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La casa era realmente muy linda, e incluso algo grande para solo nosotros tres. Al llegar todas nuestras pertenencias ya estaban alli, ya que las habíamos enviado unos dias antes. Era sábado por la tarde, lo que me aliviaba notablemente. Estaba nerviosa por comenzar las clases y, ademas, cansada por el viaje y por las últimas difíciles semanas que habíamos pasado.

  Pasé la tarde acomodando mis cosas en la nueva habitación que,por cierto, estaba genial. Era amplia y espaciosa, de paredes blancas y una suave alfombra color crema, lo cual me encantó ya que amaba andar descalza. En el centro y con la cabeza contra una pared, se encontraba una gran cama de dos plazas y a su lado mi infaltable mesita de luz con algunas de mis cosas, y luego en una esquina un gran escritorio con el resto de ellas, incluyendo mi amada notebook.  Cuando terminé de ordenar mi ropa en el armario que contenía un espejo gigante en una de sus puertas, busqué en las últimas cajas las cosas para mi baño. Creí que habia terminado, pero noté que aún me faltaba una pequeña caja que tenía tambien mi nombre. La abrí y estaba llena de fotos con mis padres, Niall, con mis amigas.. como podía haberla olvidado?. Mientras las miraba con nostalgia escuché los gritos de mi madre indicando que la cena estaba lista. Coloqué en mi mesita un portaretrato con una foto de mi familia, cuando aún estabamos los cuatro juntos. Nos veíamos..felices, sin preocupaciones. Me quedé admirandola por unos segundos y luego bajé rapidamente, moría de hambre. Pasamos la cena hablando tonterías y mirando The X Factor, nos encantaba este tipo de shows. Luego exhaustos, nos fuimos directo a la cama.

- Te amo hija..- dijo dejando un beso en mi frente.

- También yo mamá.- se retiró cerrando la puerta tras ella, no sin antes regalarme una pequeña sonrisa.

   Estuve una considerable media hora dando vueltas en mi cama intentando encontrar la posición para dormirme, y cuando finalmente lo hice, una fuerte música comenzó a escucharse. Me levanté enfadada y sobresaltada. Enseguida noté que venía de la casa de al lado. Me asomé por la ventana de mi habitación para ver autos y autos llegando a lo que supongo sería una fiesta. Gritos, risas y más música. Esto no podía esta pasándome justo hoy. Decidí intentar volver a dormir, pero fue inutil. Una hora más tarde, la fiesta se había salido de control. Salí de mi habitación para encontrarme con mi mamá asomando por el cuarto de Niall, pero cuando me vió cerró la puerta suavemente y se dirigió a mi susurrando:

- Al menos tu hermano si duerme. Y yo que pensé que la del sueño pesado eras tu ..-dijo divertida.

- Mamá, me tienen harta. Iré a decirles que bajen el volumen.

- Pero hija, es sábado, era de esperarse. Acabará en unas horas.- dijo tan comprensiva y amable como siempre.

- Pero es demasiado ! Esta fuera de control..y yo quiero dormir ahora.- dije recalcando la última palabra. La oí suspirar mientras me daba la vuelta bajando las escaleras y saliendo de la casa pisando fuerte. No me importó estar delcanza y en mi pijama que consistía en un short bastante corto y una remera de mangas cortas. La verdad, tenía buen cuerpo por genética y le agradecía eso a mi madre, pero lo mantenía saliendo a correr, lo que me encantaba hacer al igual que comer. Era gorda de alma, amaba la comida y cocinar, y la palabra "dieta" no estaba en mi diccionario en absoluto. Sinceramente, no era tampoco una exibiccionista, pero mi enojo fue mas grande que mi pudor esta vez.

  Llegué a la puerta de mi vecino no sin antes recibir algunas miradas extrañas. Toqué fuertemente la puerta, varias veces, hasta que un chico moreno me abrió.

- Eee vas happeniiing!? - genial, estaba completamente ebrio.

- Eres el maldito dueño de la casa? - le dije furiosa.

- Tranquila tigresa..- dijo al ver mi expresión- Haaazzaaa!! Te buscaaan! - gritó a todo pulmón contestando mi pregunta.

Y allí apareció él...

Forbidden /H.S/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora