Era alto, bastante mas alto que yo, pero no mucho mas que su amigo moreno. Su piel estaba ligeramente bronceada y lisa, totalmente despojada de imperfecciones, viéndose tentadoramente suave. Su cabeza estaba repleta de unos rizos oscuros totalmente únicos y perfectos, los cuales me provocaban ganas de tocarlos. Llevaba puestos unos sexys pantalones negros ajustados, y una camisa que peligrosamente no tenía ni un solo botón abrochado, por lo cual dejaba ver su torso y sus abdominales marcados, al igual que sus tonificados brazos, que parecían haber sido esculpidos por algun Dios.- Zayn, te dije que no me jodas cuand...- se interrumpió a si mismo al verme. Sus ojos..jamas había visto unos ojos de aquel color entre verde esmeralda y turquesa. Su mirada recorrió mi cuerpo, escaneándome al tiempo que esbozaba una media sonrisa, dejando formarse en una de sus mejillas un tierno pero a la vez sexy hoyuelo. - Gracias amigo, puedes irte ya.- le ordenó esta vez amablemente, pero sin dejar de mirarme. - Jamas te he visto ..eres de por aqui preciosa?- me dijo coquetamente.
- Primero que nada, mis ojos estan aqui amigo. - dije señalandolos y sorprendiendolo mientras subía su mirada a ellos. - Y si, soy de por alli - dije señalando mi casa.
- Asique, nueva vecina.. y dime hermosa, que puedo hacer por ti?
- Olivia. Me llamo Olivia, esta bien? - me estaba colmando la paciencia. - Acabamos de mudarnos y estamos muy cansados. Y no puedo dormir gracias a tu maldita fiesta.
- Y que esperas que haga?! - dijo incrédulo y dejando de lado su conquista para ahora mirarme mal.
- Termínala !! - le ordené gritándole enojada.
- O si no qué? - dijo en tono de burla. Comenzó a reir luego de unos segundos, al ver que yo no tenía una respuesta preparada para eso. - Vé a la cama linda - dijo sin dejar de reir falsamente para luego cerrarme la puerta en la cara.
- Maldito imbécil !! - grité mientras golpeaba la puerta. Escuché un pequeño golpecito en la ventana que se encontraba justo al lado de la entrada para ver a mi vecino sonriendo desafiante y agitando sus dedos en forma de saludo mientras leía en sus labios un perfecto "Adioos!".
Me di media vuelta totalmente indignada por la escena que acaba de montar. Pero esto no iba a quedarse asi. Volví a mi casa rápidamente y tomé el teléfono. Era algo infantil, y estaba muy consiente de ello , pero mi orgullo era mucho mas grande. No dejaría que un simple y estúpido chico me ganara. Marqué los faciles tres números que jamas me fallarían y esperé.
- 911 cuál su emergencia?
- Buenas noches, lamento molestar. HAy una fiesta fuera de control junto a mi casa. La música esta demasiado fuerte y hay enormes cantidades de alcohol, y estoy segura que en prescencia de muchos menores de edad.
- Ya restreamos la llamada. En unos minutos las patrullas estarán allí. Que tenga buenas noches.
- Gracias.- dije mientras colgaba sonriendo satisfecha. Y, como obviamente no perdería aquella placentera escena, salí nuevamente quedándome en la entrada de mi casa .
Tal como dijo la mujer que me atendió en emergencias, unos cinco minutos despues,alli estaban. Comprobaron que lo que yo había dicho era verdad y, como si fuera por arte de magia, dieron la fiesta por terminada. La música cesó, las luces se prendieron y la gente comenzó a salir de la casa en masa huyendo en sus autos a toda velocidad. Yo disfrutaba la confusa expresión de mi vecino cuando protestaba contra los policías. Luego me miró y lo saludé como él lo había hecho hace un rato, agitando mis pequeños dedos y articulando la palabra "Adios" con una malvada sonrisa.
Volví a entrar a mi casa sintiendo su mirada de odio clavada en mí. Cerré la puerta con mas fuerza de la debida, apropósito claro. Subí dando pequeños saltitos a mi habitación no sin antes cruzarme con la mirada de desaprobación de mi madre. Le sonreí tiernamente, le besé la mejilla y sin una palabra mas, me recosté feliz en mi cama ...pudiendo al fin dormir.
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Forbidden /H.S/
Fanfiction" - No podemos, no insistas ! -No.. no lo digas. Ya no puedo seguir escondiéndolo. Dime que tengo razón, dime que sientes lo mismo y, entonces, ya nada más va a importarme. Se acercó a una distancia demasiado peligrosa, bajé mi mirada incapaz de...