamente mientras separaba sus labios lentamente.

Laura se separó y cerró la puerta sin decir nada, solo se dirigió a su habitación a lo que Karen la siguió.

Laura: ¿Así que novias?

Karen: ¿Te sonó mal?

Laura: No, la verdad fue muy lindo.

Ese comentario alegró a Karen de alguna forma. Ambas de terminaron de cambiar para finalmente irse a dormir.

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Astrid caminaba furiosa por lo que sus ojos habían apreciado, sentía que estaba perdiendo su tiempo en solo seguirlas y descubrir lo que eran, era obvio que finalmente le había demostrado lo que eran y ella quería influir en ello separándolas de alguna forma, pero ¿Cómo?. Astrid seguía pensando, cuando alguien, una chica hermosa de ojos claros indistinguibles, cabello entre negro con reflejos morados, la sujetó en los brazos. Confundida por cierto acto, se quedó sin saber cómo reaccionar, solo esperó a que está chica le hablara, y así fue.

???: ¿Eres Astrid?

Astrid: Sí ¿Por?

Ashley: Un gusto, me llamo Ashley, creo que tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

Me enamoré de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora