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N/A: ¡Buenas! Os explico brevemente la dinámica de los capítulos.
Este es un capítulo explicativo a algunas cosas de la historia de Luís.
Las identificaréis porque tendrán números inferiores a los capítulos normales, o contendrán estos guiones "— —". Cualquier duda que podáis tener, házmela saber.
¡Hasta más ver!
Charlotte Lodge.

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Hace 2 años

Inhalé y exhalé aire con dificultad, había corrido durante treinta minutos seguidos por las pistas atléticas de la escuela.

Me dió tanto flato que tuve que flexionar las rodillas, y colocar las manos en ellas. El oxígeno salía rápidamente de mis pulmones, pero no conseguía alivio sabiendo que Aurelio me regañaría por ser "un blandengue".

Hoy había sido la prueba más dura, y es que 30 minutos no eran nada para lo que estaba acostumbrado, pero hoy el termostato marcaba los 38 grados y tuve que aumentar la velocidad constante de mis pasos.

-¡EH! No ha estado mal con el calor que hace, pero te quiero más en forma y más rápido, hijo.- apareció la faceta hipócrita de buen padre de Aurelio, me quería reír en su cara por el cinismo constante que mostraba ante los demás, y ante mis compañeros. Pero en medio de esa cruda realidad como el ligero toque de una pluma una mano tocó mi espalda, sabía que no era Aurelio ya que él era más de una fuerza bruta.

Me giré exhausto ante quién me tocó la espalda, aunque antes llevé una mano a mi frente para retirar un poco de sudor que tenía en la misma, limpié mi mano en el pantalón deportivo y dirigí mi mirada al destinatario del roce.

Una chica morena estaba enfrente de mí, portaba unas gafas cuadradas y me miraba esperando algo... bajé la mirada y una toalla y una botella de agua era lo que me tendía.

-Gra...gracias.- dije con mi tono exhausto. Procedí a agarrarlos, pero solo observé a la chica. Me sonaba de mucho ese rostro.

-De nada.- dijo con un tono suave y calmado. Todo lo contrario a lo en ese momento estaba yo.

En mi observación una mano se posó en mi brazo de manera autoritaria, me giré extrañado.

-Eh...Luís...¿esta te está molestando?- con voz chillona Chlóe intervino, su mano seguía cogiendo con autoridad mi brazo y la miré, una mueca de desprecio se dibujaba en ella.

-No...no, más bien me ha traído esto -apunté a la toalla y a la botella de agua.

-Ay, te lo podría haber traído yo-su voz chillona nuevamente salía de su garganta, y una pizca de autoridad sonaba en ella.- la siguiente vez mantente alejada de gente que es mayor que tú, chiquita.- miré a la muchacha y podía ver odio en sus ojos.

-Basta ya niñita de papá, me llamo Belinda y no 'esta' ni 'chiquita', en segundo lugar, no estoy aquí porque quiero, me mandaron traerle una toalla y una botella de agua para que se hidratase-me miró a mí, y volvió su mirada fulminante a la rubia.- y tercero, no necesito que alguien como tú me diga a quién o a quién no me debo acercar...¿lo entiendes, o es demasido para tus neuronas?- mis cejas y las de todos mostraron sorpresa, pero no nos dió tiempo a nadie a reaccionar pues la muchacha se había ido corriendo del campus.

-¡EH...eh señorita Cruz! ¡vuelva aquí!-vociferó Aurelio, y solo pude pensar en que ojalá no la castigaran, desgraciadamente había mucho favoritismo en este centro.

-¿Te puedes creer Luisito? Una insulsa niña se atreve a hablarme así, hay los pobretones que poca educación les imparten, no como nosot...


-Para Chlóe

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-Para Chlóe.-le corté, no soportaba sus ínfulas de superioridad. - me duele la cabeza, creo que iré al vestuario cuanto antes...- me excusé, debía mantener las apariencias y es que Chlóe podría destrozarme la vida con un simple chasquido, mis ojos se posaron en ella y una mueca de disgusto se dibujó en el perfecto rostro de la capitana de las animadoras.

-Ay, lo siento Luisito...bueno llámame esta tarde, qué te mejores...- su voz melosa se coló por mis oídos, y sus labios se posaron en mi mejilla, su sonoro beso resonó.

-Adiós...-vi como se fue, Chlóe era la reina de los sueños de la mayoría de los estudiantes, la rubia despampanante que te podrías encontrar en cualquier película, la chica perfecta que con su andar decidido y sus ojos azules podría hacer que te arrodillases las veces que te pidiera, pero tenía tanto poder que también te la podría destrozar en un pestañeo.
Así era Chlóe Martínez.

Suspiré pesadamente, lo que había pasado era verdaderamente raro, esa chica...nunca la había visto pero parecía un poco más pequeña, pero tenía una valentía demasiado grande para lo que el resto podía alardear.

-Hey Luís...- llegóó hasta mí mi mejor amigo. - No ví quién era pero le ha plantado cara a Chlóe.  ¿Sabez quién es? -miré a sus ojos claros y él solo me miraba extrañado.

-No tengo ni idea...pero tarde o temprano sabremos quién es...-respondí mirando a la nada.

¿Quién eres Belinda?

No fui CapitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora