Forbidden /H.S/

Prólogo

    Volver a empezar.

Un rayo de luz interreumpió mi sueño. Parpadeé algunas veces intentando acostumbrarme al brillante tono que ahora invadía la habitación. Sentí mis ojos muy inchados. Giré para ver a mi amiga durmiendo a mi lado, confirmando que lo sucedido, no había sido una pesadilla. Las lágrimas comezaron a caer silenciosamente por mi rostro. Me levanté tratando de no hacer ruido, y me dirigí al baño para darme una larga y caliente ducha,sin dejar de llorar en ningun momento. Al salir del cuarto de baño, ya vestida, July me esperaba con sus brazos abiertos. Simplemente no resistí a un último abrazo con mi hermana del corazón, la iba a extrañar demasiado. Ninguna encontró palabras adecuadas para el momento, asique simplemente nos quedamos asi hasta que me vinieran a buscar.

  Nos dirigimos al aeropuerto en silencio. Subimos rápidamente al avión, sin mirar atras. Tanto mi madre como mi hermano, sabían que me gustaba ir del lado de la ventanilla. Y, aunque en ese momento no me importaba, noté como se esforzaban por intentar actuar normal, asique sentí la oligación de hacer lo mismo por ellos. Al despegar, observé como Irlanda, nuestro hogar, quedaba atras junto con una última lágrima que caía silenciosa por mi mejilla.

- Olivia.. Olivia hemos llegado, despierta ya. - la dulce voz de mi hermano mayor me sobresaltó por un momento. Miré a mi alrededor y ví que estabamos nuevamente en tierra. No me sorprendía que el viaje se me hiciese tan corto, tenía un sueño realmente pesado cuando estaba tan cansada.

   Al bajar simplemente recogimos nuestro ligero equipaje y tomamos un taxi a nuestra nueva casa. La verdad jamás había estado en Inglaterra, pero siempre había querido venir. Aunque hubiese preferido unas vacaciones antes que una mudanza. No estaba precisamente feliz, pero le habían ofrecido a mi madre un puesto increíble y muy buen pago, asique no pudo rechazarlo. Literalmente lo necesitabamos ahora que estabamos solos. Tanto Niall como yo, insistimos en que podíamos buscar trabajo y ayudar, preferíamos eso a tener que dejar lejos a nuestros amigos. Pero mamá quería que nos enfocáramos en nuestros estudios primero, y que si íbamos a trabajar sea para darnos gustos y no para ayudar a pagar las cuentas. En eso quizas estaba de acuerdo, pero luego ponía como excusa que éramos muy jóvenes lo que claramente no era cierto,yo tenia 17 y mi hermano 18. Teníamos edad suficiente!. En fin, fue imposible convencerla, y aquí estamos.

Pero ahora, sin papá. Y todo por culpa del maldito cáncer que poco a poco se apoderó de su cuerpo. Pero jamás tocó su corazón, no hasta que lo detuvo. Él fue el mismo alegre, divertido y genial padre que siempre fue, hasta su último aliento. Yo podía notar el dolor en sus ojos, pero él fue mas fuerte que eso. Ahora simplemente me quedaba pensando, una y otra vez, en lo que él nos había pedido. Y me lo repetía para seguir adelante.. Prometimos no quedarnos atrás, prometimos seguir viviendo la vida lo mas plenamente posible, prometimos disfrutar a pesar de todo. Prometimos que, intentaríamos, volver a empezar...