Octubre de TodoMomo

Hechizo de amor

—Bien, hemos terminado con ecuaciones, ahora sigamos con inglés— hablo Yaoyorozu borrando lo que estaba escrito en la pizarra.

—Yaomomo, tomemos un descanso~— propuso Ashido

—Si, deberíamos de explorar la biblioteca— Hagakure hablo emocionada poniéndose de pie.

—Si es la primera ves que estamos aquí y es enorme— Uraraka alzó las manos al aire tratando de enfatizar sus palabras.

—Bien— suspiro la morena siguiendo a sus amigas en lo que parecía ser una exploración de chicas.

Caminaron entre los pasillos de la amplia biblioteca observando que los chicos también se encontraban allí estudiando para los exámenes de fin de curso, todos estaban reunidos en diferentes grupos o por su cuenta. Decidieron no interrumpirlos y abrirse camino al segundo piso.

—Esto es espeluznante— habló Hagakure cuando notó que en esa planta no había nadie.

—H-he escuchado que aquí los chicos vienen y ya sabes— hablo Mina apenada.

—¿Q-que? ¿A-aquí?— murmuraron el resto al unísono.

La de piel rosada asintió abriéndose camino por un pasillo que llevaba a una sala más amplia.

Había una mesa circular con asientos rojos al centro de la sala rodeada en su totalidad por estantes repletos de libros.

Avanzaron hacia esta tomando asiento en perfecto orden. Y lanzando una mirada a los libros que se encontraban en el lugar; la mayoría eran novelas o libros de ciencia.

—¿Qué es eso?— hablo la pequeña rana atrayendo hacia ellas un libro con cubierta negra y estrellas doradas en el lomo así como en la portada.

—Luce antiguo— tomó la palabra Jirou

Tsuyu abrió este encontrándose con la primera página escrita a mano.

«Este es el libro de las brujas de Yüei, data de la primera generación de mujeres heroínas. Quien encuentre este libro es porque su corazón lo está buscando.

Existen reglas para poder leerlo:

1.- Se deberá recitar un fragmento del himno a Yüei vertiendo una gota de su sangre en esta pagina.

2.- Solo se podrá realizar este hechizo siempre y cuando exista un número par de integrantes. »

—Esto no es más que una broma— hablo Jirou lanzando un suspiro.

—El resto del libro está en blanco— tomó la palabra Uraraka ojeándolo.

—Dice que no podrá ser leído hasta que vertamos nuestra sangre.

Todas se miraron las unas a las otras, tenían mucha curiosidad por ese libro.

—Bien— suspiro Momo pareciendo una caja de alfileres.

—¡Genial! Seremos brujas— alzó la voz Ashido para de inmediato soltar una risita esperando no haber sido escuchada por nadie.

Las chicas se pincharon un dedo derramando una gota de sangre mientras recitaban el coro del himno de la escuela, un resplandor se hizo presente en el libro y las manchas de sangre que apenas acababan de ver desaparecieron.

Las letras que parecían escritas a mano se borraron y apareció escrito de manera pulcra con tinta roja el nombre de cada una de las chicas.