Capítulo 9

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Ashley: Un gusto me llamo Ashley, creo que tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

Astrid: ¿Disculpa? ¿Exactamente de qué tenemos que hablar? No te conozco pequeña niña —Dijo burlona—

Ashley: Pero que lástima, supongo que no te interesa saber un poco más sobre mis planes de alejamiento con Karen—dijo con tono de fastidio por haberle dicho "pequeña niña"—

Lo que había dicho la menor revoloteó en la cabeza de la profesora haciendo que ésta ahora le colocara más atención.

Astrid: ¿Cómo sabes quién es Karen?

Ashley: Soy su hermana—Dijo mientras se formaba una pequeña sonrisa "inocente"en su rostro—

Para la mayor esto era una ventaja, tenía la posibilidad de poder utilizar a esta chica para lo que tenía planeado, sentía que por fin todo estaba mejorando para ella y finalmente iba a conseguir lo que quería.

Astrid: Si es tú hermana, ¿Por qué haces esto?—Dijo confusa—

Ashley: Digamos que no la quiero con nadie. Estas preguntando demasiado ¿No crees? —Dijo con fastidio—

Para la menor era obvio que lo que había dicho era una mentira, una más de sus miles de mentiras, ella tenía otros planes para su hermana, solo necesitaba un poco de ayuda con esta profesora, sin embargo ella sabía que Astrid se aprovecharía de ella, realmente esta chica lo tenía todo planeado, solo faltaba poner todo su plan en marcha.

Tan inteligente, tan astuta, tan manipuladora.

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El reloj marcaba las 8:45am, sonando tik tak, que adormecia y a la vez aturdia.

En la casa no se escuchaba nada, solo el movimiento de ambos cuerpos tirados en la cama y la respiración de cada una. Laura despertó agitando su cabello un poco y viendo como Karen dormía a su lado, durmiendo plácidamente ya que ésta se estaba babeando; provocó una pequeña risa en Laura y volvió a acostarse en la cama arropandose bien y nuevamente quedándose dormida.

Al pasar de las horas Karen se levantó y observó que Laura estaba abrazándola y seguía dormida, movió con suavidad el brazo de la castaña e intentó salir de la cama sin hacer ruido.

De repente una voz adormecida le dio un susto inesperado a Karen.

Laura: ¿A dónde vas?—Dijo entre dormida—

Karen: Arreglaré mis cosas.

Laura: ¿Te vas?

Karen: No, aún no.

Laura: Entonces acuéstate un rato más.

Karen: Pero... —fue interrumpida—

Laura: Por favor.

Esa voz entre dormida y despierta, tan melodiosa y tierna, estaba matando a Karen, no podía negarse, así que se volvió acostar y abrazó a Laura, finalmente cayó en su trampa de quedarse un rato más, y eso significaba quedarse por horas.

Por otro lado, Ashley estaba felizmente acostada en el sofá de la casa de Karen, su hermana, Lila estaba  en la mesa viendo la televisión, cuando tocaron la puerta. Lila observó la cara de felicidad de Ashley, y comenzó a sospechar.

Ashley caminó hasta la puerta dejando entrar a una mujer mayor de edad entre los 27 años, cabello castaño oscuro y ojos castaños, tenía buen cuerpo y facciones hermosas, Lila se quedó viendo confundida pero sin dejar de detallar a la mujer que había entrado a la casa.

Ashley: Pasa —Dijo cerrando la puerta—

Astrid: Con permiso —Observó los alrededores de la casa y de topó con la mirada de Lila— Hola, mucho gusto, soy Astrid.

Lila: Hola —Dijo en total desconfianza—

Ashley: Discúlpame Astrid, ella es mi otra hermana, Lila.

Astrid: ¡Oh! Así que son 3 hermanitas.

Lila al escuchar "3" era obvio que esa mujer era parte del plan de Ashley contra Karen. Lila no sabía cómo Ashley había averiguado quién era Laura, y ahora sobre esta mujer que seguramente tiene que ver en la vida de Karen. Las cosas iban a comenzar a ir mal y no sabía cómo impedirlo.

(Narra Karen)

Seguía acostada con Laura cuando sentí como mi teléfono vibraba en la mesa que estaba al lado de la cama, quería alcanzarlo pero Laura me tenía muy abrazada, intenté alcanzarlo moviéndola un poco hasta que lo logré.

Vi la pantalla y decía "Lila" ¿Mi hermana llamándome?. Le contesté rápidamente y escuché un susurro ¿Ella está en problemas? No entendía nada.

Entre lo poco que podía oír es que alguien más estaba en mi casa ¿Qué mierdas estaba pasando?.

Llamada Lila: Escúchame bien, hagas lo que hagas no vuelvas a casa, Ashley a conseguido como comunicarse con una chica llamada Astrid, solo no vuelvas.

Finalmente había podido escuchar bien lo que intentaba decirme Lila, después de eso colgó, algo realmente estaba pasando y era malo, Ashley con Astrid, esto iba a empeorar de alguna forma.

Tenía que hacer algo, pero Laura no puede saberlo, no puedo incluirla, no quiero preocuparla y mucho menos herirla, solo me queda opción de no decirle nada y alejarme para que ella no salga perjudicada.

Perdida en mis pensamientos sentí como Laura se despertó y me agité un poco, me levanté y le dije que tenía que irme, ya era tarde para mí, sabía que no podía volver a casa, que no tenía dónde quedarme, pero no quería preocuparla, no podía decirle nada, no ahora.

Salí apresurada de su casa, confundida y alterada, molesta y frustrada, esa niña, esa mocosa, mi hermana Ashley sabía que era capaz de lo que sea, era obvio que tenía que buscar la forma de resolverlo, pero no quería regresar. Caminé divagando por la ciudad buscando algún lugar donde pagar y hospedarme, hasta que encontré un lugar, pagué el monto que me daba la chica de la recepción y subí a una habitación.

No tenía ropa para cambiarme, ni nada de mis pertenencias, me pregunto, ¿Por qué Lila no me deja volver? ¿Qué ocurre?

Me acosté en la cama, y seguí pensando mientras sentía mis ojos cerrarse, el cansancio me ganaba, solo quería ser feliz, pero no podía, siempre había algo en mi camino que lo impedía.

El teléfono repentinamente prendió su luz aturdidora en mi cara, había recibido un mensaje de mi madre, este decía "Buenas noticias hija, en dos meses te irás a París, ya tenemos los boletos de vuelo para ti".

Finalmente leí eso y me quedé dormida.

Me enamoré de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora